Jerusalén padece peor atentado desde 2004
| Viernes 07 marzo, 2008
Jerusalén padece peor atentado desde 2004
Ataque terrorista deja ocho muertos en escuela talmúdica
Jerusalén
EFE
Al menos ocho personas han muerto y nueve han resultado heridas, tres de ellas en estado crítico, en un atentado terrorista en una escuela talmúdica en Jerusalén, el mayor en la ciudad desde 2004.
Ayer poco antes de las nueve de la tarde hora local (19:00 GMT), un atacante logró internarse en el centro, sacó un arma automática y abrió fuego durante varios minutos en todas direcciones contra decenas de estudiantes antes de ser abatido, explicó el responsable policial de distrito, Aharon Franco.
Un soldado paracaidista que llevaba consigo su arma se defendió desencadenando un tiroteo con el infiltrado al que se unieron dos agentes de Policía israelíes.
Según fuentes de las fuerzas de seguridad, el terrorista residía en la parte oriental de Jerusalén, de mayoría árabe y que Israel considera parte inseparable de su capital.
La acción aún no ha sido reivindicada por ningún grupo de forma fiable, aunque Hamás ha manifestado su alegría por esta “operación selectiva”.
La televisión “Al Manar” del grupo islamista libanés Hizbulá lo ha atribuido a las hasta ahora desconocidas “Brigadas de la liberación de Hebrón-Grupo del mártir (Imad) Mugniye”, en referencia al comandante militar de Hizbulá muerto el pasado febrero en un atentado con coche bomba en Damasco.
Dicho grupo reivindicó el ataque en una llamada a la cadena, que no ofreció más detalles al respecto.
Los estudiantes de la escuela talmúdica Mercaz HaRav Kook pensaron inicialmente que dos terroristas se habían infiltrado en el recinto, en parte por la violencia de la acción, aunque la Policía matizó después que sólo uno lo hizo.
Igualmente, el atacante portaba un cinturón que parecía contener una carga explosiva y después se descubrió que albergaba munición extra, explicó el portavoz de la Policía de la ciudad, Shmuel Ben Ruby.
Situada en el barrio de Kiryat Moshé, en la parte occidental de Jerusalén, la escuela talmúdica atacada es una de los mayores de la ciudad.
El centro, emplazado cerca del Tribunal Supremo y del Parlamento israelíes, es considerado una institución emblemática del movimiento sionista religioso favorable a la implantación de asentamientos judíos en Cisjordania.
Mahmud Abás, presidente palestino, se apresuró a condenar en un comunicado el atentado, así como “todos los ataques que tengan a civiles como objetivo”.
Por su parte, el Ministerio israelí de Exteriores subrayó que estos asesinatos “expresan de manera malvada los principios fundamentales” de los radicales palestinos que perpetran actos terroristas.
Por su parte, Condoleezza Rice, secretaria de Estado de Estados Unidos, calificado el atentado de “abyecto”, mientras que la ONU ha decidido convocar con carácter de urgencia una reunión del Consejo de Seguridad para analizar la situación en la zona tras el ataque.
En Gaza, sin embargo, la alegría era notable, principalmente entre milicianos que festejaban el atentado con cánticos y disparos al aire en las calles.
Los activistas, sobre todo de Hamás, hicieron estallar bombas de ruido en las ciudades de la franja, mientras que los conductores expresaron su regocijo haciendo sonar con sus bocinas.
Otros palestinos regalaron dulces y velas en las calles y desde los altavoces de algunas mezquitas se reproducían versículos del Corán y se felicita al pueblo palestino por su “heroico ataque en Jerusalén”.
Todo Israel se encuentra ahora en estado de alerta máxima tras el atentado y el despliegue masivo de las fuerzas de seguridad es notable en Jerusalén.
El atentado llega un día después de que Abás decidiera reanudar las negociaciones de paz con Israel que había congelado unos días antes a raíz de una vasta operación militar israelí en Gaza que dejó 128 muertos y cerca de 400 heridos.
Se trata del ataque más mortífero en Jerusalén desde que en 2004 un “hombre bomba” de las Brigadas de Mártires de Al-Aksa, el brazo armado de Al-Fatah, matase a once personas e hiriese a más de cuarenta en un autobús.
Tras un 2007 con su solo atentado suicida -en una panadería en la ciudad costera de Eilat -, el de ayer es ya el segundo ataque del presente año, después de que dos terroristas mataran a una israelí el pasado 4 de febrero en la ciudad de Dimona, en el sur del país.
Ataque terrorista deja ocho muertos en escuela talmúdica
Jerusalén
EFE
Al menos ocho personas han muerto y nueve han resultado heridas, tres de ellas en estado crítico, en un atentado terrorista en una escuela talmúdica en Jerusalén, el mayor en la ciudad desde 2004.
Ayer poco antes de las nueve de la tarde hora local (19:00 GMT), un atacante logró internarse en el centro, sacó un arma automática y abrió fuego durante varios minutos en todas direcciones contra decenas de estudiantes antes de ser abatido, explicó el responsable policial de distrito, Aharon Franco.
Un soldado paracaidista que llevaba consigo su arma se defendió desencadenando un tiroteo con el infiltrado al que se unieron dos agentes de Policía israelíes.
Según fuentes de las fuerzas de seguridad, el terrorista residía en la parte oriental de Jerusalén, de mayoría árabe y que Israel considera parte inseparable de su capital.
La acción aún no ha sido reivindicada por ningún grupo de forma fiable, aunque Hamás ha manifestado su alegría por esta “operación selectiva”.
La televisión “Al Manar” del grupo islamista libanés Hizbulá lo ha atribuido a las hasta ahora desconocidas “Brigadas de la liberación de Hebrón-Grupo del mártir (Imad) Mugniye”, en referencia al comandante militar de Hizbulá muerto el pasado febrero en un atentado con coche bomba en Damasco.
Dicho grupo reivindicó el ataque en una llamada a la cadena, que no ofreció más detalles al respecto.
Los estudiantes de la escuela talmúdica Mercaz HaRav Kook pensaron inicialmente que dos terroristas se habían infiltrado en el recinto, en parte por la violencia de la acción, aunque la Policía matizó después que sólo uno lo hizo.
Igualmente, el atacante portaba un cinturón que parecía contener una carga explosiva y después se descubrió que albergaba munición extra, explicó el portavoz de la Policía de la ciudad, Shmuel Ben Ruby.
Situada en el barrio de Kiryat Moshé, en la parte occidental de Jerusalén, la escuela talmúdica atacada es una de los mayores de la ciudad.
El centro, emplazado cerca del Tribunal Supremo y del Parlamento israelíes, es considerado una institución emblemática del movimiento sionista religioso favorable a la implantación de asentamientos judíos en Cisjordania.
Mahmud Abás, presidente palestino, se apresuró a condenar en un comunicado el atentado, así como “todos los ataques que tengan a civiles como objetivo”.
Por su parte, el Ministerio israelí de Exteriores subrayó que estos asesinatos “expresan de manera malvada los principios fundamentales” de los radicales palestinos que perpetran actos terroristas.
Por su parte, Condoleezza Rice, secretaria de Estado de Estados Unidos, calificado el atentado de “abyecto”, mientras que la ONU ha decidido convocar con carácter de urgencia una reunión del Consejo de Seguridad para analizar la situación en la zona tras el ataque.
En Gaza, sin embargo, la alegría era notable, principalmente entre milicianos que festejaban el atentado con cánticos y disparos al aire en las calles.
Los activistas, sobre todo de Hamás, hicieron estallar bombas de ruido en las ciudades de la franja, mientras que los conductores expresaron su regocijo haciendo sonar con sus bocinas.
Otros palestinos regalaron dulces y velas en las calles y desde los altavoces de algunas mezquitas se reproducían versículos del Corán y se felicita al pueblo palestino por su “heroico ataque en Jerusalén”.
Todo Israel se encuentra ahora en estado de alerta máxima tras el atentado y el despliegue masivo de las fuerzas de seguridad es notable en Jerusalén.
El atentado llega un día después de que Abás decidiera reanudar las negociaciones de paz con Israel que había congelado unos días antes a raíz de una vasta operación militar israelí en Gaza que dejó 128 muertos y cerca de 400 heridos.
Se trata del ataque más mortífero en Jerusalén desde que en 2004 un “hombre bomba” de las Brigadas de Mártires de Al-Aksa, el brazo armado de Al-Fatah, matase a once personas e hiriese a más de cuarenta en un autobús.
Tras un 2007 con su solo atentado suicida -en una panadería en la ciudad costera de Eilat -, el de ayer es ya el segundo ataque del presente año, después de que dos terroristas mataran a una israelí el pasado 4 de febrero en la ciudad de Dimona, en el sur del país.