Juicios de trabajo ya no durarán una década

Las demandas laborales dejarían de ser juicios tortuosos de hasta una década, para resolverse en un par de años, gracias a la aprobación en primer debate de la Reforma Procesal Laboral.
La propuesta, que contó ayer con el respaldo de todos los partidos en el Congreso, permitiría a los jueces resolver partes de las querellas de manera oral, por lo que se aceleraría el dictamen de las sentencias.
La iniciativa se avaló de manera unánime, ya que el Frente Amplio y el PAC renunciaron a su idea de incluir el aval a las huelgas en servicios públicos esenciales como serían la policía, los bomberos y los hospitales.
Esos partidos anunciaron que presentarán un nuevo proyecto de ley, para validar las protestas en esos servicios públicos.
Con la nueva ley quedaría prohibido para un sindicato aprobar un movimiento de protesta que no le afecte directamente.
Asimismo, la ley otorgará a los jueces tres días como máximo, para establecer la legalidad o no de un movimiento de protesta y a partir de ahí el Gobierno tendría la oportunidad de despedir a los funcionarios que se mantengan fuera de su lugar de trabajo.
“Este acuerdo nos llena de gran satisfacción porque demuestra que esta Asamblea Legislativa es capaz de buscar acuerdos políticos, aún en temas complicados como era este de la Reforma Procesal Laboral”, dijo Rafael Ortiz, presidente del Congreso.
La Reforma Procesal Laboral ya había sido aprobada por el anterior Congreso, el cual incluyó también el respaldo legal para las huelgas en los servicios públicos esenciales.
Sin embargo, la presidenta Laura Chinchilla vetó el proyecto aprobado en primer debate, impidiendo su puesta en práctica.
Posteriormente, cuando este gobierno inició funciones, el presidente Luis Guillermo Solís levantó el veto de Chinchilla, pero la Sala IV declaró ilegal su acción, con lo que se invalidó la iniciativa.
Ante esta situación, los diputados actuales acordaron eliminar lo polémico de la ley y aprobar aquello en lo que había consenso.