Huracán Omar pierde intensidad
| Viernes 17 octubre, 2008
Huracán Omar pierde intensidad
Meteorólogos esperan que se transforme en tormenta
Miami
EFE
El ciclón Omar perdió intensidad al desplazarse sobre aguas abiertas del Atlántico y podría ser degradado a tormenta tropical en las próximas 24 horas, informó ayer el Centro Nacional de Huracanes (CNH) de Estados Unidos.
Sus vientos máximos sostenidos bajaron de 140 a 120 kilómetros por hora, pero Omar aún es un huracán de categoría uno, la mínima en la escala de intensidad Saffir-Simpson de un máximo de cinco.
“Se pronostica un debilitamiento gradual del huracán y Omar podría convertirse en tormenta mañana”, indicó el CNH en su boletín de las 21.00 GMT de ayer.
El ojo de Omar, el sétimo huracán de la temporada en la cuenca atlántica, se hallaba a esa hora cerca de la latitud 22,1 grados norte y de la longitud 59,7 grados oeste, unos 560 kilómetros al noreste del norte de las Antillas menores.
El huracán aumentó su velocidad de traslación a 43 kilómetros por hora y se dirige hacia el norte noreste.
El CNH advirtió de que el ciclón todavía arroja intensas lluvias en el centro y norte de las Antillas menores.
En la actual temporada de ciclones en el Atlántico, que comenzó el 1º de junio y finaliza el 30 de noviembre, se han formado 15 tormentas tropicales y siete huracanes.
Los meteorólogos de la Administración Nacional de Océanos y Atmósfera (NOAA) de Estados Unidos vaticinaron que esta temporada sería muy activa, con la posible formación de 14 a 18 tormentas tropicales, de las que entre siete y diez podrían llegar a convertirse en huracanes.
Mientras tanto la depresión tropical que ha afectado a territorios de Honduras y Nicaragua tocó tierra anoche en la costa caribeña guatemalteca y ha dejado de ser una amenaza para este último país, informó ayer una fuente oficial.
Según el Instituto Nacional de Meteorología (Insivumeh), el fenómeno meteorológico empezó a debilitarse al tocar tierra firme y debido también a que entró al mismo tiempo un sistema de alta presión procedente del norte, considerado anticiclónico.
Un experto del Insivumeh, Mynor Díaz, explicó que la depresión ocasionó torrenciales lluvias en regiones del departamento de Izabal, el caribeño de este país.
Además, la mayor parte del territorio guatemalteco amaneció ayer con una pertinaz llovizna por efecto del fenómeno, que ya no representa ningún peligro, según la fuente.
Sin embargo, la alerta amarilla (preventiva) que decretaron las autoridades de protección civil para los departamentos de Izabal, Quiché, Huehuetenango, Alta y Baja Verapaz, Zacapa, Chiquimula, Santa Rosa y Jutiapa se mantiene.
La Coordinadora Nacional para la Reducción de Desastres (Conred) informó ayer de que las lluvias que han caído en las últimas horas provocaron la crecida de al menos tres ríos.
Uno de esos ríos es el Motagua, en la costa caribeña guatemalteca, pero no se han registrado inundaciones y tampoco ha habido necesidad de realizar evacuaciones.
La Conred tiene preparados tres equipos de respuesta inmediata integrados por 30 personas para cualquier eventualidad.
En lo que va del 2008, las torrenciales lluvias han provocado en Guatemala al menos 63 muertos y millonarias pérdidas en la agricultura e infraestructura.
Meteorólogos esperan que se transforme en tormenta
Miami
EFE
El ciclón Omar perdió intensidad al desplazarse sobre aguas abiertas del Atlántico y podría ser degradado a tormenta tropical en las próximas 24 horas, informó ayer el Centro Nacional de Huracanes (CNH) de Estados Unidos.
Sus vientos máximos sostenidos bajaron de 140 a 120 kilómetros por hora, pero Omar aún es un huracán de categoría uno, la mínima en la escala de intensidad Saffir-Simpson de un máximo de cinco.
“Se pronostica un debilitamiento gradual del huracán y Omar podría convertirse en tormenta mañana”, indicó el CNH en su boletín de las 21.00 GMT de ayer.
El ojo de Omar, el sétimo huracán de la temporada en la cuenca atlántica, se hallaba a esa hora cerca de la latitud 22,1 grados norte y de la longitud 59,7 grados oeste, unos 560 kilómetros al noreste del norte de las Antillas menores.
El huracán aumentó su velocidad de traslación a 43 kilómetros por hora y se dirige hacia el norte noreste.
El CNH advirtió de que el ciclón todavía arroja intensas lluvias en el centro y norte de las Antillas menores.
En la actual temporada de ciclones en el Atlántico, que comenzó el 1º de junio y finaliza el 30 de noviembre, se han formado 15 tormentas tropicales y siete huracanes.
Los meteorólogos de la Administración Nacional de Océanos y Atmósfera (NOAA) de Estados Unidos vaticinaron que esta temporada sería muy activa, con la posible formación de 14 a 18 tormentas tropicales, de las que entre siete y diez podrían llegar a convertirse en huracanes.
Mientras tanto la depresión tropical que ha afectado a territorios de Honduras y Nicaragua tocó tierra anoche en la costa caribeña guatemalteca y ha dejado de ser una amenaza para este último país, informó ayer una fuente oficial.
Según el Instituto Nacional de Meteorología (Insivumeh), el fenómeno meteorológico empezó a debilitarse al tocar tierra firme y debido también a que entró al mismo tiempo un sistema de alta presión procedente del norte, considerado anticiclónico.
Un experto del Insivumeh, Mynor Díaz, explicó que la depresión ocasionó torrenciales lluvias en regiones del departamento de Izabal, el caribeño de este país.
Además, la mayor parte del territorio guatemalteco amaneció ayer con una pertinaz llovizna por efecto del fenómeno, que ya no representa ningún peligro, según la fuente.
Sin embargo, la alerta amarilla (preventiva) que decretaron las autoridades de protección civil para los departamentos de Izabal, Quiché, Huehuetenango, Alta y Baja Verapaz, Zacapa, Chiquimula, Santa Rosa y Jutiapa se mantiene.
La Coordinadora Nacional para la Reducción de Desastres (Conred) informó ayer de que las lluvias que han caído en las últimas horas provocaron la crecida de al menos tres ríos.
Uno de esos ríos es el Motagua, en la costa caribeña guatemalteca, pero no se han registrado inundaciones y tampoco ha habido necesidad de realizar evacuaciones.
La Conred tiene preparados tres equipos de respuesta inmediata integrados por 30 personas para cualquier eventualidad.
En lo que va del 2008, las torrenciales lluvias han provocado en Guatemala al menos 63 muertos y millonarias pérdidas en la agricultura e infraestructura.