Hanna no dejó dudas
Luis Fernado Rojas lrojas@larepublica.net | Lunes 09 enero, 2012
Hanna no dejó dudas
No obstante, Gabriels se mostró insatisfecha por la forma como terminó el combate
Ha visto usted la famosa zaga cinematográfica de Rocky Balboa, en que el boxeador recibía golpes durante toda la pelea para al final pegar un golpe ganador y salir victorioso. Más o menos eso fue lo que se vio el pasado sábado en el Palacio de los Deportes, solo que el final fue diferente, porque era realidad y no ficción.
Y la realidad fue que la costarricense Hanna Gabriels derrotó a Dakota Stone en ocho asaltos, y retuvo su título mundial de las 154 libras de la Organización Mundial de Boxeo, tras darle una paliza a la estadounidense y dejar muy clara su superioridad. Stone fue valiente, pero se nota que a sus 42 años le quedan muy pocos recursos boxísticos como para haber pretendido algo mejor a la aporreada que recibió.
Hanna golpeó y golpeó a una Dakota que parecía no importarle recibir castigo, y que siempre fue tras la costarricense tratando de encontrar el golpe milagroso que resolviera la pelea. Pero no hubo milagro, Gabriels hizo una pelea inteligente, su castigo muy pronto se evidenció en el rostro de la rival, se alejó del peligro y solo en el tercer round se puede decir que las acciones estuvieron algo parejas.
No obstante, lo que faltó en el cierre fue la sonrisa y la euforia clásica de la Gabriels, debido a que ella no quedó satisfecha por la forma como terminó el combate.
En el octavo, después de varios golpes de Hanna, el réferi puertorriqueño Genaro Rodríguez detuvo el combate, y lo que sucedió después fue confuso. Evidentemente a la tica no le gustó mucho la decisión y hasta buscó un micrófono para pedir un aplauso a su contendora, y dijo que es la mejor que ha enfrentado, dejó entrever que no estaba de acuerdo con ese final, y hasta se habló de darle la revancha.
Rodríguez dijo después que detuvo la pelea, que actuó porque era mucho el castigo que estaba recibiendo Dakota, pero quedó la duda de si lo mejor hubiese sido parar la pelea, llamar al médico y que este hubiera emitido su opinión.
Lo cierto es que este final contrastó con toda la euforia que se dio durante el combate, y el público abandonó el Palacio de los Deportes todavía sin digerir mucho el desenlace.
Si bien Hanna ya habla de revancha, pareciera muy temprano confirmar esto, y lo cierto es que Dakota tendría que superar mucho lo mostrado el sábado, para poder hacer interesante un nuevo combate entre ellas.
Luis Rojas
lrojas@larepublica.net
No obstante, Gabriels se mostró insatisfecha por la forma como terminó el combate
Ha visto usted la famosa zaga cinematográfica de Rocky Balboa, en que el boxeador recibía golpes durante toda la pelea para al final pegar un golpe ganador y salir victorioso. Más o menos eso fue lo que se vio el pasado sábado en el Palacio de los Deportes, solo que el final fue diferente, porque era realidad y no ficción.
Y la realidad fue que la costarricense Hanna Gabriels derrotó a Dakota Stone en ocho asaltos, y retuvo su título mundial de las 154 libras de la Organización Mundial de Boxeo, tras darle una paliza a la estadounidense y dejar muy clara su superioridad. Stone fue valiente, pero se nota que a sus 42 años le quedan muy pocos recursos boxísticos como para haber pretendido algo mejor a la aporreada que recibió.
Hanna golpeó y golpeó a una Dakota que parecía no importarle recibir castigo, y que siempre fue tras la costarricense tratando de encontrar el golpe milagroso que resolviera la pelea. Pero no hubo milagro, Gabriels hizo una pelea inteligente, su castigo muy pronto se evidenció en el rostro de la rival, se alejó del peligro y solo en el tercer round se puede decir que las acciones estuvieron algo parejas.
No obstante, lo que faltó en el cierre fue la sonrisa y la euforia clásica de la Gabriels, debido a que ella no quedó satisfecha por la forma como terminó el combate.
En el octavo, después de varios golpes de Hanna, el réferi puertorriqueño Genaro Rodríguez detuvo el combate, y lo que sucedió después fue confuso. Evidentemente a la tica no le gustó mucho la decisión y hasta buscó un micrófono para pedir un aplauso a su contendora, y dijo que es la mejor que ha enfrentado, dejó entrever que no estaba de acuerdo con ese final, y hasta se habló de darle la revancha.
Rodríguez dijo después que detuvo la pelea, que actuó porque era mucho el castigo que estaba recibiendo Dakota, pero quedó la duda de si lo mejor hubiese sido parar la pelea, llamar al médico y que este hubiera emitido su opinión.
Lo cierto es que este final contrastó con toda la euforia que se dio durante el combate, y el público abandonó el Palacio de los Deportes todavía sin digerir mucho el desenlace.
Si bien Hanna ya habla de revancha, pareciera muy temprano confirmar esto, y lo cierto es que Dakota tendría que superar mucho lo mostrado el sábado, para poder hacer interesante un nuevo combate entre ellas.
Luis Rojas
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