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Gran regalo

Dinia Vargas dvargas@larepublica.net | Jueves 01 diciembre, 2011




Gran regalo
Randall Poveda celebró ayer su cumpleaños 41 con la noticia de que pitará el clásico

A primera hora de la mañana de ayer a Randall Poveda le llegó su regalo de cumpleaños. Una llamada le informaba que la Comisión de Arbitraje lo había designado para ser el silbatero del partido de vuelta entre Alajuelense y Saprissa.
Poveda estaba celebrando su cumpleaños 41 y definitivamente se convirtió en un día que le quedará guardado para siempre.
“Fue la primera llamada que recibí, fue un buen regalo de cumpleaños. Lo tomo con gran alegría en este día tan importante en mi vida”, comentó Poveda, quien estará siendo asistido por Octavio Jara, Osvaldo Luna y Henry Bejarano.
Sin embargo, dice asumir la noticia con mucha madurez, gracias a la experiencia acumulada desde que arrancó como referí. “Lo recibí con mucha madurez y serenidad. Agradecido con la Comisión por la confianza que me da. A título personal y del grupo lo tomamos muy contentos y estamos más que motivados”.
Para Poveda el poder convertirse en el encargado de impartir justicia el domingo en el estadio Morera Soto representa el resultado de lo realizado durante el campeonato.
“Hemos hecho una buena temporada. Es el esfuerzo que se ha realizado durante las 11 fechas que me ha tocado dirigir y en las cuales hemos trabajado a conciencia y honestamente. Este es simplemente un premio”, explicó.
“Esa misma experiencia es la que le permitió dejar los nervios atrás hace mucho tiempo en este tipo de duelos”. A Randall Poveda esos juegos lo motivan, “me lleva a un punto máximo de la motivación personal”.
Su objetivo principal será pasar desapercibido, que es el mejor ejemplo de que se está cumpliendo como se debe, confiando en que “el equipo que pase sea por méritos propios”.
Lograrlo dependerá también del desempaño que tengan sus compañeros. “Estoy muy bien protegido, ha sido una gran designación. Llevo tres compañeros que son aparte tres amigos. Yo sé que el bien de uno va a ser el bien de los cuatro y que el mal de uno será el mal de los cuatro”.
Además, el silbatero sabe que se juega un posible nombramiento para estar en la gran final, en especial después del trabajo realizado por Walter Quesada y Jeffry Solís en los partidos de ida de las semifinales.

Dinia Vagas
dvargas@larepublica.net






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