Huelga en Sao Paulo pone en aprietos a Brasil
EFE | Lunes 09 junio, 2014
Huelga en Sao Paulo pone en aprietos a Brasil
Los trabajadores del metro de Sao Paulo, ciudad que acogerá el próximo jueves el partido inaugural del Mundial de fútbol, decidieron mantener por tiempo indefinido la huelga, que comenzó el pasado jueves.
El Tribunal Regional de Trabajo (TRT) determinó que el sindicato deberá pagar $44.420 diarios por la paralización, aunque tras el incumplimiento de la decisión judicial la multa ascenderá a $222 mil.
La decisión de los trabajadores del metro de mantener la paralización se tomó en una asamblea realizada en Sao Paulo tras la decisión de la Justicia de Trabajo, que fijó un incremento salarial del 9% por parte del metro de Sao Paulo, gestionado por el Gobierno regional, frente al 12% que reclama el sindicato.
“Tenemos un Mundial, el mayor evento deportivo del mundo. El Gobierno del estado tiene elecciones al final del año, tiene que negociar. Tenemos que enfrentar al Gobierno”, justificó Altino Melo dos Prazeres, presidente del Sindicato dos Metroviarios.
El sindicato convocó una manifestación en la estación de metro Ana Rosa, donde el pasado viernes hubo un enfrentamiento entre huelguistas y miembros de la Policía.
El acto contará con el apoyo de otros movimientos sociales como el Movimiento de los Trabajadores Sin Techo, que en las últimas semanas han movilizado a miles de personas en Sao Paulo.
Tras la decisión de ayer domingo, la mayor y más poblada ciudad del país vivirá este lunes su quinto día de huelga parcial, tres días antes del partido inaugural del Mundial de fútbol en Sao Paulo, entre las selecciones de Brasil y Croacia.
Ante estas situaciones de protesta, Dilma Rousseff, presidenta brasileña, pidió a los ciudadanos de ese país que reciban de manera calurosa, humana y respetuosa a los visitantes que llegan a Brasil con motivo del Mundial de fútbol 2014, que comienza en cuatro días.
“Cuando visitamos otros países, durante los Mundiales, fuimos muy bien recibidos”, afirmó Rousseff.
La mandataria confió en que la competición, que comienza el 12 de junio en Sao Paulo, va a poner de manifiesto la alegría, la fuerza y el civismo de Brasil e insistió en que el Mundial va a ser una fiesta, a pesar de las posibles protestas que puedan tener lugar durante el mes que dure el torneo.
“Tengo la seguridad de que el Mundial será una fiesta. Es fundamental que las personas, que son la mayoría de la población brasileña, tengan el derecho a disfrutar de este evento deportivo”, concluyó Rousseff.
Sao Paulo/EFE