Guillotina o respiro
Luis Fernado Rojas lrojas@larepublica.net | Miércoles 11 febrero, 2009
Guillotina o respiro
Llegó el momento de la verdad para Eriksson
Luis Rojas
lrojas@larepublica.net
Un México inusualmente tenso, sobre todo a principio de una hexagonal de CONCACAF, donde por lo general siempre han lucido como favoritos, se apresta a iniciar hoy esta serie enfrentando su prueba más difícil en el área, la selección de Estados Unidos.
Los estadounidenses salen como favoritos en este partido que se realizará en el Columbus Crew Stadium, donde los aztecas cayeron en 2001 y 2005 por idéntico 2-0.
El partido no es decisivo para el llamado Tri, pero sí para su entrenador, Sven-Göran Eriksson, el sueco al que ya incluso le tienen equipo de partida y sustituto al frente del seleccionado azteca. Este último sería Javier “Vasco” Aguirre, cesado recientemente del Atlético de Madrid, quien se estrenaría en el próximo partido de los mexicanos, el 28 de marzo, ante Costa Rica en el Estadio Azteca.
Eriksson, que en teoría debió forjarse un mejor ambiente antes de esta hexagonal, pero que no lo hizo, tiene la guillotina en su cuello y si pierde podría correr el mismo destino que tras derrotas ante Estados Unidos, sufrieron Manuel Lapuente en 1991, Miguel Mejía Barón en 1995 y Bora Milutinovic en 1997.
Las estadísticas previas a este partido favorecen a los estadounidenses, que no pierden en casa ante México desde el 15 de febrero de 1998 (en Copa Oro) y en eliminatoria mundialista, desde el 23 de marzo de 2005, en el Azteca.
Aparte de esto, los antecedentes de los últimos tres encuentros como visitante, en la anterior fase de la eliminatoria, no son nada halagadores puesto que México no logró ganar ningún juego. Perdió 1-0 con Honduras, empató 2-2 ante Canadá y cayó 1-0 con Jamaica.
Por parte de Estados Unidos, el técnico Bob Bradley concentró a sus hombres desde hace más de un mes, aunque sus legionarios, entre ellos la estrella Landon Donovan, se juntaron con el equipo 48 horas antes del juego.
El partido se jugará con una baja temperatura que no será mayor a 7ºC y alta probabilidad de lluvia.
Se prevé un juego bastante reservado por parte de los aztecas, que no quieren sorpresas y sí aprovechar los espacios que le brinde el local. Eriksson cuenta para este partido con siete jugadores que militan en el fútbol europeo y cuya experiencia podría ser clave.
Se espera que México maneje su clásico 4-3-3, con un solo hombre en punta que sería el atacante de las Chivas, Carlos Ochoa.
Estados Unidos mantendrá su estilo. Cautela, inteligencia y esperando siempre el momento indicado para asestar el golpe con base en sorpresa, velocidad y contundencia, factores que dominan muy bien los de Bradley, que tienen diez partidos de no perder como locales.
Lo cierto es que un devaluado México llega hoy a Columbus buscando retomar el título de Gigante de la CONCACAF, el cual ha dejado perdido en las canchas del área.
Llegó el momento de la verdad para Eriksson
Luis Rojas
lrojas@larepublica.net
Un México inusualmente tenso, sobre todo a principio de una hexagonal de CONCACAF, donde por lo general siempre han lucido como favoritos, se apresta a iniciar hoy esta serie enfrentando su prueba más difícil en el área, la selección de Estados Unidos.
Los estadounidenses salen como favoritos en este partido que se realizará en el Columbus Crew Stadium, donde los aztecas cayeron en 2001 y 2005 por idéntico 2-0.
El partido no es decisivo para el llamado Tri, pero sí para su entrenador, Sven-Göran Eriksson, el sueco al que ya incluso le tienen equipo de partida y sustituto al frente del seleccionado azteca. Este último sería Javier “Vasco” Aguirre, cesado recientemente del Atlético de Madrid, quien se estrenaría en el próximo partido de los mexicanos, el 28 de marzo, ante Costa Rica en el Estadio Azteca.
Eriksson, que en teoría debió forjarse un mejor ambiente antes de esta hexagonal, pero que no lo hizo, tiene la guillotina en su cuello y si pierde podría correr el mismo destino que tras derrotas ante Estados Unidos, sufrieron Manuel Lapuente en 1991, Miguel Mejía Barón en 1995 y Bora Milutinovic en 1997.
Las estadísticas previas a este partido favorecen a los estadounidenses, que no pierden en casa ante México desde el 15 de febrero de 1998 (en Copa Oro) y en eliminatoria mundialista, desde el 23 de marzo de 2005, en el Azteca.
Aparte de esto, los antecedentes de los últimos tres encuentros como visitante, en la anterior fase de la eliminatoria, no son nada halagadores puesto que México no logró ganar ningún juego. Perdió 1-0 con Honduras, empató 2-2 ante Canadá y cayó 1-0 con Jamaica.
Por parte de Estados Unidos, el técnico Bob Bradley concentró a sus hombres desde hace más de un mes, aunque sus legionarios, entre ellos la estrella Landon Donovan, se juntaron con el equipo 48 horas antes del juego.
El partido se jugará con una baja temperatura que no será mayor a 7ºC y alta probabilidad de lluvia.
Se prevé un juego bastante reservado por parte de los aztecas, que no quieren sorpresas y sí aprovechar los espacios que le brinde el local. Eriksson cuenta para este partido con siete jugadores que militan en el fútbol europeo y cuya experiencia podría ser clave.
Se espera que México maneje su clásico 4-3-3, con un solo hombre en punta que sería el atacante de las Chivas, Carlos Ochoa.
Estados Unidos mantendrá su estilo. Cautela, inteligencia y esperando siempre el momento indicado para asestar el golpe con base en sorpresa, velocidad y contundencia, factores que dominan muy bien los de Bradley, que tienen diez partidos de no perder como locales.
Lo cierto es que un devaluado México llega hoy a Columbus buscando retomar el título de Gigante de la CONCACAF, el cual ha dejado perdido en las canchas del área.