La experticia y el compromiso
| Miércoles 13 agosto, 2008
La experticia y el compromiso
Me resultó muy simpática la lectura del artículo “Servidores de confianza”, publicado en LA REPUBLICA el pasado 11 de agosto, suscrito por el señor Gerardo Rudín Arias, ex diputado del PUSC 1990-1994, en donde nos trata de convencer de la indispensabilidad de “plazas de confianza” para que las instituciones públicas y sus jerarcas puedan ejecutar los proyectos y promesas que se preparan para cada campaña. De lo contrario, dice él, después no se pueden exigir resultados.
Olvida don Gerardo que este Gobierno (aparte de que no es primerizo) se preparó para su administración con la ayuda de 1.000 mentes brillantes para que ningún campo ni detalle de la administración pública quedase sin su análisis y alternativas de solución.
La Costa Rica de hoy muestra hechos contundentes que afectan nuestro diario vivir. Por ejemplo el cierre de los ferrocarriles, el desmantelamiento del sector agropecuario (estatal, cooperativo y bancario), gestados en diferentes administraciones en los últimos 20 años. Interpretando los consejos de don Gerardo para la administración pública, debemos concluir que estos “logros” se alcanzaron con funcionarios de absoluta confianza.
Sí, se lograron también desapareciendo la motivación, la experticia y el compromiso de cientos de profesionales que integraban las instituciones en las cuales, las directrices de globalización no los necesitaban. ¡Ahora los ocupamos! Espero que no hayan ido muy lejos porque la crisis alimentaria manda llamarlos.
No, la confianza no se llena con “plazas”, se construye con líderes (a todo nivel), con transparencia en sus ideales, con dedicación, con ejemplo, con diálogo, con pasión por sus proyectos, con sacrificio diario y con la convicción de estar ayudando al país, por encima de intereses particulares.
Si queremos ahorrarnos trámites engorrosos, cuestionamientos permanentes o el sacrificio de un puesto público, es mejor recluirse en el confort del hogar. Entonces, ¡el país funcionará!
Carlos Rodríguez Vargas
Ingeniero agrónomo zootecnista
Me resultó muy simpática la lectura del artículo “Servidores de confianza”, publicado en LA REPUBLICA el pasado 11 de agosto, suscrito por el señor Gerardo Rudín Arias, ex diputado del PUSC 1990-1994, en donde nos trata de convencer de la indispensabilidad de “plazas de confianza” para que las instituciones públicas y sus jerarcas puedan ejecutar los proyectos y promesas que se preparan para cada campaña. De lo contrario, dice él, después no se pueden exigir resultados.
Olvida don Gerardo que este Gobierno (aparte de que no es primerizo) se preparó para su administración con la ayuda de 1.000 mentes brillantes para que ningún campo ni detalle de la administración pública quedase sin su análisis y alternativas de solución.
La Costa Rica de hoy muestra hechos contundentes que afectan nuestro diario vivir. Por ejemplo el cierre de los ferrocarriles, el desmantelamiento del sector agropecuario (estatal, cooperativo y bancario), gestados en diferentes administraciones en los últimos 20 años. Interpretando los consejos de don Gerardo para la administración pública, debemos concluir que estos “logros” se alcanzaron con funcionarios de absoluta confianza.
Sí, se lograron también desapareciendo la motivación, la experticia y el compromiso de cientos de profesionales que integraban las instituciones en las cuales, las directrices de globalización no los necesitaban. ¡Ahora los ocupamos! Espero que no hayan ido muy lejos porque la crisis alimentaria manda llamarlos.
No, la confianza no se llena con “plazas”, se construye con líderes (a todo nivel), con transparencia en sus ideales, con dedicación, con ejemplo, con diálogo, con pasión por sus proyectos, con sacrificio diario y con la convicción de estar ayudando al país, por encima de intereses particulares.
Si queremos ahorrarnos trámites engorrosos, cuestionamientos permanentes o el sacrificio de un puesto público, es mejor recluirse en el confort del hogar. Entonces, ¡el país funcionará!
Carlos Rodríguez Vargas
Ingeniero agrónomo zootecnista