Formación Dual: Un Desafío para Costa Rica
| Martes 08 septiembre, 2009
Formación Dual: Un Desafío para Costa Rica
Desde que el Gobierno de la República anunció que la crisis financiera sería una realidad en nuestro país, uno de los grandes retos que nos impusimos ha sido como fortalecer el empleo en tiempos de crisis. Este difícil periodo que enfrentamos nos ha hecho plantearnos grandes interrogantes sobre la mejor ruta por emprender para que esta crisis se vuelva una oportunidad. Uno de los temas que reiteradamente se han analizado en el Encuentro por el Empleo y las actividades que de él se han derivado giran en torno a las posibilidades de reforzar el proceso de formación técnica para el país.
La formación técnica en Costa Rica ha sido un baluarte para mejorar la condición de vida de miles de costarricenses que día a día laboran gracias a las capacidades y destrezas que han aprendido en el INA y colegios vocacionales. Esto les ha permitido la incorporación al mercado laboral y contribuir con el mejoramiento de la calidad de vida de sus familias. Sin embargo, en los últimos años el mercado laboral ha demandado mayor cantidad de técnicos en distintas áreas, obligando al sistema formativo a replantear el mecanismo de respuesta ante esta creciente demanda. En este sentido la formación dual es una herramienta que retoma especial importancia.
El sistema de formación dual consiste en la formación de estudiantes —aprendices— que han terminado su educación general básica, a través de un contrato con una empresa certificada que les brinda la oportunidad de realizar su primera experiencia laboral. Lo interesante de este proceso formativo, es que el aprendiz pone en práctica su conocimiento en la empresa hasta por tres días a la semana y el resto asiste al centro de formación, junto a instructores certificados en ese oficio, donde se refuerzan materias integrales como la cívica, un segundo idioma, destrezas administrativas y por ende se fomenta un desarrollo integral.
Así el proceso de formación dual se convierte en un sistema donde se construye el conocimiento a base de estudio, práctica y guía profesional. “Dime y lo olvido, enséñame y lo recuerdo, involúcrame y lo aprendo”, decía Benjamin Franklin. Efectivamente, es esta la oportunidad de que el aprendiz pueda ser parte activa del proceso formativo, por medio de áreas vocacionales que le permitan fortalecer sus destrezas en la empresa, quien reconocerá su trabajo de forma salarial y técnica iniciando su carrera profesional.
El sistema de formación dual ha sido implementado con éxito en Alemania, Chile, España, así como en muchas otras latitudes, donde los sectores laborales, el gobierno y el sector productivo han sabido construir juntos el entorno productivo necesario para que la formación dual sea efectiva. Nuestro reto es redescubrir el potencial de la formación dual en áreas estratégicas para la producción nacional, convirtiéndola en la respuesta para el empleo de muchos jóvenes en tiempos de crisis.
Nos corresponde a nosotros, el generar esos espacios de discusión entre los diferentes actores responsables de implementar la formación dual en nuestro país, para lograr identificar cuáles son los oficios que demanda la fuerza productiva, cuáles son las instituciones de formación que deben participar en este esfuerzo, así como también buscar las alianzas con las empresas para impulsar y revitalizar este mecanismo.
Este reto debe estar enmarcado dentro de una política de Estado que trascienda el esfuerzo de una administración o la visión de un solo partido político. La misión organizada por la OIT en 2008, permitió dar el primer paso en la dirección correcta uniendo esfuerzos de diferentes fuerzas políticas para conocer la experiencia internacional exitosa sobre esta materia. Este esfuerzo se retomará durante los próximos días con una nueva misión que convocará de nuevo a los diferentes actores involucrados.
Será nuestra oportunidad como país el fortalecer a los jóvenes que buscan una opción para aprender y ganar el sustento para vivir. Será nuestro reto el crear condiciones favorables a un proyecto que forjará el desarrollo económico y social para miles de jóvenes que tendrán con éste medio de formación una ruta entre la escuela y su primer empleo.
Mayi Antillón Guerrero.
Ministra de Comunicación y Enlace
Desde que el Gobierno de la República anunció que la crisis financiera sería una realidad en nuestro país, uno de los grandes retos que nos impusimos ha sido como fortalecer el empleo en tiempos de crisis. Este difícil periodo que enfrentamos nos ha hecho plantearnos grandes interrogantes sobre la mejor ruta por emprender para que esta crisis se vuelva una oportunidad. Uno de los temas que reiteradamente se han analizado en el Encuentro por el Empleo y las actividades que de él se han derivado giran en torno a las posibilidades de reforzar el proceso de formación técnica para el país.
La formación técnica en Costa Rica ha sido un baluarte para mejorar la condición de vida de miles de costarricenses que día a día laboran gracias a las capacidades y destrezas que han aprendido en el INA y colegios vocacionales. Esto les ha permitido la incorporación al mercado laboral y contribuir con el mejoramiento de la calidad de vida de sus familias. Sin embargo, en los últimos años el mercado laboral ha demandado mayor cantidad de técnicos en distintas áreas, obligando al sistema formativo a replantear el mecanismo de respuesta ante esta creciente demanda. En este sentido la formación dual es una herramienta que retoma especial importancia.
El sistema de formación dual consiste en la formación de estudiantes —aprendices— que han terminado su educación general básica, a través de un contrato con una empresa certificada que les brinda la oportunidad de realizar su primera experiencia laboral. Lo interesante de este proceso formativo, es que el aprendiz pone en práctica su conocimiento en la empresa hasta por tres días a la semana y el resto asiste al centro de formación, junto a instructores certificados en ese oficio, donde se refuerzan materias integrales como la cívica, un segundo idioma, destrezas administrativas y por ende se fomenta un desarrollo integral.
Así el proceso de formación dual se convierte en un sistema donde se construye el conocimiento a base de estudio, práctica y guía profesional. “Dime y lo olvido, enséñame y lo recuerdo, involúcrame y lo aprendo”, decía Benjamin Franklin. Efectivamente, es esta la oportunidad de que el aprendiz pueda ser parte activa del proceso formativo, por medio de áreas vocacionales que le permitan fortalecer sus destrezas en la empresa, quien reconocerá su trabajo de forma salarial y técnica iniciando su carrera profesional.
El sistema de formación dual ha sido implementado con éxito en Alemania, Chile, España, así como en muchas otras latitudes, donde los sectores laborales, el gobierno y el sector productivo han sabido construir juntos el entorno productivo necesario para que la formación dual sea efectiva. Nuestro reto es redescubrir el potencial de la formación dual en áreas estratégicas para la producción nacional, convirtiéndola en la respuesta para el empleo de muchos jóvenes en tiempos de crisis.
Nos corresponde a nosotros, el generar esos espacios de discusión entre los diferentes actores responsables de implementar la formación dual en nuestro país, para lograr identificar cuáles son los oficios que demanda la fuerza productiva, cuáles son las instituciones de formación que deben participar en este esfuerzo, así como también buscar las alianzas con las empresas para impulsar y revitalizar este mecanismo.
Este reto debe estar enmarcado dentro de una política de Estado que trascienda el esfuerzo de una administración o la visión de un solo partido político. La misión organizada por la OIT en 2008, permitió dar el primer paso en la dirección correcta uniendo esfuerzos de diferentes fuerzas políticas para conocer la experiencia internacional exitosa sobre esta materia. Este esfuerzo se retomará durante los próximos días con una nueva misión que convocará de nuevo a los diferentes actores involucrados.
Será nuestra oportunidad como país el fortalecer a los jóvenes que buscan una opción para aprender y ganar el sustento para vivir. Será nuestro reto el crear condiciones favorables a un proyecto que forjará el desarrollo económico y social para miles de jóvenes que tendrán con éste medio de formación una ruta entre la escuela y su primer empleo.
Mayi Antillón Guerrero.
Ministra de Comunicación y Enlace