Inflación cerraría por debajo del 6%
Redacción La República redaccion@larepublica.net | Jueves 30 julio, 2009
Meta del Banco Central para este año se redujo gracias a estabilidad en precios de materias primas
Inflación cerraría por debajo del 6%
Tasas de interés se ajustarían a la baja conforme se cumplan los pronósticos de la política monetaria
La baja demanda durante el primer semestre, sumada a la estabilidad en los precios de las materias primas, bajó la expectativa de inflación anual del 8% al 5%. Esto dejaría un margen de cuatro puntos en la variación de los precios al consumidor para el segundo semestre.
La decisión se fundamenta en que la variación de precios acumulada a junio es del 1,2%, la más baja desde 1971; y no se espera un aumento relevante en el consumo ni la producción.
Por este motivo, resurgen las críticas contra las tasas de interés, que al compararlas con la inflación y devaluación evidencian un diferencial elevado.
Esto ayuda a mantener el nivel de compra del costarricense y a que el empresario dedicado al mercado interno logre mantener una producción estable, pero sin aumentar la oferta porque la demanda no crece.
Los sectores productivos reclaman que con una inflación tan baja, es injustificado que la tasa promedio para préstamos se mantenga elevada (21,94%) y que una rebaja ayudaría a la recuperación.
“Imagine que la diferencia entre inflación y lo que se paga por el crédito es como cinco veces el valor de la tasa nominal. En este momento el costo del dinero es demasiado alto, lo cual no tiene fundamento y tampoco ayuda a una recuperación”, aseguró Léiner Vargas, economista de la Universidad Nacional.
Esta teoría sostiene que con mayor crédito, es más sencillo reactivar sectores estratégicos como construcción, turismo y consumo a base de demanda nacional.
En contraste, el Banco Central está a la espera de señales más convincentes de mejora en Estados Unidos, que es el mercado que debiera aumentar la demanda para la industria.
Además, consideran que la caída en las tasas dependerá en mucho de la confianza que tengan los banqueros y empresarios en esta nueva meta a la hora de realizar sus cálculos de inflación; porque son ellos los que propician el cambio en tasas y el precio de los productos.
“Si nosotros como país avanzamos en el proceso de reducción de tasa de inflación y consolidación de inflaciones más bajas a futuro, uno esperaría que las tasas nominales de interés muestren un ajuste; no así las tasas reales, las cuales uno más bien espera que estén unos tres puntos por encima de la inflación esperada”, analizó Francisco de Paula Gutiérrez, presidente del Banco Central.
En el tema cambiario no se espera ningún sobresalto. El Banco Central tuvo un crecimiento en las reservas monetarias por $150 millones durante el primer semestre.
Esto significa que estaría listo para enfrentar un aumento en la demanda de dólares, sin que se dé un incremento en su precio superior al 9% proyectado de devaluación.
Aun con las restricciones crediticias y con la poca variación en la demanda interna y externa, se espera que la producción experimente un leve aumento durante el tercer trimestre del año.
Daniel Chacón
dchacon@larepublica.net
Inflación cerraría por debajo del 6%
Tasas de interés se ajustarían a la baja conforme se cumplan los pronósticos de la política monetaria
La baja demanda durante el primer semestre, sumada a la estabilidad en los precios de las materias primas, bajó la expectativa de inflación anual del 8% al 5%. Esto dejaría un margen de cuatro puntos en la variación de los precios al consumidor para el segundo semestre.
La decisión se fundamenta en que la variación de precios acumulada a junio es del 1,2%, la más baja desde 1971; y no se espera un aumento relevante en el consumo ni la producción.
Por este motivo, resurgen las críticas contra las tasas de interés, que al compararlas con la inflación y devaluación evidencian un diferencial elevado.
Esto ayuda a mantener el nivel de compra del costarricense y a que el empresario dedicado al mercado interno logre mantener una producción estable, pero sin aumentar la oferta porque la demanda no crece.
Los sectores productivos reclaman que con una inflación tan baja, es injustificado que la tasa promedio para préstamos se mantenga elevada (21,94%) y que una rebaja ayudaría a la recuperación.
“Imagine que la diferencia entre inflación y lo que se paga por el crédito es como cinco veces el valor de la tasa nominal. En este momento el costo del dinero es demasiado alto, lo cual no tiene fundamento y tampoco ayuda a una recuperación”, aseguró Léiner Vargas, economista de la Universidad Nacional.
Esta teoría sostiene que con mayor crédito, es más sencillo reactivar sectores estratégicos como construcción, turismo y consumo a base de demanda nacional.
En contraste, el Banco Central está a la espera de señales más convincentes de mejora en Estados Unidos, que es el mercado que debiera aumentar la demanda para la industria.
Además, consideran que la caída en las tasas dependerá en mucho de la confianza que tengan los banqueros y empresarios en esta nueva meta a la hora de realizar sus cálculos de inflación; porque son ellos los que propician el cambio en tasas y el precio de los productos.
“Si nosotros como país avanzamos en el proceso de reducción de tasa de inflación y consolidación de inflaciones más bajas a futuro, uno esperaría que las tasas nominales de interés muestren un ajuste; no así las tasas reales, las cuales uno más bien espera que estén unos tres puntos por encima de la inflación esperada”, analizó Francisco de Paula Gutiérrez, presidente del Banco Central.
En el tema cambiario no se espera ningún sobresalto. El Banco Central tuvo un crecimiento en las reservas monetarias por $150 millones durante el primer semestre.
Esto significa que estaría listo para enfrentar un aumento en la demanda de dólares, sin que se dé un incremento en su precio superior al 9% proyectado de devaluación.
Aun con las restricciones crediticias y con la poca variación en la demanda interna y externa, se espera que la producción experimente un leve aumento durante el tercer trimestre del año.
dchacon@larepublica.net