Iniciativas para reactivar la economía
Se requiere llevar a la práctica, en el sector público también, la ya conocida sentencia de que la crisis representa oportunidades
Redacción La República redaccion@larepublica.net | Viernes 31 julio, 2009
La reactivación por la que clama el sector de la construcción, apelando a la obra pública en vista de la caída en el sector privado debido a la crisis económica mundial, debería mover acciones tendientes a utilizar todas las vías posibles para lograrlo. Sin embargo, la obra pública por concesión no parece dar muestras de haber solucionado su histórica lentitud rayana en lo insólito, por lo cual lo planeado, diseñado y aprobado en un momento dado se realiza diez, 20 ó 30 años después con pérdidas enormes con respecto a cálculos iniciales. Por esto, sin dejar de lado la concesión cuando esta sea la vía idónea por falta de recursos económicos del Estado, se debe considerar la construcción de obra pública de menor envergadura quizás, pero no de menor importancia para el desarrollo del país, en forma directa. Profesionales y trabajadores para los diferentes oficios relacionados con la construcción no faltan en el país. Lo que falta es la iniciativa acertada para generarles fuentes de trabajo. Por otra parte, se supone que existen recursos, producto de donaciones entre otros fondos, que iban a ser utilizados para vivienda popular cuando —con esos mismos fondos— se pagaron asesorías que luego fueron cuestionadas. ¿Por qué no iniciar obras con mayor rapidez si hubo estudios incluso? ¿Por qué no poner el empeño y la voluntad política para realizar sin demoras proyectos que a la vez que signifiquen solución para miles de familias sin vivienda, contribuyan a la reactivación del sector? Un ejemplo son los damnificados de Cinchona, pero hay población sin techo digno en todo el país. Existen profesionales moviendo, por iniciativa propia y con grandes esfuerzos, como lo ha dado a conocer LA REPUBLICA, proyectos para construcciones con materiales alternativos de bajo impacto ambiental utilizables tanto en vivienda popular como en construcciones de lujo. ¿Por qué no unir esfuerzos con estos emprendedores privados para que sus proyectos puedan utilizarse también en obra pública para vivienda destinada a los sectores más deprimidos? Se requiere llevar a la práctica, en el sector público también, la ya conocida sentencia de que la crisis representa oportunidades.