Hay que recaudar bien los impuestos
La primera tarea del Ministro de Hacienda debería ser la de recaudar bien los impuestos, ejecutando las leyes actuales, para acabar con la injusticia tributaria
Redacción La República redaccion@larepublica.net | Martes 01 marzo, 2011
La reforma fiscal requiere cirugía mayor, se dice en una nota de este medio hoy. En ella se habla del tema desde las opiniones del presidente de la Comisión de Asuntos Hacendarios del Congreso, Guillermo Zúñiga, y de la Unión Costarricense de Cámaras y Asociaciones del Sector Empresarial Privado.
Se reconoce el alto grado de desaprobación del proyecto tal y como está, no solo por parte de los partidos políticos, sino también de los diferentes sectores. Se enfatiza que la reforma tendría que venir acompañada de otras acciones para que fuera aceptada.
Este periódico ha planteado también, en un análisis sobre el tema, que hay otras acciones que poner en marcha de forma urgente, si de lo que se trata es de que el país cuente con más recursos para hacerles frente a las inversiones y al gasto público. La prioridad es, entre esas otras medidas, cobrar bien los impuestos actuales.
“El nuevo sistema perpetuaría la injusticia que prevalece en el régimen impositivo de este país, bajo el cual las personas decentes colaboran, mientras los demás se burlan de la ley, casi con impunidad”, dice el análisis mencionado. La primera tarea del Ministro de Hacienda debería ser, no la de crear nuevos tributos, sino la de recaudar bien los actuales.
Sin embargo, no se pone el énfasis en esta tarea que incrementaría la recaudación, ejecutando las leyes actuales, para acabar con la injusticia tributaria.
Costa Rica debe salir, en esta materia, de la situación que la mantiene en una condición característica de algunos países en subdesarrollo, donde se da un alto grado de evasión tributaria por parte de muchos que al mismo tiempo le reclaman al Estado servicios de primer mundo.
Una pobre e infrecuente revisión de las declaraciones fiscales, por un posible faltante de auditores a cargo de las tareas en Hacienda, y una situación semejante en aduanas, arroja como resultado que no se recaude lo correcto. Esto debe ser corregido antes de aspirar a que sean aprobadas más leyes en la Asamblea Legislativa destinadas a aumentar la carga tributaria.
Esto último quizás sea lo más fácil, pero no lo justo. Ante esta realidad, que en general el país percibe, resulta lógica la reacción adversa al proyecto para un nuevo régimen impositivo por parte de los partidos políticos y de los diversos sectores nacionales.