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Juan Vargas Ureña: ¡Ha muerto señores jueces!

| Jueves 30 julio, 2009


Juan Vargas Ureña: ¡Ha muerto señores jueces!

Un policía ejemplar. Un funcionario público que amaba su trabajo. La esperanza de los pequeñitos Andy y Luis Fernando. Ni una queja de sus superiores. Ese currículum ejemplar lo llevó a la tumba tempranamente.
Una vez más la justicia de este país se burla de la gente decente al otorgarle todas las ventajas y los derechos al criminal.
Vargas Ureña muere acribillado por un delincuente que ha sido pasado por los tribunales ¡140 veces! por distintos delitos. La policía busca al maleante. ¡Que busque también a los funcionarios judiciales irresponsables que han dejado irse más de cien veces al delincuente este!
¿No hay responsabilidad de nadie en el Poder Judicial por la muerte de este inocente?
¿Por qué los derechos humanos, según los que “administran” la ley en este país, son monopolio de los que roban, matan, hurtan y delinquen? ¿Por qué la gente decente no tenemos derechos?
En las afueras del edificio municipal de Alajuela hay una piedra tan fría como la conciencia de muchos jueces a quienes les importa un comino la seguridad de la gente honrada, la piedra dice: “Tomás Guardia abolió aquí la pena de muerte”.
¡Mentiras! La pena de muerte está más viva que nunca en Costa Rica. Solamente que está institucionalizada para el ciudadano honrado a quien lo ultiman por un par de tenis, un celular, un radio o 50 pesos.
Y en los estrados judiciales sigue el vacilón de dejar ir a narcotraficantes, asesinos, maleantes y escorias humanas porque poseen un “domicilio fijo” o tienen “trabajo conocido”.
Lo único que nos falta por escuchar antes de una intervención judicial en cualquier sala del país es aquella sentencia que vendría muy al pelo con nuestra realidad: ¡“El tremendo juez, de la tremenda corte, va a resolver un tremendo caso!
Pobre Costa Rica.

Erich Francisco Picado Argüello
Periodista





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