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Hollande se defiende de las críticas de su expareja

EFE | Sábado 06 septiembre, 2014


Valérie Trierweiler en su libro "Merci pour ce moment", y lamentó que su contenido haya atacado la función presidencial. AFP / La República


Hollande se defiende de las críticas de su expareja

François Hollande, presidente de Francia, se defendió ayer de las críticas lanzadas por su expareja Valérie Trierweiler en su libro "Merci pour ce moment", y lamentó que su contenido haya atacado la función presidencial.
"No aceptaré jamás que se pueda cuestionar el compromiso de toda mi vida, de todo lo que ha fundado mi vida política, mis compromisos, mis responsabilidades, los cargos que he ejercido", dijo en una conferencia de prensa al término de la cumbre de la OTAN en Newport (Gales) transmitida por la cadena de televisión BFM.
La obra de Trierweiler, con una tirada de 200 mil ejemplares y que ya agotó sus existencias en la mayoría de los puntos de venta, cuenta su versión de la relación y de la ruptura, pero ataca también a su imagen pública al desvelar su supuesta hipocresía y su obsesión con los sondeos.
Uno de los extractos que más repercusión ha alcanzado en Francia ha sido aquél en el que la periodista revela que Hollande desprecia en privado a los más desfavorecidos y se refiere a los pobres como "los sin dientes", una expresión que se ha vuelto viral en las redes sociales.
"No dejaré que se cuestione la concepción de mi acción al servicio de los franceses, y principalmente la relación humana que tengo con los más frágiles, los más modestos, humildes, pobres, porque estoy a su servicio y porque esa es mi razón de ser", indicó el presidente desde Gales.
Hollande subrayó que "la función presidencial debe respetarse", no para defender a la persona que esté al frente de Francia, sino porque respetar esa función, en su opinión, es preservar las instituciones del país.
El jefe del Estado galo se defendió también de quienes plantean dudas sobre su continuidad en el poder ante el elevado nivel de impopularidad que arrastra en las encuestas, que está en mínimos históricos desde comienzos de 2013.
"Fui elegido para cinco años. Estoy a mitad de mandato y no hay sondeo, por difícil que sea, que pueda interrumpir el mandato que da el pueblo al presidente de la República", añadió Hollande, quien destacó también que su deber no es ceder a la presión, sino solucionar "las grandes cuestiones" que se le presenten a Francia.
El agravamiento este verano de la impopularidad del presidente francés, François Hollande, unido al libro de su expareja y a un nuevo escándalo fiscal de un miembro de su Gobierno, ha reabierto el debate sobre si puede continuar sin convocar elecciones.
Por otra parte, François Fillon, ex primer ministro conservador que pretende erigirse en jefe de la oposición y líder de su partido, dijo que "no podremos continuar así hasta 2017", en alusión al año en que deberían celebrarse las próximas elecciones presidenciales.
"En el estado actual del país, necesitamos un cambio radical, profundo", señaló en una entrevista a la emisora de radio "Europe 1" Fillon, que consideró que la convocatoria de elecciones "es la única solución cuando hay un bloqueo", pero se cuidó de poner fecha, porque esa cuestión "le corresponde" al jefe del Estado.
En cualquier caso, el que fuera primer ministro durante toda la presidencia de Nicolas Sarkozy (2007-2012) cuestionó que Hollande pueda recuperar el respaldo popular que hace falta para llevar a cabo las reformas que necesita el país.
Una alusión a una encuesta publicada ayer por "Le Figaro", según la cual, el nivel de confianza de los franceses en el jefe del Estado socialista, que está en mínimos históricos desde comienzos de 2013, volvió a empeorar con la remodelación gubernamental de la semana pasada.

Sólo un 13% de los interrogados por el instituto demoscópico TNS Sofres, entre el 28 de agosto y el 1 de septiembre, consideraban que está capacitado para resolver los problemas del país, lo que significa cinco puntos porcentuales menos que en julio, cuando ya se estaba lejos de los mínimos de los dos presidentes precedentes, Nicolas Sarkozy (39%) y Jacques Chirac (36%).
El sondeo se hizo antes de que esta semana se tuviera noticia del libro de la expareja de Hollande, Valérie Trierweiler, en el que cuenta su versión de la relación y la ruptura entre ambos.
A las repercusiones todavía por determinar del libro, se vendrán a sumar las de la dimisión ayer del secretario de Estado del Comercio Exterior y Turismo, Thomas Thévenoud, que sólo llevaba nueve días en el puesto, por incumplir con el fisco.
A la espera de que se conozcan los detalles, el gabinete del primer ministro, Manuel Valls, avanzó que desde que fue nombrado el martes de la semana pasada, se descubrió que Thévenoud no respetaba algunas reglas que se han instaurado sobre la transparencia de los políticos que ocupan ciertos cargos públicos en materia fiscal.EFE

París/EFE







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