Hace falta algo más que reuniones
Es necesario iniciar acciones que saquen al Proyecto Mesoamérica del papel y lo conviertan en la realidad que tanto beneficiaría a la región
Redacción La República redaccion@larepublica.net | Lunes 27 julio, 2009
El Proyecto Mesoamérica, antes llamado Plan Puebla Panamá, no ha pasado de ser un documento firmado por los presidentes de Centroamérica y México en marzo de 2001, cuyos resultados a la fecha son ínfimos. La falta de voluntad política y la escasez de recursos económicos han sido las principales piedras en el camino para que esta buena intención pasara a ser una realidad, dice una información de LA REPUBLICA hoy. Los demás países del istmo han logrado al menos concretar algunas obras de infraestructura en sus zonas fronterizas. Pero Costa Rica no ha pasado de hacer estudios de factibilidad y preinversión. Fueron años estos en que se centró la voluntad política en otros asuntos, como los tratados de libre comercio, sin acompañarlos con las obras de infraestructura que se necesitarían cuando esos acuerdos comenzaran a funcionar. No obstante, no se dieron los pasos conducentes a crear una infraestructura regional que sirviera para potenciar el desarrollo y reducir la pobreza en la zona. Hoy, ante una nueva reunión de los mandatarios para el Proyecto Mesoamérica, hay que tener claro que es necesario algo más que reuniones. Hacen falta condiciones de desarrollo, de competitividad. Mientras el ingreso per cápita en nuestros países siga siendo una renta tan baja, no podrá haber verdadero desarrollo. Este proyecto, que no ha logrado materializarse, es una discusión urgente para una región como esta que sufre las consecuencias de sus estructuras productivas. La construcción del corredor mesoamericano para facilitar el comercio y el paso desde México hasta Panamá requiere una inversión de cada país y es a Costa Rica a quien le corresponde la mayor cifra para cumplir con su parte. Es necesario pasar de esa visión del desarrollo que tenemos, de vivir el momento, lo inmediato, a una capaz de trabajar tanto para el corto como para el mediano y el largo plazo. Y nuestros países deben hacerlo hoy en una coyuntura en que además, urge incorporar a todo el factor de la sostenibilidad. Ambos retos son impostergables.