Futuro de Hillary Clinton se torna sombrío
| Viernes 16 mayo, 2008
Futuro de Hillary Clinton se torna sombrío
Adhesión de Edwards a campaña de Obama supone un nuevo revés para la senadora cuando su campaña hace agua por falta de financiación
Washington
EFE
El apoyo que el ex senador John Edwards dio ayer a Barack Obama ha ensombrecido aún más el futuro político de Hillary Clinton, que deberá revaluar sus posibilidades de llegar a la Casa Blanca pese a la victoria obtenida este martes en Virginia Occidental.
El momento para hacer público el apoyo de Edwards, que abandonó la carrera presidencial el pasado 31 de enero, no podía haber sido elegido con mayor tino por la campaña de Obama.
Se produjo en horario de máxima audiencia, justo cuando las televisiones deberían hablar del triunfo que la ex primera dama obtuvo el martes en Virginia Occidental, un estado mayoritariamente blanco y de clase trabajadora.
Pero esta victoria ha quedado relegada a un segundo plano por una noticia aún más relevante, como es el apoyo del ex senador de Carolina del Norte, al que durante meses han estado cortejando tanto Obama como Clinton, para lograr su adhesión.
Edwards, que empezó la campaña disputando con Obama y Clinton la candidatura presidencial demócrata, se retiró de la contienda tras recibir escasos apoyos en las urnas, pero, aún así, es un político muy respetado ya que fue el candidato a la vicepresidencia con John Kerry en 2004.
Procedente de una familia pobre de Carolina del Sur, Edwards llegó a ser un prominente abogado y posteriormente se convirtió en senador del estado limítrofe de Carolina del Norte, donde había establecido su residencia.
Dados sus orígenes humildes, Edwards conecta muy bien precisamente con el sector trabajador de Estados Unidos que hasta ahora se le ha resistido a Obama.
Su última carrera presidencial estuvo basada en la defensa de la clase media y la población más desfavorecida de Estados Unidos, y cuando se retiró pidió a los dos contendientes que se comprometieran en la lucha contra la pobreza, algo a lo que accedieron tanto Obama como Hillary.
Por eso, la campaña de Obama confía en que este respaldo público suponga un paso de gigante en las aspiraciones presidenciales del senador de Illinois, cuya capacidad para atraer el voto de la clase blanca trabajadora se puso de nuevo en duda ayer en Virginia Occidental, donde perdió por más de 40 puntos.
Para la senadora por Nueva York, el anuncio formulado por Edwards en Michigan, supone un nuevo revés en un momento en que su campaña hace agua por falta de financiación y por la gran diferencia que le separa de Obama en número de delegados.
En la actualidad, según el recuento de la televisión CNN, Obama cuenta con 1.884 delegados, de los que 284 son 'superdelegados', frente a los 1.718 de Clinton, que por el momento ha conseguido el apoyo de 273 'superdelegados'.
Para asegurarse la candidatura demócrata, uno de los dos debe conseguir el apoyo de, al menos, 2.025 delegados para la Convención Demócrata de agosto próximo, en Denver.
Hasta el momento de su retirada de la campaña, Edwards había conseguido 19 delegados, que ahora tendrán libertad para decidir a quién apoyan, si bien ahora se espera que buena parte de ellos opten por Obama.
Pese a la gran relevancia que se ha concedido al acto de hoy, muchos observadores políticos han destacado el hecho de que la esposa de Edwards, Elisabeth, que le acompañó en cada acto electoral pese a su lucha contra el cáncer, no estuvo a su lado cuando anunció su respaldo a Obama.
De hecho, en sus comparecencias públicas, Elisabeth Edwards no ha escondido su completo apoyo a la reforma sanitaria que defiende la ex primera dama, y que de llevarse a cabo daría una cobertura universal a todos los estadounidenses.
En privado, la esposa de Edwards ha dejado entrever en alguna ocasión sus dudas acerca de que Barack Obama sea el mejor candidato para el partido demócrata.
Adhesión de Edwards a campaña de Obama supone un nuevo revés para la senadora cuando su campaña hace agua por falta de financiación
Washington
EFE
El apoyo que el ex senador John Edwards dio ayer a Barack Obama ha ensombrecido aún más el futuro político de Hillary Clinton, que deberá revaluar sus posibilidades de llegar a la Casa Blanca pese a la victoria obtenida este martes en Virginia Occidental.
El momento para hacer público el apoyo de Edwards, que abandonó la carrera presidencial el pasado 31 de enero, no podía haber sido elegido con mayor tino por la campaña de Obama.
Se produjo en horario de máxima audiencia, justo cuando las televisiones deberían hablar del triunfo que la ex primera dama obtuvo el martes en Virginia Occidental, un estado mayoritariamente blanco y de clase trabajadora.
Pero esta victoria ha quedado relegada a un segundo plano por una noticia aún más relevante, como es el apoyo del ex senador de Carolina del Norte, al que durante meses han estado cortejando tanto Obama como Clinton, para lograr su adhesión.
Edwards, que empezó la campaña disputando con Obama y Clinton la candidatura presidencial demócrata, se retiró de la contienda tras recibir escasos apoyos en las urnas, pero, aún así, es un político muy respetado ya que fue el candidato a la vicepresidencia con John Kerry en 2004.
Procedente de una familia pobre de Carolina del Sur, Edwards llegó a ser un prominente abogado y posteriormente se convirtió en senador del estado limítrofe de Carolina del Norte, donde había establecido su residencia.
Dados sus orígenes humildes, Edwards conecta muy bien precisamente con el sector trabajador de Estados Unidos que hasta ahora se le ha resistido a Obama.
Su última carrera presidencial estuvo basada en la defensa de la clase media y la población más desfavorecida de Estados Unidos, y cuando se retiró pidió a los dos contendientes que se comprometieran en la lucha contra la pobreza, algo a lo que accedieron tanto Obama como Hillary.
Por eso, la campaña de Obama confía en que este respaldo público suponga un paso de gigante en las aspiraciones presidenciales del senador de Illinois, cuya capacidad para atraer el voto de la clase blanca trabajadora se puso de nuevo en duda ayer en Virginia Occidental, donde perdió por más de 40 puntos.
Para la senadora por Nueva York, el anuncio formulado por Edwards en Michigan, supone un nuevo revés en un momento en que su campaña hace agua por falta de financiación y por la gran diferencia que le separa de Obama en número de delegados.
En la actualidad, según el recuento de la televisión CNN, Obama cuenta con 1.884 delegados, de los que 284 son 'superdelegados', frente a los 1.718 de Clinton, que por el momento ha conseguido el apoyo de 273 'superdelegados'.
Para asegurarse la candidatura demócrata, uno de los dos debe conseguir el apoyo de, al menos, 2.025 delegados para la Convención Demócrata de agosto próximo, en Denver.
Hasta el momento de su retirada de la campaña, Edwards había conseguido 19 delegados, que ahora tendrán libertad para decidir a quién apoyan, si bien ahora se espera que buena parte de ellos opten por Obama.
Pese a la gran relevancia que se ha concedido al acto de hoy, muchos observadores políticos han destacado el hecho de que la esposa de Edwards, Elisabeth, que le acompañó en cada acto electoral pese a su lucha contra el cáncer, no estuvo a su lado cuando anunció su respaldo a Obama.
De hecho, en sus comparecencias públicas, Elisabeth Edwards no ha escondido su completo apoyo a la reforma sanitaria que defiende la ex primera dama, y que de llevarse a cabo daría una cobertura universal a todos los estadounidenses.
En privado, la esposa de Edwards ha dejado entrever en alguna ocasión sus dudas acerca de que Barack Obama sea el mejor candidato para el partido demócrata.