Gastronomía y estatus
Redacción La República redaccion@larepublica.net | Viernes 30 marzo, 2012
Gastronomía y estatus
Recientemente en Panamá con motivo de Expocomer me tocó compartir la mesa de expositores de un foro que organizó la empresa editorial española Excelencias, con un periodista cubano que desarrolló la conferencia, “¿Existe el Periodismo Gourmet?”.
La charla muy interesante, trajo a la mesa las corrientes actuales de convertir en un símbolo de estatus entre otras ideas y conceptos comentados.
Me parece que hay que poner los pies en la tierra y a pesar de que vivimos en un mundo en el cual se idolatra cada vez más el consumo por el consumo envolviéndonos hasta la médula los tentáculos de lo absurdo y sin sentido (que tiene más valor siempre que atraiga más personas y genere ingresos).
Cada uno puede hacer lo que le dé la gana, pero no debemos quedarnos callados cuando la sociedad se va por la vía de lo banal, lo superfluo, lo fácil, lo aparente, lo sin valor y muchas veces superficial. La gastronomía debe tomarse con respeto y estudiarse bien para no encontrarse repitiendo términos clichés sobre las bebidas (los vinos sobre todo) o historias sobre platos para entretener a la audiencia y quedar ante los demás como un conocedor, pero careciendo de la sustancia.
El punto es claro, estudiemos y experimentemos para generar placer y mejorar en la calidad de vida no solo la nuestra, sino la de quienes nos rodean, haciendo esto haremos bien y construiremos una sociedad auténtica y no burda copia de otra más educada.
Buen provecho y hasta la próxima semana.
Recientemente en Panamá con motivo de Expocomer me tocó compartir la mesa de expositores de un foro que organizó la empresa editorial española Excelencias, con un periodista cubano que desarrolló la conferencia, “¿Existe el Periodismo Gourmet?”.
La charla muy interesante, trajo a la mesa las corrientes actuales de convertir en un símbolo de estatus entre otras ideas y conceptos comentados.
Me parece que hay que poner los pies en la tierra y a pesar de que vivimos en un mundo en el cual se idolatra cada vez más el consumo por el consumo envolviéndonos hasta la médula los tentáculos de lo absurdo y sin sentido (que tiene más valor siempre que atraiga más personas y genere ingresos).
Cada uno puede hacer lo que le dé la gana, pero no debemos quedarnos callados cuando la sociedad se va por la vía de lo banal, lo superfluo, lo fácil, lo aparente, lo sin valor y muchas veces superficial. La gastronomía debe tomarse con respeto y estudiarse bien para no encontrarse repitiendo términos clichés sobre las bebidas (los vinos sobre todo) o historias sobre platos para entretener a la audiencia y quedar ante los demás como un conocedor, pero careciendo de la sustancia.
El punto es claro, estudiemos y experimentemos para generar placer y mejorar en la calidad de vida no solo la nuestra, sino la de quienes nos rodean, haciendo esto haremos bien y construiremos una sociedad auténtica y no burda copia de otra más educada.
Buen provecho y hasta la próxima semana.