Impulso económico sería modesto
Redacción La República redaccion@larepublica.net | Martes 20 octubre, 2015
RESUMEN EJECUTIVO
El plan del estímulo económico presentado ayer por el gobierno, tendría un efecto positivo pero modesto, ya que el margen de acción es limitado.
Por otro lado, la presión para el empujón también es modesta, ya que Costa Rica cuenta con una expectativa de crecimiento para 2016 superior a la de varios países con que competimos para inversión.
Otros metas del gobierno incluyen mantener baja la inflación, y el tipo de cambio estable, tal como ha sido este año.
El plan del estímulo económico presentado ayer por el gobierno, tendría un efecto positivo pero modesto, ya que el margen de acción es limitado.
Se trataría principalmente de reducir las tasas de interés pagaderas por las empresas, de modo que inviertan en los mecanismos de producción, así como los consumidores, de modo que compren más.
Uno de los factores para hacer eso sería el de presionar a los bancos estatales a responder rápidamente a las rebajas en las tasas que ellos pagan por el dinero, que reciben de sus depositarios.
Si eso sucediera, los intereses que se pagan por los préstamos bajarían también en los bancos privados, que no querrán correr el riesgo de que las personas que piensan endeudarse migren a los públicos.
En este momento, los bancos esperan hasta varios meses para reducir el monto que cobran en sus préstamos.
Sería posible también pedirles a los estatales bajar las tasas, al reducir sus costos operativos.
El sistema de la banca estatal de hecho se está moviendo a un sistema de compensación de los empleados —su principal costo— basado en el Código de Trabajo, y no en las convenciones colectivas, pero habría poca mejoramiento en relación con este punto, ya que esto viene sucediendo desde hace varios años.
En cuanto a una reducción en los márgenes de utilidad, hay poco margen de maniobra, dado que se trata de montos pequeños.
El Banco Nacional, el más grande de los públicos, en 2014 tuvo utilidades de unos ¢43 mil millones.
Al suponer que se requiere la mitad de este monto para invertir en expansión, así como en nuevos programas, eso dejaría unos ¢20 mil millones —una fracción poco relevante de una base de activos valorada en ¢5,5 billones.
Otra forma de reducir el costo del dinero sería imprimirlo, el cual causaría la inflación, afectando a las personas con ingresos fijos, sobre todo los asalariados y pensionados.
Sin embargo, en este momento no hay ninguna indicación de que el Banco Central esté dispuesto a permitir un incremento en la cantidad de dinero disponible en el país.
Otras metas del Gobierno incluyen una baja inflación que incluso cerraría el año cercana al 0% interanual, y un tipo de cambio estable, tal como es la situación actual.
Por otro lado, no habría necesidad de una presión fuerte para empujar una economía que el año entrante crecerá a un ritmo superior al de muchos países del mundo, incluso con los que competimos de forma directa, como México, y Colombia.
En la región, solo Panamá en 2016 tendrá una tasa de crecimiento significativamente mejor que la costarricense, de acuerdo con los datos, que comparten el Banco Central y el Fondo Monetario Internacional.