Instrumentos financieros: Titularización
| Martes 08 abril, 2008
Instrumentos financieros
Titulización
De las cuatro tendencias más recientes en los mercados financieros, la titulización había sido catalogada junto con la ingeniería financiera y las redes informáticas, como una de las áreas de mayor crecimiento en el mundo de las finanzas. Su génesis se encuentra en 1970, hace más de 30 años, cuando la Asociación de Hipotecas Nacionales del Gobierno de Estados Unidos (GNMA o Ginnie Mae) introdujo los valores de titulización de hipotecas.
Para el lector bien informado, tal y como lo hemos descrito en otros momentos, es precisamente este instrumento uno de los eslabones que explican parte de la recesión económica que aqueja, actualmente, a la economía norteamericana. Hace más de 30 años, nadie imaginó que dicha innovación financiera se prestaría para fomentar el proceso especulativo iniciado a principios de 2000 en el sector hipotecario. Y menos que, un estallido de la burbuja inmobiliaria llevaría a los actuales apuros económicos de los bancos de inversiones en Wall Street, además de la estruendosa quiebra de grandes y pequeños inversionistas. Provocando que el campo de acción de la Reserva Federal se haya tenido que extender de prestamista de última instancia para la banca comercial, a salvador de la banca de inversiones con la finalidad de paliar los efectos de la crisis nacida en el sector de los bienes inmuebles.
Con las disculpas del caso para el lector, por lo inevitable del comentario anterior, los títulos hipotecarios se diseñaron teniendo presente carteras relativamente homogéneas. Así, cada cartera era el respaldo de los valores GNMA. Los inversionistas que adquirían títulos GNMA recibían acciones prorrateadas tanto de los pagos del principal como de los intereses provenientes de las carteras de hipotecas que los estaban respaldando.
Para el momento de la introducción de los títulos hipotecarios y, todavía, a la fecha, estos valores se tienen como una de las grandes innovaciones de los mercados financieros, ya que se trataba de un valor negociable al igual que otros provenientes del mercado de dinero o los de deuda. De hecho, antes de 1970 al inversionista le resultaba imposible efectuar una inversión directa en hipotecas, siendo que en la actualidad facilitó la compra de títulos de este tipo o la participación en fondos de inversión que ofrecían carteras conformadas por valores provenientes del sector.
Otros préstamos que han sido titulizados son los créditos para la compra de automóviles, préstamos a los estudiantes, créditos a las familias, tarjetas de crédito y deudas de las empresas. Este instrumento también se utiliza por parte de los bancos de Estados Unidos para las carteras de préstamos morosos con los países en vías de desarrollo. El mejor ejemplo de ello fueron las llamadas obligaciones Brady, creadas por el ex secretario del Tesoro de Estados Unidos: Nicholas Brady, quien propuso la formalización de los créditos bancarios a algunos países con condiciones fiscales de gran incertidumbre.
Los bancos de Estados Unidos canjearon sus préstamos a los países con problemas económicos por obligaciones garantizadas por la cartera de esos préstamos. Así, los pagos que, habrían sido realizados por las naciones prestatarias, se orientaron al tenedor de las obligaciones.
En nuestro medio, la titulización ha sido adoptada por los bancos estatales para proyectos de generación de energía eléctrica, como un mecanismos de captación de fondos para financiar obras en conjunto con el ICE. Hasta el momento las incursiones en este campo han sido satisfactorias, ya que el respaldo de los valores está dado por la obra y los flujos futuros que provienen de la venta de la energía.
Los gráficos adjuntos ilustran sobre el proceso de titulización en el sector vivienda en una economía como la de España.
Juan Carlos Pérez Herra
jcperez@larepublica.net
Titulización
De las cuatro tendencias más recientes en los mercados financieros, la titulización había sido catalogada junto con la ingeniería financiera y las redes informáticas, como una de las áreas de mayor crecimiento en el mundo de las finanzas. Su génesis se encuentra en 1970, hace más de 30 años, cuando la Asociación de Hipotecas Nacionales del Gobierno de Estados Unidos (GNMA o Ginnie Mae) introdujo los valores de titulización de hipotecas.
Para el lector bien informado, tal y como lo hemos descrito en otros momentos, es precisamente este instrumento uno de los eslabones que explican parte de la recesión económica que aqueja, actualmente, a la economía norteamericana. Hace más de 30 años, nadie imaginó que dicha innovación financiera se prestaría para fomentar el proceso especulativo iniciado a principios de 2000 en el sector hipotecario. Y menos que, un estallido de la burbuja inmobiliaria llevaría a los actuales apuros económicos de los bancos de inversiones en Wall Street, además de la estruendosa quiebra de grandes y pequeños inversionistas. Provocando que el campo de acción de la Reserva Federal se haya tenido que extender de prestamista de última instancia para la banca comercial, a salvador de la banca de inversiones con la finalidad de paliar los efectos de la crisis nacida en el sector de los bienes inmuebles.
Con las disculpas del caso para el lector, por lo inevitable del comentario anterior, los títulos hipotecarios se diseñaron teniendo presente carteras relativamente homogéneas. Así, cada cartera era el respaldo de los valores GNMA. Los inversionistas que adquirían títulos GNMA recibían acciones prorrateadas tanto de los pagos del principal como de los intereses provenientes de las carteras de hipotecas que los estaban respaldando.
Para el momento de la introducción de los títulos hipotecarios y, todavía, a la fecha, estos valores se tienen como una de las grandes innovaciones de los mercados financieros, ya que se trataba de un valor negociable al igual que otros provenientes del mercado de dinero o los de deuda. De hecho, antes de 1970 al inversionista le resultaba imposible efectuar una inversión directa en hipotecas, siendo que en la actualidad facilitó la compra de títulos de este tipo o la participación en fondos de inversión que ofrecían carteras conformadas por valores provenientes del sector.
Otros préstamos que han sido titulizados son los créditos para la compra de automóviles, préstamos a los estudiantes, créditos a las familias, tarjetas de crédito y deudas de las empresas. Este instrumento también se utiliza por parte de los bancos de Estados Unidos para las carteras de préstamos morosos con los países en vías de desarrollo. El mejor ejemplo de ello fueron las llamadas obligaciones Brady, creadas por el ex secretario del Tesoro de Estados Unidos: Nicholas Brady, quien propuso la formalización de los créditos bancarios a algunos países con condiciones fiscales de gran incertidumbre.
Los bancos de Estados Unidos canjearon sus préstamos a los países con problemas económicos por obligaciones garantizadas por la cartera de esos préstamos. Así, los pagos que, habrían sido realizados por las naciones prestatarias, se orientaron al tenedor de las obligaciones.
En nuestro medio, la titulización ha sido adoptada por los bancos estatales para proyectos de generación de energía eléctrica, como un mecanismos de captación de fondos para financiar obras en conjunto con el ICE. Hasta el momento las incursiones en este campo han sido satisfactorias, ya que el respaldo de los valores está dado por la obra y los flujos futuros que provienen de la venta de la energía.
Los gráficos adjuntos ilustran sobre el proceso de titulización en el sector vivienda en una economía como la de España.
Juan Carlos Pérez Herra
jcperez@larepublica.net