JPMorgan divide a legisladores republicanos
Redacción La República redaccion@larepublica.net | Lunes 21 mayo, 2012
JPMorgan divide a legisladores republicanos
Los republicanos del Congreso de los Estados Unidos estaban cerrando filas para rechazar toda o parte de la reorganización de la regulación financiera de 2010. Desde que JPMorgan Chase Co. anunció este mes sus pérdidas de $2.000 millones en transacciones, ese frente se ha fragmentado.
Algunos buscan investigaciones, y el senador Mike Crapo, de Wyoming, se encuentra entre quienes piden que el presidente y máximo responsable de JPMorgan, Jamie Dimon, preste declaración, algo que éste ha aceptado. El senador Richard Shelby, el principal republicano de la Comisión de Banca, dijo que las pérdidas demuestran la necesidad de pautas de capital para los bancos más estrictas de lo que establece la reorganización. El senador Lamar Alexander, de Tennessee, dice que el Congreso no tiene por qué inmiscuirse.
Las divisiones muestran un partido desgarrado por diferencias relacionadas con la solución de problemas tan importantes como las pérdidas que sufrió uno de los bancos más grandes del país, por un grupo que, con apoyo del Tea Party, busca evitar toda perspectiva de futuros rescates, y por la posición del nominado republicano Mitt Romney de que cuando un banco pierde hay otro inversor que gana.
“Tenemos que superar la idea de que, cada vez que un banco quiebra o tiene un problema, la tarea de Washington es rescatarlo o apuntalarlo”, dijo Alexander.
Tal vez los legisladores republicanos no logren resolver sus diferencias sobre el tema, dijo Michael Franc, vicepresidente de relaciones gubernamentales de la Heritage Foundation, un grupo de análisis que tiene sede en Washington y apoya la reducción del gobierno. Si bien la mayor parte de los legisladores republicanos se opone a la regulación estricta, cada vez son más los que empiezan a recelar tanto de los grandes bancos como del gran gobierno, dijo.
“Una de las dinámicas que han emergido en el Partido Republicano en los últimos 10 años es una creciente actitud populista”, dijo.
A medida que los legisladores republicanos se dividen en relación con su respuesta a las pérdidas de JPMorgan, los demócratas muestran un mensaje unificado: que las pérdidas subrayan la necesidad de una regulación bancaria más estricta.
“Es una de esas cosas en las que es evidente que apostaban como uno lo haría en Las Vegas, y apuestan mal”, dijo esta semana el líder de la mayoría del Senado, el demócrata Harry Reid, de Nevada, haciendo referencia a las pérdidas de la compañía. “Estaría bien si lo hicieran con su propio dinero, pero el problema es que, por la forma en que ha venido funcionando Wall Street, si es cara ellos ganan, y si es ceca nosotros perdemos”.
Dimon, el presidente de JPMorgan, que el 10 de mayo dio a conocer las pérdidas, dijo a los accionistas que no había justificación para los “grandes errores” del banco más grande y rentable de los Estados Unidos. En dos demandas presentadas esta semana en la corte federal de Manhattan, accionistas demandaron al banco y a Dimon por las pérdidas. Dimon aceptó ayer prestar declaración ante la Comisión de Banca del Senado en momentos en que ésta se apresta a concluir las audiencias sobre los cambios de regulación en junio.
Los republicanos del Congreso de los Estados Unidos estaban cerrando filas para rechazar toda o parte de la reorganización de la regulación financiera de 2010. Desde que JPMorgan Chase Co. anunció este mes sus pérdidas de $2.000 millones en transacciones, ese frente se ha fragmentado.
Algunos buscan investigaciones, y el senador Mike Crapo, de Wyoming, se encuentra entre quienes piden que el presidente y máximo responsable de JPMorgan, Jamie Dimon, preste declaración, algo que éste ha aceptado. El senador Richard Shelby, el principal republicano de la Comisión de Banca, dijo que las pérdidas demuestran la necesidad de pautas de capital para los bancos más estrictas de lo que establece la reorganización. El senador Lamar Alexander, de Tennessee, dice que el Congreso no tiene por qué inmiscuirse.
Las divisiones muestran un partido desgarrado por diferencias relacionadas con la solución de problemas tan importantes como las pérdidas que sufrió uno de los bancos más grandes del país, por un grupo que, con apoyo del Tea Party, busca evitar toda perspectiva de futuros rescates, y por la posición del nominado republicano Mitt Romney de que cuando un banco pierde hay otro inversor que gana.
“Tenemos que superar la idea de que, cada vez que un banco quiebra o tiene un problema, la tarea de Washington es rescatarlo o apuntalarlo”, dijo Alexander.
Tal vez los legisladores republicanos no logren resolver sus diferencias sobre el tema, dijo Michael Franc, vicepresidente de relaciones gubernamentales de la Heritage Foundation, un grupo de análisis que tiene sede en Washington y apoya la reducción del gobierno. Si bien la mayor parte de los legisladores republicanos se opone a la regulación estricta, cada vez son más los que empiezan a recelar tanto de los grandes bancos como del gran gobierno, dijo.
“Una de las dinámicas que han emergido en el Partido Republicano en los últimos 10 años es una creciente actitud populista”, dijo.
A medida que los legisladores republicanos se dividen en relación con su respuesta a las pérdidas de JPMorgan, los demócratas muestran un mensaje unificado: que las pérdidas subrayan la necesidad de una regulación bancaria más estricta.
“Es una de esas cosas en las que es evidente que apostaban como uno lo haría en Las Vegas, y apuestan mal”, dijo esta semana el líder de la mayoría del Senado, el demócrata Harry Reid, de Nevada, haciendo referencia a las pérdidas de la compañía. “Estaría bien si lo hicieran con su propio dinero, pero el problema es que, por la forma en que ha venido funcionando Wall Street, si es cara ellos ganan, y si es ceca nosotros perdemos”.
Dimon, el presidente de JPMorgan, que el 10 de mayo dio a conocer las pérdidas, dijo a los accionistas que no había justificación para los “grandes errores” del banco más grande y rentable de los Estados Unidos. En dos demandas presentadas esta semana en la corte federal de Manhattan, accionistas demandaron al banco y a Dimon por las pérdidas. Dimon aceptó ayer prestar declaración ante la Comisión de Banca del Senado en momentos en que ésta se apresta a concluir las audiencias sobre los cambios de regulación en junio.