Innovación social, rentable y con futuro
| Martes 15 julio, 2014
La innovación social está enfocada en solucionar los grandes problemas a nivel mundial y hoy juega un papel fundamental
Innovación social, rentable y con futuro
Innovar es vital para el crecimiento económico de los países. En las empresas y negocios, la innovación ya no es una opción sino una necesidad para sobrevivir en el mercado y seguir creciendo.
Consiste en la creación de nuevos productos, procesos o servicios y su implementación en el mercado provocando una aceptación y un cambio.
Igualmente la innovación en el emprendimiento juega un papel trascendental. Un emprendedor con una idea o propuesta innovadora tiene mayor oportunidad de implementar su negocio y permanecer en el tiempo, que los emprendedores rutinarios o tradicionales que buscan implantar un negocio común ya existente.
Hoy en día nos enfrentamos a una serie de problemas a nivel mundial desde crisis financieras, desempleo, problemas políticos, racismo, cambios climáticos, enfermedades, pobreza, desastres naturales, entre otros, que también nos obligan a ser innovadores para enfrentarlos.
Ante todos estos problemas debemos buscar un cambio de paradigma a la hora de crear un nuevo negocio. Debemos hacer conciencia y buscar opciones que provoquen cambios o trasformaciones culturales y sociales para un bienestar común.
La innovación social está enfocada en solucionar los grandes problemas a nivel mundial y en la actualidad juega un papel fundamental. Un gran número de países la están impulsando para mejora la calidad de vida de su población.
Se caracteriza por ser revolucionaria. El apostar por estos proyectos que provocan un gran impacto social o ambiental se ha convertido en una oportunidad de negocio, y esto lo están notando grandes inversionistas internacionales. Organizaciones internacionales como Ashoka, Avina, City Mart, Schwab Foundation, Young Foundation, Small Enterprise Assistance Funds, Unreasonable Institute, están apoyando a nivel mundial a miles de emprendedores sociales.
Ellos saben que están apostando a ganar, ya que además de dar un beneficio a la sociedad, al planeta y a las futuras generaciones, algunos obtienen rendimientos financieros.
Porque debemos tener presente que el emprendimiento social tiene dos enfoques, el de generar un bien social y el económico. El ser un emprendedor social no significa que no puede obtener beneficios o ingresos, de hecho tiene que tenerlos para subsistir. Un producto que va enfocado al bienestar social no tiene que ser gratis, puede ser vendido, pero sin perder su principal meta, que es el provocar un cambio teniendo presente que su nicho es una necesidad social.
Debemos impulsar este tipo de negocios en todo el mundo, buscado tener cada día más empresas que impulsen el desarrollo de productos o servicios para mejorar la salud de las personas, cambiar a la sociedad como al medio ambiente, siendo esto una ganancia para todos.
Christian Valerio Ramírez
Maestría en gestión de la innovación tecnológica, UNA