Honestidad sentimental
| Jueves 04 diciembre, 2008
Honestidad sentimental
• El cineasta Peter Tolan realiza un interesante debut, entre la comedia y el drama psicológico.
Buscando a Amanda
(Finding Amanda)
Dirección: Peter Tolan Reparto: Matthew Broderick, Brittany Snow, Maura Tierney, Steve Coogan Duración: 1:36 Origen: EE.UU. 2008 Calificación: 7
El actor Matthew Broderick, quien era todo un divo adolescente en los años 80, regresa para encarnar a un personaje complejo en “Buscando a Amanda”, interesante debut del guionista y director Peter Tolan. Aquí, Broderick interpreta a un escritor de programas televisivos, cuyo éxito económico esconde en realidad un enorme vacío espiritual.
Separado de su esposa debido a sus múltiples adicciones, Taylor Peters dejó las drogas y el licor, pero aún indulge en su pasión incontrolable por los juegos de azar, especialmente las carreras de caballos. Con la excusa de ir en busca de su sobrina Amanda, quien se hizo prostituta, Peters viaja a Las Vegas, donde comienza a perder dinero en las apuestas.
Cuando encuentra a Amanda, él intenta convencerla de ingresar a una clínica de rehabilitación. Poco a poco, la relación entre la joven y su tío se deteriora, aunque cada uno termina aprendiendo valiosas lecciones del otro.
Diálogos redactados con inteligencia y recitados con convicción, son los pilares que sostienen un válido análisis de caracteres. El cine comercial acostumbra recurrir a soluciones narrativas banales y frases estereotipadas formuladas por personajes acartonados. En cambio, he aquí seres humanos esbozados con una objetividad poco común: una chica quien ejerce la profesión más antigua del mundo, no por necesidad, sino por elección; y un burgués quien está echando a perder su propia existencia, pero niega con firmeza su problema.
Lo insólito del caso, es que la cinta efectúa un agudo estudio psicológico, sin caer en los fáciles moralismos —plagados de hipocresía— que usualmente acompañan este tipo de figuras. Las actuaciones atinadas de Matthew Broderick y Brittany Snow, adquieren un peso determinante. El primero emplea una sutileza ejemplar, para sugerir los íntimos dilemas de un hombre en conflicto consigo mismo. La segunda concreta una hazaña notable, interiorizando las contradicciones de una muchacha quien oculta un triste historial de abusos, tras una fachada de alegría y desenfado.
Aunque se desarrolla con la ligereza de una comedia de enredos, la trama tiene un fondo muy trágico, abarcando problemáticas sociales ligadas al fracaso individual y la disgregación familiar. Bruscos cambios de tónica afectan la narración, pues el director Tolan no siempre logra encontrar un punto de equilibrio entre humor y dramatismo.
A pesar de sus frecuentes y marcados altibajos, “Buscando a Amanda” convence y deja un recuerdo positivo, gracias a la honestidad sentimental que la caracteriza en todo momento.
• El cineasta Peter Tolan realiza un interesante debut, entre la comedia y el drama psicológico.
Buscando a Amanda
(Finding Amanda)
Dirección: Peter Tolan Reparto: Matthew Broderick, Brittany Snow, Maura Tierney, Steve Coogan Duración: 1:36 Origen: EE.UU. 2008 Calificación: 7
El actor Matthew Broderick, quien era todo un divo adolescente en los años 80, regresa para encarnar a un personaje complejo en “Buscando a Amanda”, interesante debut del guionista y director Peter Tolan. Aquí, Broderick interpreta a un escritor de programas televisivos, cuyo éxito económico esconde en realidad un enorme vacío espiritual.
Separado de su esposa debido a sus múltiples adicciones, Taylor Peters dejó las drogas y el licor, pero aún indulge en su pasión incontrolable por los juegos de azar, especialmente las carreras de caballos. Con la excusa de ir en busca de su sobrina Amanda, quien se hizo prostituta, Peters viaja a Las Vegas, donde comienza a perder dinero en las apuestas.
Cuando encuentra a Amanda, él intenta convencerla de ingresar a una clínica de rehabilitación. Poco a poco, la relación entre la joven y su tío se deteriora, aunque cada uno termina aprendiendo valiosas lecciones del otro.
Diálogos redactados con inteligencia y recitados con convicción, son los pilares que sostienen un válido análisis de caracteres. El cine comercial acostumbra recurrir a soluciones narrativas banales y frases estereotipadas formuladas por personajes acartonados. En cambio, he aquí seres humanos esbozados con una objetividad poco común: una chica quien ejerce la profesión más antigua del mundo, no por necesidad, sino por elección; y un burgués quien está echando a perder su propia existencia, pero niega con firmeza su problema.
Lo insólito del caso, es que la cinta efectúa un agudo estudio psicológico, sin caer en los fáciles moralismos —plagados de hipocresía— que usualmente acompañan este tipo de figuras. Las actuaciones atinadas de Matthew Broderick y Brittany Snow, adquieren un peso determinante. El primero emplea una sutileza ejemplar, para sugerir los íntimos dilemas de un hombre en conflicto consigo mismo. La segunda concreta una hazaña notable, interiorizando las contradicciones de una muchacha quien oculta un triste historial de abusos, tras una fachada de alegría y desenfado.
Aunque se desarrolla con la ligereza de una comedia de enredos, la trama tiene un fondo muy trágico, abarcando problemáticas sociales ligadas al fracaso individual y la disgregación familiar. Bruscos cambios de tónica afectan la narración, pues el director Tolan no siempre logra encontrar un punto de equilibrio entre humor y dramatismo.
A pesar de sus frecuentes y marcados altibajos, “Buscando a Amanda” convence y deja un recuerdo positivo, gracias a la honestidad sentimental que la caracteriza en todo momento.