La Habana y Moscú vuelven a ser socios estratégicos
| Sábado 31 enero, 2009
Líderes de ambas naciones cerraron periodo de alejamiento
La Habana y Moscú vuelven a ser socios estratégicos
Apoyo cubano le llegó a costar a Rusia hasta $4 mil millones al año
Moscú
EFE
Rusia y Cuba cerraron el viernes la época de alejamiento, abierta tras la caída de la URSS, para volver a ser socios estratégicos, aunque ahora con nuevos matices económicos y un pragmatismo que sustituye a la ideología de antaño.
Los presidentes de Rusia, Dmitri Medvédev, y Cuba, Raúl Castro, firmaron el memorándum sobre los principios de cooperación estratégica al término de las conversaciones oficiales y, contra lo habitual en estos casos, los jefes de Estado no hicieron declaraciones a la prensa.
Tampoco ha sido difundido el texto del memorándum.
Sin embargo, el intercambio de declaraciones y los otros 33 documentos firmados durante esta visita de Castro a Moscú resultan más fehacientes que las frases del texto oficial.
Ambas partes insistieron en destacar la trascendencia de esta visita del líder cubano a Moscú, la primera en casi un cuarto de siglo, que para Medvédev constituye un “importante hito” y para Castro representa un “momento importante, un momento histórico”. Como antaño, entre los 34 documentos suscritos durante la visita figura una aportación gratuita de alimentos, aparentemente destinada a las zonas damnificadas por los recientes huracanes, que podría alcanzar las 100 mil toneladas de trigo, equivalente a unos $28 millones, según el viceprimer ministro ruso, Igor Sechin.
Las partes suscribieron, además, un memorándum de entendimiento entre el ministerio de Educación y Ciencia ruso y el ministerio de Educación Superior cubano, y otro entre los ministerios de Deporte, Turismo y Juventud de Rusia y el Instituto Nacional de Deporte, Educación Física y Recreación cubano.
También está previsto un crédito estatal, destinado a la compra de maquinaria para los sectores energético, agrario y de la construcción, por un monto que las partes coincidieron en calificar como “información confidencial”.
Sechin, sin embargo, añadió que “el anterior crédito, de $235 millones, está a punto de agotarse”.
Otros acuerdos prevén la financiación por un banco ruso de la adquisición por Cuba de aviones de pasajeros Túpolev-204 SE, el suministro de automóviles y camiones, el intercambio de estudiantes, etc.
Pero Cuba no ha olvidado las lecciones del reciente pasado, cuando la gran amistad de los tiempos de la URSS, cuando el apoyo de La Habana le llegó a costar a Moscú hasta $4 mil millones al año, se sucedió por el abandono total tras la caída del comunismo, lindante incluso con la hostilidad.
“Somos viejos amigos, nos hemos conocido en las buenas y en las malas, que es, como dicen ustedes, cuando mejor se conoce a la gente”, dijo el viernes Castro.
Fuentes de la delegación cubana decían el viernes a Efe que “nadie en Cuba ha olvidado lo sucedido”, por lo que “ahora las relaciones se estructuran de modo distinto, más pragmático y por tanto seguro”.
La parte cubana no oculta su interés por las inversiones de Rusia, que a su vez también se preocupa por garantizar sus propios intereses.
En el sector energético, por ejemplo, se ha acordado crear una empresa mixta que se encargará de modernizar la planta eléctrica de Mariel, probablemente con inversiones rusas.
Pero también se prevé que sea la parte rusa la que administre la estación tras su modernización.
Según Sechin, en este caso se trata de un “modelo piloto”, que podría ser aplicado a otros ámbitos de cooperación.
En particular, en el ámbito de la pesca, que también se ha merecido el viernes un “memorándum de entendimiento”, o en la producción de níquel o hidrocarburos, que atraen especial interés de Rusia.
Rusia, como indicó el viceprimer ministro —que también es copresidente por la parte rusa de la Comisión Intergubernamental—, también está interesada en “inversiones en el sector del turismo”.
Y también le mereció una mención especial la cooperación en “biotecnología y farmacología”.
Se trata, precisó, de investigaciones conjuntas, pero también de la compra de productos cubanos y sobre todo de la producción conjunta de productos que ya se elaboran en Cuba, como, por ejemplo, medicamentos para combatir el cáncer, especialmente el de pulmón, y diversas formas de hepatitis.
Comienza operación humanitaria
La operación que devolverá la libertad a dos políticos, tres policías y un militar colombianos secuestrados por las FARC comenzó el viernes con la partida de una misión humanitaria hacia Brasil, desde donde despegarán los helicópteros que se usarán para recogerlos en zonas de la selva de Colombia.
Está previsto que los primeros rehenes sean entregados por las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) el domingo y que el miércoles, 4 de febrero, haya terminado la pesadilla de estos seis cautivos, después de que la organización guerrillera anunciara en diciembre pasado su decisión unilateral de liberarlos.
El grupo está formado por el ex gobernador del departamento del Meta Alan Jara, secuestrado en 2001; el ex diputado regional del Valle del Cauca Sigifredo López, cautivo desde 2002; y cuatro efectivos de las fuerzas del orden, cuyos nombres no se conocen. La senadora opositora Piedad Córdoba, designada por las FARC como coordinadora de la misión, viajó hoy a San Gabriel de Cachoeira, en el estado brasileño de Amazonas, junto a varios delegados del Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR).
Como testigos de la misión humanitaria se sumaron al viaje los escritores y periodistas Daniel Samper Pizano y Jorge Enrique Botero, además de la activista pro derechos humanos Olga Amparo Sánchez.
Desde ese rincón de la Amazonia el grupo regresará mañana, en aparatos brasileños, a territorio colombiano, en concreto a San José del Guaviare, 400 kilómetros al sur de Bogotá, para abastecer los aparatos de combustible.
En la madrugada del domingo, la misión humanitaria acudirá a un lugar selvático no determinado, donde recogerán a los primeros rehenes, tres policías y un militar, para después trasladarlos a la ciudad de Villavicencio, capital del Meta (120 kilómetros al sur de Bogotá).
En el aeropuerto de esta ciudad será donde se encontrarán por primera vez con la prensa internacional y serán recibidos por una escolta humanitaria.
La Habana y Moscú vuelven a ser socios estratégicos
Apoyo cubano le llegó a costar a Rusia hasta $4 mil millones al año
Moscú
EFE
Rusia y Cuba cerraron el viernes la época de alejamiento, abierta tras la caída de la URSS, para volver a ser socios estratégicos, aunque ahora con nuevos matices económicos y un pragmatismo que sustituye a la ideología de antaño.
Los presidentes de Rusia, Dmitri Medvédev, y Cuba, Raúl Castro, firmaron el memorándum sobre los principios de cooperación estratégica al término de las conversaciones oficiales y, contra lo habitual en estos casos, los jefes de Estado no hicieron declaraciones a la prensa.
Tampoco ha sido difundido el texto del memorándum.
Sin embargo, el intercambio de declaraciones y los otros 33 documentos firmados durante esta visita de Castro a Moscú resultan más fehacientes que las frases del texto oficial.
Ambas partes insistieron en destacar la trascendencia de esta visita del líder cubano a Moscú, la primera en casi un cuarto de siglo, que para Medvédev constituye un “importante hito” y para Castro representa un “momento importante, un momento histórico”. Como antaño, entre los 34 documentos suscritos durante la visita figura una aportación gratuita de alimentos, aparentemente destinada a las zonas damnificadas por los recientes huracanes, que podría alcanzar las 100 mil toneladas de trigo, equivalente a unos $28 millones, según el viceprimer ministro ruso, Igor Sechin.
Las partes suscribieron, además, un memorándum de entendimiento entre el ministerio de Educación y Ciencia ruso y el ministerio de Educación Superior cubano, y otro entre los ministerios de Deporte, Turismo y Juventud de Rusia y el Instituto Nacional de Deporte, Educación Física y Recreación cubano.
También está previsto un crédito estatal, destinado a la compra de maquinaria para los sectores energético, agrario y de la construcción, por un monto que las partes coincidieron en calificar como “información confidencial”.
Sechin, sin embargo, añadió que “el anterior crédito, de $235 millones, está a punto de agotarse”.
Otros acuerdos prevén la financiación por un banco ruso de la adquisición por Cuba de aviones de pasajeros Túpolev-204 SE, el suministro de automóviles y camiones, el intercambio de estudiantes, etc.
Pero Cuba no ha olvidado las lecciones del reciente pasado, cuando la gran amistad de los tiempos de la URSS, cuando el apoyo de La Habana le llegó a costar a Moscú hasta $4 mil millones al año, se sucedió por el abandono total tras la caída del comunismo, lindante incluso con la hostilidad.
“Somos viejos amigos, nos hemos conocido en las buenas y en las malas, que es, como dicen ustedes, cuando mejor se conoce a la gente”, dijo el viernes Castro.
Fuentes de la delegación cubana decían el viernes a Efe que “nadie en Cuba ha olvidado lo sucedido”, por lo que “ahora las relaciones se estructuran de modo distinto, más pragmático y por tanto seguro”.
La parte cubana no oculta su interés por las inversiones de Rusia, que a su vez también se preocupa por garantizar sus propios intereses.
En el sector energético, por ejemplo, se ha acordado crear una empresa mixta que se encargará de modernizar la planta eléctrica de Mariel, probablemente con inversiones rusas.
Pero también se prevé que sea la parte rusa la que administre la estación tras su modernización.
Según Sechin, en este caso se trata de un “modelo piloto”, que podría ser aplicado a otros ámbitos de cooperación.
En particular, en el ámbito de la pesca, que también se ha merecido el viernes un “memorándum de entendimiento”, o en la producción de níquel o hidrocarburos, que atraen especial interés de Rusia.
Rusia, como indicó el viceprimer ministro —que también es copresidente por la parte rusa de la Comisión Intergubernamental—, también está interesada en “inversiones en el sector del turismo”.
Y también le mereció una mención especial la cooperación en “biotecnología y farmacología”.
Se trata, precisó, de investigaciones conjuntas, pero también de la compra de productos cubanos y sobre todo de la producción conjunta de productos que ya se elaboran en Cuba, como, por ejemplo, medicamentos para combatir el cáncer, especialmente el de pulmón, y diversas formas de hepatitis.
Comienza operación humanitaria
La operación que devolverá la libertad a dos políticos, tres policías y un militar colombianos secuestrados por las FARC comenzó el viernes con la partida de una misión humanitaria hacia Brasil, desde donde despegarán los helicópteros que se usarán para recogerlos en zonas de la selva de Colombia.
Está previsto que los primeros rehenes sean entregados por las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) el domingo y que el miércoles, 4 de febrero, haya terminado la pesadilla de estos seis cautivos, después de que la organización guerrillera anunciara en diciembre pasado su decisión unilateral de liberarlos.
El grupo está formado por el ex gobernador del departamento del Meta Alan Jara, secuestrado en 2001; el ex diputado regional del Valle del Cauca Sigifredo López, cautivo desde 2002; y cuatro efectivos de las fuerzas del orden, cuyos nombres no se conocen. La senadora opositora Piedad Córdoba, designada por las FARC como coordinadora de la misión, viajó hoy a San Gabriel de Cachoeira, en el estado brasileño de Amazonas, junto a varios delegados del Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR).
Como testigos de la misión humanitaria se sumaron al viaje los escritores y periodistas Daniel Samper Pizano y Jorge Enrique Botero, además de la activista pro derechos humanos Olga Amparo Sánchez.
Desde ese rincón de la Amazonia el grupo regresará mañana, en aparatos brasileños, a territorio colombiano, en concreto a San José del Guaviare, 400 kilómetros al sur de Bogotá, para abastecer los aparatos de combustible.
En la madrugada del domingo, la misión humanitaria acudirá a un lugar selvático no determinado, donde recogerán a los primeros rehenes, tres policías y un militar, para después trasladarlos a la ciudad de Villavicencio, capital del Meta (120 kilómetros al sur de Bogotá).
En el aeropuerto de esta ciudad será donde se encontrarán por primera vez con la prensa internacional y serán recibidos por una escolta humanitaria.