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Viernes, 29 de marzo de 2024



EDITORIAL


Fondos de pensión necesitan más opciones donde invertir

| Lunes 22 junio, 2015




Fondos de pensión necesitan más opciones donde invertir


El problema de no diversificar es que se pierden oportunidades de inversión que podrían ofrecer una mejor rentabilidad

Los economistas y analistas financieros utilizan una frase muy común cuando se refieren a las inversiones: nunca se deben poner todos los huevos en la misma canasta. En efecto, la cura para evitar el riesgo de perderlo todo por una mala jugada financiera es diversificar los recursos que se poseen en diferentes canastas u opciones.
Esto adquiere una mayor validez e importancia cuando se trata de los fondos que miles de personas depositan mensualmente con la esperanza de que, cuando lleguen a la edad de retiro, cuenten con recursos suficientes para mantener un nivel de vida similar al que mantienen mientras trabajan.
Recordemos que esos recursos que se depositan mes a mes son administrados por operadoras de pensiones que deben buscar las mejores opciones que les ofrece el mercado para lograr el mayor rendimiento posible, sin poner en riesgo la seguridad de esos fondos.
Pero luego de 15 años de haberse creado estos fondos, nacidos tras la promulgación de la Ley de Protección al Trabajador, notamos que entre un 85% y un 90% de los recursos están concentrados en bonos emitidos por el Estado.
Para muchas personas, no hay nada mejor que invertir en el gobierno. El riesgo de que el Estado no pague es mínimo. No hacerlo para el caso de las pensiones sería un riesgo que el país no estaría dispuesto a correr por la crisis que generaría al dejar en indefensión a miles de personas.
Pero el problema de no diversificar no es realmente ese, sino que se pierden oportunidades de inversión que podrían ofrecer una mejor rentabilidad para esos fondos.
Concentrar todas las inversiones en un solo emisor condena a los fondos de pensión a padecer las crisis que pueda padecer ese único oferente.
Si la crisis fiscal continúa en los próximos años, los mercados estarán menos dispuestos a pagar por bonos costarricenses, por lo que bajarán de precio. Si la cartera de un fondo de pensión está demasiado concentrada en estos títulos, el valor de dicha cartera será menor, por lo que la rentabilidad del fondo caerá y será menor lo que corresponda a los inversionistas, es decir, a los afiliados al fondo de pensión.
Para minimizar este riesgo, los fondos deberían incluir valores de renta variable, como las acciones, o bien participaciones de fondos de inversión y fideicomisos de titularización.
Ante la imposibilidad de encontrar estos instrumentos en el país, las operadoras de pensiones deben buscar en el exterior. La ley les faculta para tener hasta la mitad de los fondos en títulos foráneos.
Pero lo ideal sería que esos miles de millones de dólares pudieran utilizarse para el desarrollo del país.
Sería fantástico encontrar una herramienta que permitiera a los fondos de pensiones invertir en pequeñas empresas costarricenses, lo que ayudaría a su impulso y a la generación de mayores fuentes de empleo.
También sería ideal que se promuevan los fideicomisos de obra pública, de modo que estos inversionistas institucionales puedan participar en el financiamiento de carreteras, puentes, puertos y otras construcciones que ayuden a impulsar el desarrollo del país.
Ya en el pasado se dio la experiencia con proyectos construidos por el ICE con dineros de los afiliados de los fondos de pensión, con muy buenos resultados.
Es necesario redoblar el esfuerzo para encontrar mecanismos que permitan mejorar la rentabilidad de los fondos, con el fin de que todos podamos optar por una mejor pensión.







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