Inauguran guardería en La Carpio
| Viernes 05 febrero, 2010
Inauguran guardería en La Carpio
La Parroquia Santa Catalina de Alejandría y benefactores creen en los deseos de superación de esta comunidad marginal
Sofía Ramírez
sramirez@larepublica.net
Las familias de La Carpio cuentan ahora con una opción segura para el cuidado de sus hijos mientras trabajan, ya que desde ayer se inauguró en la comunidad la guardería parroquial del Centro de Promoción Comunitaria San Martín de Porres.
Este centro es resultado del esfuerzo de la Parroquia Santa Catalina de Alejandría, y algunos benefactores que creen en los deseos de superación de esta comunidad marginal.
Para la construcción se invirtieron cerca de ¢17 millones, aportados por fondos parroquiales, donaciones y contribución de la misma comunidad, ya que no cuentan con ningún aporte por parte del Estado.
La guardería prestará atención a niños desde dos años y medio hasta 12 años, en horario de 5.45 a.m. a 6 p.m. de lunes a viernes, lo que les da a los padres un lapso de 12 horas para ir a su trabajo.
Además, el centro se encarga de dar formación a los pequeños, ya que también ayuda a aquellos niños en edad escolar con sus tareas.
Para el mantenimiento del centro se cuenta con la ayuda de los padres de familia que aportan un monto simbólico de ¢1.000 diarios por niño, aunque si la familia tiene más de un hijo, solo paga ¢1.600 por todos.
Los gastos de alimentación son donados por la Asociación Buen Samaritano.
“Lo que se busca es brindar una ayuda asistencial a las familias de la zona, que les permita superarse, no se les da todo pero tener un lugar donde cuiden a los niños significa una preocupación menos para las madres que necesitan salir a trabajar”, comentó José Ernesto Ibarra, sacerdote de la Parroquia Santa Catalina de Alejandría.
El centro cuenta con capacidad máxima para 140 niños y hasta el momento tiene matriculados 120, además brinda desde 2001 servicio de comedor. En 2004 se ampliaron los servicios al incluir un aula abierta para niños de preescolar y una clínica odontológica, y en 2006 se abrieron los servicios de pediatría, para los cuales se pide una contribución simbólica.
La Parroquia Santa Catalina de Alejandría y benefactores creen en los deseos de superación de esta comunidad marginal
Sofía Ramírez
sramirez@larepublica.net
Las familias de La Carpio cuentan ahora con una opción segura para el cuidado de sus hijos mientras trabajan, ya que desde ayer se inauguró en la comunidad la guardería parroquial del Centro de Promoción Comunitaria San Martín de Porres.
Este centro es resultado del esfuerzo de la Parroquia Santa Catalina de Alejandría, y algunos benefactores que creen en los deseos de superación de esta comunidad marginal.
Para la construcción se invirtieron cerca de ¢17 millones, aportados por fondos parroquiales, donaciones y contribución de la misma comunidad, ya que no cuentan con ningún aporte por parte del Estado.
La guardería prestará atención a niños desde dos años y medio hasta 12 años, en horario de 5.45 a.m. a 6 p.m. de lunes a viernes, lo que les da a los padres un lapso de 12 horas para ir a su trabajo.
Además, el centro se encarga de dar formación a los pequeños, ya que también ayuda a aquellos niños en edad escolar con sus tareas.
Para el mantenimiento del centro se cuenta con la ayuda de los padres de familia que aportan un monto simbólico de ¢1.000 diarios por niño, aunque si la familia tiene más de un hijo, solo paga ¢1.600 por todos.
Los gastos de alimentación son donados por la Asociación Buen Samaritano.
“Lo que se busca es brindar una ayuda asistencial a las familias de la zona, que les permita superarse, no se les da todo pero tener un lugar donde cuiden a los niños significa una preocupación menos para las madres que necesitan salir a trabajar”, comentó José Ernesto Ibarra, sacerdote de la Parroquia Santa Catalina de Alejandría.
El centro cuenta con capacidad máxima para 140 niños y hasta el momento tiene matriculados 120, además brinda desde 2001 servicio de comedor. En 2004 se ampliaron los servicios al incluir un aula abierta para niños de preescolar y una clínica odontológica, y en 2006 se abrieron los servicios de pediatría, para los cuales se pide una contribución simbólica.