Francia aumenta presencia en Mali

El Ministerio francés de Defensa anunció ayer que cuatro aviones de caza Rafale llevaron a cabo varias incursiones aéreas cerca de Gao, en el norte de Mali, en las que se destruyeron “campos de entrenamiento, infraestructuras y depósitos logísticos de grupos terroristas”.
El objetivo principal es que el gobierno de esa nación, recupere el control del norte de ese país, el cual, se encuentra bajo el dominio de varios grupos islámicos considerados terroristas.
“Esta misión ha sido efectuada por cuatro Rafale que han despegado de Francia y con los que se refuerza el dispositivo aéreo francés”, indicó en un comunicado el titular de Defensa, Jean-Yves Le Drian.
Desde París no se precisó el lugar de los ataques, pero una fuente del Ministerio de Defensa de Mali había indicado a Efe que estos se produjeron en las localidades de Lere (cerca de la frontera con Mauritania) y Duentaza, en la periferia de Gao, una de las tres grandes ciudades del norte (junto con Tombuctú y Kidal).
El objetivo de Francia, según destacó Le Drian, “es llevar a cabo una lucha implacable contra los grupos terroristas, evitando toda nueva ofensiva de esos grupos hacia el sur, que amenazaría la estabilidad de ese país amigo”.
Las fuerzas aéreas en sus operaciones contra los terroristas persiguen también “reducir sus capacidades allá donde sea necesario”, objetivo para el cual, tal y como se indicó en el comunicado, “las actuaciones militares emprendidas se mantendrán el tiempo necesario”.
Mientras tanto, los ciudadanos de Mali, con independencia de que sean civiles, militares o políticos, aguardan esperanzados el rápido despliegue de las tropas de la CEDEAO para “liberar” el norte del país de los grupos islamistas radicales que habían iniciado una ofensiva que amenazaba la zona sur.
Para la opinión pública, el despliegue constituye la consecuencia de la operación comenzada el pasado viernes por el ejército regular maliense con apoyo aéreo francés y que tenía por objetivo recuperar la ciudad de Konna, en el centro del país, en la línea fronteriza imaginaria que separa el sur del norte de Mali, y que el jueves cayó en poder de los salafistas.
La presencia de las fuerzas francesas y de la Comunidad de Estados de África Occidental (CEDEAO) ha sido acogida de muy buen grado por los ciudadanos de Mali, en particular por muchos de los pobladores de la región septentrional, controlada por los salafistas desde el pasado junio.
“Esta movilización internacional es una noticia muy buena, pero ahora hace falta aumentar la presión para liberar el norte de las garras de los terroristas y eliminar el miedo y el sufrimiento que padece la población local”, dijo a Efe Aissa Cissé, miembro de la Asociación de Habitantes del Norte.
En junio de 2012, tres grupos salafistas -Ansar Al Din, Monoteísmo y Yihad en África Occidental (MYAO) y Al Qaeda en el Magreb Islámico (AQMI)- se hicieron con el control del norte de Mali, donde impusieron un sistema basado en una estricta interpretación de la “sharía”, la ley islámica.
Los islamistas radicales se apoderaron del norte de Mali tras desalojar a los rebeldes tuareg del Movimiento Nacional de Liberación de Azawad (MNLA) que en abril de 2012 proclamaron unilateralmente la independencia de la región, un vasto territorio de 850.000 kilómetros cuadrados de superficie.
La CEDEAO autorizó el pasado viernes el despliegue inmediato de una fuerza de combate “para ayudar al gobierno de Mali a restablecer su soberanía sobre la totalidad del territorio nacional”.
Entre los países que aportan tropas al contingente (compuesto por entre 3.300 y 3.500 soldados) figuran Senegal, Benin, Níger, Nigeria o Burkina Fasso, entre otros.
El ex presidente del Parlamento maliense Ibrahim Bubacar Keita dijo a Efe que “la prioridad es Mali y si hacen falta tropas multinacionales para que nuestro país recupere la dignidad y la estabilidad, pues adelante y abrámosles las puertas”

Mali / EFE