No es un abismo, más bien un tobogán

Ganadores y perdedores del precipicio fiscal, ¿dónde está usted?

Costa Rica tiene oportunidades positivas

Costa Rica se contagiaría con la caída en la economía estadounidense que iniciaría el 2 de enero, conocida como el “precipicio fiscal”, que consiste en un momento donde expirarían beneficios fiscales e iniciarían recortes de gastos gubernamentales, si el Congreso y el presidente Obama no llegan a un trato antes.
Sin acuerdo, en 2013 el 90% de los americanos verá un alza en sus impuestos y el gobierno verá un recorte en sus gastos de en promedio un 8%.
Tras lo anterior, en nuestro país el mayor efecto negativo será para las zonas francas, el turismo y los exportadores, al haber un menor consumo.
Pero lo cierto es que el cambio no será tan abrupto como para llamarlo precipicio, dado que los efectos nos serán repentinos, más bien esta pendiente será como un tobogán que verá algunos actores bajar más rápido en sus indicadores y otros más bien podrían escalar a una cima de ganancias, como el sector financiero, que aprovecharía la coyuntura de caos para hacer buenos negocios.
Entre los ganadores, en Costa Rica, están los deudores actuales y quienes quieran contraer deudas.
Con una desaceleración en EE.UU. bajarían las tasas de interés, por lo que el financiamiento externo sería muy barato tanto para empresas como para el gobierno. Eso impactaría también las tasas internas en colones, que están un poco altas.
Por ello, quienes tengan deudas verán reducidos sus pagos por intereses y adquirir un nuevo préstamo estará matizado por bajas tasas, al menos, al inicio.

Otros ganadores serían las entidades financieras, corredores de bolsa y asesores de portafolio, dado un mayor apetito por invertir en suelo tico.
Las bajas tasas en EE.UU. hacen que los inversores vean claro que para conseguir mejores rendimientos tienen que invertir en economías emergentes, como la de Costa Rica, por ello el flujo de inversiones de cartera aumentará, y por lo tanto los bancos, puestos de bolsa, asesores de inversión y toda la cadena financiera verán una mayor transaccionalidad.
Asimismo, los tenedores de bonos verán un mercado más activo, mejor formación de precios y con mayor demanda, buena oportunidad de venta para quien necesite liquidez.
Pero como en toda disputa también habrá perdedores, que son los que no están tan ligados al sector financiero, sino más bien a la producción como los exportadores, las empresas en zona franca y el turismo.
Los empresarios de zonas francas podrían dejar de contratar personas ante un menor consumo de EE.UU.
El sector turismo, que no ha visto calentar el mercado de visitantes norteamericanos en 2012, en 2013 será igual.
Los exportadores fuera de zona franca verán sus productos menos demandados por su principal mercado: EE.UU...
¿Qué hacer? Para los ganadores aprovechar las opciones de inversión y deuda barata. Pero cuidado, esta mejora será pasajera. El consejo para los tenedores de bonos locales es que los precios podrían subir por lo que vender suena interesante.
Para los perdedores la cautela es la clave. Los empresarios tanto de zona franca como exportadores tendrán que apostar por diversificar sus destinos, mantener bajos inventarios y no aumentar gastos. El panorama es complicado pero no tan malo como la crisis de 2008.
Las empresas de turismo deben buscar nuevos huéspedes en otras latitudes y mantenerse atractivos para la demanda nacional, que será nuevamente la que sostenga la ocupación en muchos de los casos.
Finalmente es bueno saber que existen opciones de arreglo en el congreso norteamericano para que este “precipicio” no se dé, pero todas implican ajustes en impuestos y gastos que son inevitables. Por ello es bueno que se prepare para mitigar los daños si está en el grupo menos favorecido, y para aprovechar los nuevos negocios.

Carolina Acuña
cacuna@larepublica.net