Inversionistas recibirían mayores intereses en 2011
Carolina Acuña cacuna@larepublica.net | Lunes 10 enero, 2011
• Necesidad de dinero por parte del Estado elevará tasas del mercado financiero
Inversionistas recibirían mayores intereses en 2011
• Habrá más razones para ahorrar que para endeudarse
Si usted tiene pensado invertir su dinero en instrumentos como certificados a plazo y bonos de deuda estatal, este año que recién inicia es un buen momento. Dado que la necesidad del Gobierno de adquirir recursos frescos para pagar sus cuentas supera los ingresos, Hacienda deberá salir al mercado a pedir prestado.
Esto es positivo para quienes deseen invertir. Por un lado, que el Gobierno tenga un déficit fiscal alto lo obliga a pagar mayores tasas de interés para obtener financiamiento, y por el otro, como los bancos van a querer ser parte de esos inversionistas, podrían elevar sus tasas de captación a plazo para invertir ese dinero en los bonos de deuda del Gobierno.
Este panorama será ideal para el ahorro a toda escala, que, si bien es cierto debería ser una costumbre de todas las familias, es más difícil y mucho menos atractivo cuando se pagan pocos intereses.
Quienes deseen endeudarse no tendrán mucho incentivo. Si el Gobierno necesita dinero, competirá con los solicitantes de crédito privado elevando las tasas de interés activas (las de los préstamos), razón suficiente para que muchos se vean desmotivados a solicitar un préstamo.
El Estado necesita dinero ahora con mucho más apremio que en mucho tiempo, debido a que el déficit fiscal de 2010 cerró con un 5,3% del Producto Interno Bruto, la cifra más alta desde 1994.
Este desbalance entre ingresos y gastos estatales presionará en mayor medida las tasas de interés de largo plazo, mientras las de corto plazo tampoco bajarán debido al sistema de control inflacionario que tiene el Banco Central, el cual mantendrá la liquidez en el mercado.
Entre las inversiones, las de moneda nacional siguen siendo las más apetecidas. Una de las razones es eliminar el riesgo cambiario, y otra, es que dada la baja internacional de tasas para inversiones en dólares, se seguirían pagando mayores premios para las inversiones en colones.
No hay que perder de vista que entre las consecuencias que podría tener este escenario de tasas crecientes en 2011 está un encarecimiento de la deuda interna, lo cual afecta a todos los contribuyentes, que son quienes la financian.
Este panorama no cambiará en el corto o mediano plazo, ya que requiere la aprobación de una reforma fiscal que aumente la carga tributaria nacional y consiga una mayor cantidad de dinero a través de impuestos.
Pero mientras tanto puede aprovechar, si no lo ha hecho, e iniciar con el hábito del ahorro.
Carolina Acuña
cacuna@larepublica.net
Inversionistas recibirían mayores intereses en 2011
• Habrá más razones para ahorrar que para endeudarse
Si usted tiene pensado invertir su dinero en instrumentos como certificados a plazo y bonos de deuda estatal, este año que recién inicia es un buen momento. Dado que la necesidad del Gobierno de adquirir recursos frescos para pagar sus cuentas supera los ingresos, Hacienda deberá salir al mercado a pedir prestado.
Esto es positivo para quienes deseen invertir. Por un lado, que el Gobierno tenga un déficit fiscal alto lo obliga a pagar mayores tasas de interés para obtener financiamiento, y por el otro, como los bancos van a querer ser parte de esos inversionistas, podrían elevar sus tasas de captación a plazo para invertir ese dinero en los bonos de deuda del Gobierno.
Este panorama será ideal para el ahorro a toda escala, que, si bien es cierto debería ser una costumbre de todas las familias, es más difícil y mucho menos atractivo cuando se pagan pocos intereses.
Quienes deseen endeudarse no tendrán mucho incentivo. Si el Gobierno necesita dinero, competirá con los solicitantes de crédito privado elevando las tasas de interés activas (las de los préstamos), razón suficiente para que muchos se vean desmotivados a solicitar un préstamo.
El Estado necesita dinero ahora con mucho más apremio que en mucho tiempo, debido a que el déficit fiscal de 2010 cerró con un 5,3% del Producto Interno Bruto, la cifra más alta desde 1994.
Este desbalance entre ingresos y gastos estatales presionará en mayor medida las tasas de interés de largo plazo, mientras las de corto plazo tampoco bajarán debido al sistema de control inflacionario que tiene el Banco Central, el cual mantendrá la liquidez en el mercado.
Entre las inversiones, las de moneda nacional siguen siendo las más apetecidas. Una de las razones es eliminar el riesgo cambiario, y otra, es que dada la baja internacional de tasas para inversiones en dólares, se seguirían pagando mayores premios para las inversiones en colones.
No hay que perder de vista que entre las consecuencias que podría tener este escenario de tasas crecientes en 2011 está un encarecimiento de la deuda interna, lo cual afecta a todos los contribuyentes, que son quienes la financian.
Este panorama no cambiará en el corto o mediano plazo, ya que requiere la aprobación de una reforma fiscal que aumente la carga tributaria nacional y consiga una mayor cantidad de dinero a través de impuestos.
Pero mientras tanto puede aprovechar, si no lo ha hecho, e iniciar con el hábito del ahorro.
Carolina Acuña
cacuna@larepublica.net