Gabriela Cerdas cumple 18 años la madrugada del domingo
Redacción La República redaccion@larepublica.net | Sábado 06 febrero, 2010
Gabriela Cerdas cumple 18 años la madrugada del domingo
Votante más joven del país tiene clara su decisión
Estudiante de sexto año de secundaria asegura que hace dos semanas decidió su voto, pero se lo reservó
Gabriela Cerdas se encuentra en el medio de dos realidades.
En una mitad, es de las alumnas de mayor edad de su colegio, pues está lista para comenzar su sexto año de secundaria en el Liceo Técnico Profesional Dos Cercas.
Además, ya está en la etapa de definir qué carrera desea seguir cuando llegue a la universidad, aunque todo apunta a que tomará el camino de la administración.
Sin embargo, en la otra mitad, es la “cumiche” de la familia electoral costarricense, pues es la votante más joven del padrón nacional.
Gabriela nació el 7 de febrero de 1992, en horas de la madrugada. Casi 18 años después recogerá su cédula el mismo domingo de elecciones, y de allí se dirigirá a emitir su voto en la Escuela Sotero González en San Juan de Dios de Desamparados.
“Casi nadie me ha dicho que soy la votante más joven, pero sí recuerdo que el día que fui a hacer el trámite de la cédula un muchacho me vaciló y me dijo que nací apenitas”, comentó Cerdas.
Actualmente, la electora de menor edad concluye sus estudios académicos, al tiempo que se especializa como ejecutiva en centros de servicio.
Con respecto a la campaña política, no le agradó la forma en que se dio, pues a su parecer hubo mucha guerra y a la gente le interesa más conocer las propuestas.
Tal vez lo anterior influye en sus aspiraciones políticas.
“No, no me interesa, es mucha complicación y llevar adelante un país no es nada fácil”, explica, al tiempo que fundamenta su posición en sus experiencias como vicepresidenta del tribunal electoral de su colegio.
Confiesa que se siente “más o menos grande” por emitir el sufragio, en el cual ya tiene definido por quién va a votar.
“Yo decidí por quién votar hace un par de semanas; estaba indecisa, pero ahora estoy segura”, explica con un cierto aire de orgullo.
Para ella, Laura Chinchilla es “buena”, mientras que Otto Guevara lo asocia al concepto de “cambio”; por su parte, Luis Fishman es “inteligente” y Ottón Solís solamente representa algo “amarillo”.
En caso de que su escogencia no sea la ganadora, Cerdas asegura que no le importa mucho, pues ella cumple con el deber de presentarse a las urnas.
“Yo quiero ejercer el derecho al voto porque, gracias a Dios, en este país tenemos la libertad de opinión y la libertad de escoger a los gobernantes, a mí me parece muy importante hacerlo”, concluyó Cerdas, quien espera poder estrenar su cédula lo antes posible.
Rommel Tellez
rtellez@larepublica.net
Votante más joven del país tiene clara su decisión
Estudiante de sexto año de secundaria asegura que hace dos semanas decidió su voto, pero se lo reservó
Gabriela Cerdas se encuentra en el medio de dos realidades.
En una mitad, es de las alumnas de mayor edad de su colegio, pues está lista para comenzar su sexto año de secundaria en el Liceo Técnico Profesional Dos Cercas.
Además, ya está en la etapa de definir qué carrera desea seguir cuando llegue a la universidad, aunque todo apunta a que tomará el camino de la administración.
Sin embargo, en la otra mitad, es la “cumiche” de la familia electoral costarricense, pues es la votante más joven del padrón nacional.
Gabriela nació el 7 de febrero de 1992, en horas de la madrugada. Casi 18 años después recogerá su cédula el mismo domingo de elecciones, y de allí se dirigirá a emitir su voto en la Escuela Sotero González en San Juan de Dios de Desamparados.
“Casi nadie me ha dicho que soy la votante más joven, pero sí recuerdo que el día que fui a hacer el trámite de la cédula un muchacho me vaciló y me dijo que nací apenitas”, comentó Cerdas.
Actualmente, la electora de menor edad concluye sus estudios académicos, al tiempo que se especializa como ejecutiva en centros de servicio.
Con respecto a la campaña política, no le agradó la forma en que se dio, pues a su parecer hubo mucha guerra y a la gente le interesa más conocer las propuestas.
Tal vez lo anterior influye en sus aspiraciones políticas.
“No, no me interesa, es mucha complicación y llevar adelante un país no es nada fácil”, explica, al tiempo que fundamenta su posición en sus experiencias como vicepresidenta del tribunal electoral de su colegio.
Confiesa que se siente “más o menos grande” por emitir el sufragio, en el cual ya tiene definido por quién va a votar.
“Yo decidí por quién votar hace un par de semanas; estaba indecisa, pero ahora estoy segura”, explica con un cierto aire de orgullo.
Para ella, Laura Chinchilla es “buena”, mientras que Otto Guevara lo asocia al concepto de “cambio”; por su parte, Luis Fishman es “inteligente” y Ottón Solís solamente representa algo “amarillo”.
En caso de que su escogencia no sea la ganadora, Cerdas asegura que no le importa mucho, pues ella cumple con el deber de presentarse a las urnas.
“Yo quiero ejercer el derecho al voto porque, gracias a Dios, en este país tenemos la libertad de opinión y la libertad de escoger a los gobernantes, a mí me parece muy importante hacerlo”, concluyó Cerdas, quien espera poder estrenar su cédula lo antes posible.
Rommel Tellez
rtellez@larepublica.net