Gobierno de Solís ha buscado el centro político en 2014
| Miércoles 17 diciembre, 2014
ANÁLISIS
Desempeño de los últimos ocho meses tiende al estatismo moderado
Gobierno de Solís ha buscado el centro político en 2014
Por otro lado, el Presidente ha expresado apoyo para sector privado
El reto para el gobierno de Luis Guillermo Solís en 2015 será reducir la brecha entre los sectores público y privado, de modo que la economía crezca de forma sostenible.
En cuanto la política económica, uno de los sucesos más preocupantes de la administración Solís en 2014 tuvo que ver con aprobación de un presupuesto que dañaría la economía, al causar un incremento en las tasas de interés, de modo que afectaría la capacidad de los inversionistas para crear negocios y generar empleos.
Las tasas subirán, mientras el gobierno compite por el dinero que requiere para financiar sus pérdidas, que en 2015 serán de $3,5 mil millones.
Además, el discurso de este gobierno ha enfatizado la importancia de incrementar los impuestos, lo que le quitaría recursos al sector productivo.
Mientras tanto, la administración ha hecho pocas referencias a la necesidad de hacer recortes en los gastos del sector público, que goza de una amplia gama de privilegios, desde el alto nivel de compensación hasta las pensiones de lujo.
En lo que a la reforma laboral se refiere, la nueva ley permite una huelga de hasta 45 días, sea del sector público o privado, a pesar de que tan solo el 30% de los trabajadores la apoyen.
Por otro lado, el gobierno de Solís también ha enviado señales positivas al sector empresarial.
En cuanto a la propia reforma laboral, la ley ordena los procedimientos, además hace fácil para el gobierno castigar a quienes hacen una huelga ilegal, incluso hasta con despido sin responsabilidad patronal.
Las convenciones colectivas, por su parte, serían renegociadas, con el propósito de eliminar varios privilegios excesivos, iniciando con las de Japdeva y el AyA.
Solís, además, en los últimos meses celebró varias conferencias de alto perfil con inversionistas de Estados Unidos y Canadá, enfatizando en cada una el ambiente positivo de Costa Rica para hacer negocios.
Al saber el Presidente que cualquier potencial inversionista hará un análisis frío de la realidad nacional económica, se supone que no invitaría a los empresarios si no tuviera la intención de asegurar que el país sea un destino atractivo para ellos.
Otro aspecto positivo sería el plan para financiar el desarrollo de la infraestructura nacional, tras un mecanismo para financiarla aprovechando los fondos de pensiones.
El llamado mecanismo del fideicomiso no garantiza la eficiencia de cualquier proyecto.
No obstante, este podría incorporar un nivel de supervisión, que incremente la probabilidad del éxito de cualquier proyecto, mientras brinda una buena tasa de retorno para los fondos que invierten en ello.
Fred Blaser
fredblaser@larepublica.net