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Hospitales privados invierten fortunas para evitar rezago tecnológico

Redacción La República redaccion@larepublica.net | Martes 15 julio, 2008




La idea es brindar buen servicio al tiempo que mantienen competitividad en equipos médicos
Hospitales privados invierten fortunas para evitar rezago tecnológico

• El gasto total de estas empresas suma casi $10 millones
• Doctores coinciden en que el país cuenta con espacio suficiente para que cada centro médico tenga su propio nicho

Pablo Mora
pmora@larepublica.net

El afán por mantener un adecuado posicionamiento en el mercado de la salud privada, así como de proveer a sus pacientes de un servicio de calidad, llevó a las clínicas y hospitales particulares de Costa Rica a invertir fuertes sumas en equipo médico.
Y es que las empresas de salud no escatiman esfuerzos en adquirir los últimos avances tecnológicos en las diferentes ramas médicas, sea cual sea su costo, para atraer pacientes tanto nacionales como extranjeros.
LA REPUBLICA consultó a cuatro entidades de este tipo que invirtieron cientos de miles de dólares en lo último en aparatos médicos e infraestructura.
El Hospital Clínica Bíblica invirtió en el último año $2,6 millones en la adquisición de un laboratorio hemodinámico, tres ecocardiogramas, una banda de prueba de esfuerzo y un balón de contrapulsación.
“La experiencia de casi 80 años con que cuenta nuestro hospital produjo que encontráramos un nicho muy fuerte en el país, principalmente en temas cardiovasculares. Hemos hecho más de 500 cirugías del corazón y somos especialistas en este tipo de diagnóstico”, explicó Jorge Cortés, director médico de ese centro privado.
Para el Hospital Clínica Bíblica la competencia no es tan fuerte como se podría pensar. Esto porque le apuesta a la confianza de sus pacientes en el cuerpo médico y en la calidad de los equipos que adquiere.
“Creemos que cada centro médico privado tiene su propio nicho de clientela. La competencia no nos ha afectado, más bien el número de pacientes que acude a nosotros se incrementa año con año”, especificó Cortés.
El director de ese centro hospitalario aseveró que el quirófano integrado que poseen es un referente en América Latina y que expertos de todo el subcontinente lo visitan para saber cómo funciona.
“Nosotros no tenemos política de precios, sino de calidad. Cobramos de acuerdo con la inversión hecha. Considero que si existen empresas de salud que compiten por costo, no lo harán por calidad. Nuestras tarifas están acordes con las normas del mercado”, señaló Cortés.
Otro centro de salud que le apuesta a la tecnología es el Hospital Jerusalem. Esa empresa realizó una inversión de $850 mil en la incorporación de equipos de última generación, tales como una torre de artroscopia, una tomografía axial computarizada (TAC) y un equipo de rayos X con fluoroscopio.
A diferencia de las otras clínicas, este hospital apostó desde hace varios años a tener un público meta de clase media hacia abajo. Esto debido a las tarifas bajas que ofrece en comparación con otros centros médicos privados, comentó Alberto Laínez, director del centro.
“Somos el sistema alternativo de salud. Nos ubicamos entre el sistema público y las clínicas privadas. Creemos que la única manera de llegar a personas con bajos recursos es brindando un servicio de calidad y precios baratos”, dijo Laínez.
La mala situación económica por la que atravesó el Hospital Jerusalem le redujo la posibilidad de publicitarse por medios masivos. Así que optó por la renovación de sus equipos y la subcontratación de servicios para dar una gama más amplia de posibilidades a sus clientes.
Desde 2006, el Hospital La Católica inició un proceso de reestructuración en todos los quirófanos de cuidados intensivos. El ingreso de capital desde algunos accionistas del Grupo SAMA fue el que hizo posible esta inversión, cuyo capital no fue mencionado.
En ese centro médico consideran la competencia como algo positivo, pues aseguran que el cliente es el primer beneficiado, ya que además de la calidad en el servicio, todas las empresas hospitalarias se esfuerzan por ganar el pulso de actualización de sus aparatos.
“Incluso, tener el equipo no es tanto el problema, sino encontrar personas que lo manejen adecuadamente. Creemos que es muy importante que los hospitales obtengan tecnología de punta. Al final la beneficiada es la salud en general”, manifestó Víctor Manuel Pérez, director del Hospital La Católica.
Finalmente, el Hospital CIMA San José concretó la adquisición de un láser para el tratamiento benigno de la próstata, un aspirador ultrasónico para eliminar tumores cerebrales, medicina nuclear y electroterapia.
Todos estos aparatos junto con cuatro quirófanos integrados que se inaugurarán próximamente suman $5 millones. Eso significa un 20% más de lo invertido el año anterior.








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