Google incursiona en celulares
| Sábado 29 marzo, 2008
Google incursiona en celulares
San Francisco -- Una fría mañana de febrero, Andy Rubin camina a paso vivo a lo largo de una fila de pizarrones blancos llenos de ecuaciones en un edificio ubicado en terrenos de Google Inc. en Silicon Valley.
Rubin, científico informático que construye robots como diversión, ha pasado tres años en este santuario secreto de Googleplex. Está dándole los toques finales a uno de los más ambiciosos y arriesgados proyectos que el poderoso sector de Internet jamás haya emprendido: un sistema operativo para teléfonos celulares destinado a darle a Google el mismo dominio de la red móvil del que goza en las búsquedas online en computadoras personales.
“Hemos llegado a un punto en el que cualquiera puede construir un teléfono celular”, dice Rubin, de 44 años, vestido con jeans y camiseta roja de cuello alto mientras explica por qué Google incursiona en el sector inalámbrico, la nueva frontera de Internet. “Lo importante ahora es el software, tener la nueva aplicación revolucionaria”.
Después de atraer a un público que supera a los 588 millones de personas, las cuales realizan búsquedas en más de 200 lenguas, y de ganarse 72% de los $22.500 millones de publicidad anual vinculada con búsquedas en la web, los fundadores de Google, Sergey Brin y Larry Page, quieren crecer más allá de las PC. Son menos ahora los usuarios de Google que abren los avisos de texto adosados a los resultados de sus búsquedas, lo cual amenaza la supervivencia de un ámbito que genera la mayor parte de los $16.600 millones obtenidos por la compañía con las ventas en 2007.
En enero, tales consultas de avisos cayeron 7,5% frente a diciembre, informó la empresa de investigaciones sobre Internet ComScore Inc. Añadió que esto no significa necesariamente que Google fuera a registrar un menor ingreso en el primer trimestre. Sin embargo, después del cuarto trimestre, cuando los beneficios de $3,79 por acción no alcanzaron los $3,91 estimados en promedio por los analistas, los inversores temieron que el debilitamiento de la economía estuviera influyendo en los resultados.
Las acciones de Google, entre las más atractivas del planeta porque se dispararon a ocho veces después de la oferta pública inicial que hizo la compañía el 18 de agosto de 2004 a un máximo de $741,79 el 6 de noviembre de 2007, se derrumbaron este año. El 24 de marzo se negociaban a $460,56, una caída de 33% en 2008 y de 38% respecto de su cierre máximo. El Índice Compuesto Nasdaq se ha deslizado 9,9% desde el 31 de diciembre.
La presencia amenazante de Microsoft Corp. aumenta la ansiedad de los inversores. En febrero, la mayor compañía de programas informáticos hizo una oferta no solicitada de $44.600 millones por Yahoo! Inc., que está segunda detrás de Google en las búsquedas en la web. Yahoo rechazó la oferta el 11 de febrero, diciendo que subvaluaba a la compañía.
Desde entonces, Yahoo ha deliberado sobre como contrarrestar la propuesta, dejando en tensión a los accionistas de Google.
Recurrir a las telecomunicaciones no le facilitará la vida a Google. Microsoft ya disfruta de 21% del mercado estadounidense para sistemas operativos móviles. Obtener a Yahoo le dará al gigante del software el sitio más popular en la Internet móvil, que en conjunto tiene 28 millones de suscriptores, según M:Metrics Inc., una firma de investigación con sede en Seattle. Comparativamente, Google tiene 14,5 millones.
Mientras tanto, las compañías telefónicas que controlan las redes inalámbricas probablemente no prefieran a Google cuando cuentan con el iPhone de Apple Inc. y otros productos atractivos. Ralph de la Vega, máximo responsable de la división inalámbrica de AT&T Inc., dice que el llamado “Google phone” (teléfono de Google) probablemente se convierta en uno más entre las muchas ofertas en las tiendas de AT&T.
Ganarse la Red móvil, uno de los mayores y potencialmente más lucrativos mercados de Internet, ayudará mucho a Google en la tarea de eliminar tales dudas. En todo el mundo hay más de 3.300 millones de teléfonos celulares, cerca de uno por cada dos personas del planeta. Para 2010, la cifra podría saltar a 4 mil millones, o el triple de la cantidad de computadoras personales, según la firma de investigaciones Gartner Inc.
Brin y Page quieren que la primera página que los usuarios vean en estos teléfonos sea de Google. A partir de allí, los clientes recurrirán al software de Google para navegar en busca de información, enviar correos electrónicos a los amigos, mirar videos o encontrar el restaurante más cercano, tal como lo hacen en sus PC. Google apuesta a que su sistema operativo Android y sus programas para telefonía móvil atraerán a millones de clientes, a los que podrá mostrar avisos publicitarios, como lo hace en las PC.
Incursionar en un mercado tan competitivo como las telecomunicaciones móviles será un desafío diferente de los anteriores en los 10 años de historia de Google. A pesar de toda la ambición e ingenuidad que Rubin y el resto de la compañía poseen, este poderoso gigante podría descubrir que la Internet móvil es una arena donde Google tal vez se convierta en sinónimo de extralimitación.
San Francisco -- Una fría mañana de febrero, Andy Rubin camina a paso vivo a lo largo de una fila de pizarrones blancos llenos de ecuaciones en un edificio ubicado en terrenos de Google Inc. en Silicon Valley.
Rubin, científico informático que construye robots como diversión, ha pasado tres años en este santuario secreto de Googleplex. Está dándole los toques finales a uno de los más ambiciosos y arriesgados proyectos que el poderoso sector de Internet jamás haya emprendido: un sistema operativo para teléfonos celulares destinado a darle a Google el mismo dominio de la red móvil del que goza en las búsquedas online en computadoras personales.
“Hemos llegado a un punto en el que cualquiera puede construir un teléfono celular”, dice Rubin, de 44 años, vestido con jeans y camiseta roja de cuello alto mientras explica por qué Google incursiona en el sector inalámbrico, la nueva frontera de Internet. “Lo importante ahora es el software, tener la nueva aplicación revolucionaria”.
Después de atraer a un público que supera a los 588 millones de personas, las cuales realizan búsquedas en más de 200 lenguas, y de ganarse 72% de los $22.500 millones de publicidad anual vinculada con búsquedas en la web, los fundadores de Google, Sergey Brin y Larry Page, quieren crecer más allá de las PC. Son menos ahora los usuarios de Google que abren los avisos de texto adosados a los resultados de sus búsquedas, lo cual amenaza la supervivencia de un ámbito que genera la mayor parte de los $16.600 millones obtenidos por la compañía con las ventas en 2007.
En enero, tales consultas de avisos cayeron 7,5% frente a diciembre, informó la empresa de investigaciones sobre Internet ComScore Inc. Añadió que esto no significa necesariamente que Google fuera a registrar un menor ingreso en el primer trimestre. Sin embargo, después del cuarto trimestre, cuando los beneficios de $3,79 por acción no alcanzaron los $3,91 estimados en promedio por los analistas, los inversores temieron que el debilitamiento de la economía estuviera influyendo en los resultados.
Las acciones de Google, entre las más atractivas del planeta porque se dispararon a ocho veces después de la oferta pública inicial que hizo la compañía el 18 de agosto de 2004 a un máximo de $741,79 el 6 de noviembre de 2007, se derrumbaron este año. El 24 de marzo se negociaban a $460,56, una caída de 33% en 2008 y de 38% respecto de su cierre máximo. El Índice Compuesto Nasdaq se ha deslizado 9,9% desde el 31 de diciembre.
La presencia amenazante de Microsoft Corp. aumenta la ansiedad de los inversores. En febrero, la mayor compañía de programas informáticos hizo una oferta no solicitada de $44.600 millones por Yahoo! Inc., que está segunda detrás de Google en las búsquedas en la web. Yahoo rechazó la oferta el 11 de febrero, diciendo que subvaluaba a la compañía.
Desde entonces, Yahoo ha deliberado sobre como contrarrestar la propuesta, dejando en tensión a los accionistas de Google.
Recurrir a las telecomunicaciones no le facilitará la vida a Google. Microsoft ya disfruta de 21% del mercado estadounidense para sistemas operativos móviles. Obtener a Yahoo le dará al gigante del software el sitio más popular en la Internet móvil, que en conjunto tiene 28 millones de suscriptores, según M:Metrics Inc., una firma de investigación con sede en Seattle. Comparativamente, Google tiene 14,5 millones.
Mientras tanto, las compañías telefónicas que controlan las redes inalámbricas probablemente no prefieran a Google cuando cuentan con el iPhone de Apple Inc. y otros productos atractivos. Ralph de la Vega, máximo responsable de la división inalámbrica de AT&T Inc., dice que el llamado “Google phone” (teléfono de Google) probablemente se convierta en uno más entre las muchas ofertas en las tiendas de AT&T.
Ganarse la Red móvil, uno de los mayores y potencialmente más lucrativos mercados de Internet, ayudará mucho a Google en la tarea de eliminar tales dudas. En todo el mundo hay más de 3.300 millones de teléfonos celulares, cerca de uno por cada dos personas del planeta. Para 2010, la cifra podría saltar a 4 mil millones, o el triple de la cantidad de computadoras personales, según la firma de investigaciones Gartner Inc.
Brin y Page quieren que la primera página que los usuarios vean en estos teléfonos sea de Google. A partir de allí, los clientes recurrirán al software de Google para navegar en busca de información, enviar correos electrónicos a los amigos, mirar videos o encontrar el restaurante más cercano, tal como lo hacen en sus PC. Google apuesta a que su sistema operativo Android y sus programas para telefonía móvil atraerán a millones de clientes, a los que podrá mostrar avisos publicitarios, como lo hace en las PC.
Incursionar en un mercado tan competitivo como las telecomunicaciones móviles será un desafío diferente de los anteriores en los 10 años de historia de Google. A pesar de toda la ambición e ingenuidad que Rubin y el resto de la compañía poseen, este poderoso gigante podría descubrir que la Internet móvil es una arena donde Google tal vez se convierta en sinónimo de extralimitación.