FMI estima que Latinoamérica crecerá 4,3%
| Miércoles 30 enero, 2008
FMI estima que Latinoamérica crecerá 4,3%
Fondo estima que región se verá afectada comercialmente por el empeoramiento de las condiciones de crédito mundial
Washington
EFE
Las turbulencias financieras de los últimos meses no harán mella en el crecimiento de América Latina, que alcanzará un 4,3% este año, pese a que caerá la demanda en los países avanzados, según el FMI.
El organismo actualizó ayer los pronósticos que había adelantado en octubre, desde cuando las cosas han ido de mal en peor en los mercados financieros.
El Fondo Monetario Internacional (FMI) constató el empeoramiento en las condiciones de crédito mundial, lo que para Estados Unidos y Europa se traducirá en una rebaja muy importante de su crecimiento.
En cambio, la institución no tocó sus cálculos para América Latina. En una rueda de prensa, Simon Johnson, el economista jefe del Fondo Monetario Internacional (FMI), explicó el porqué.
“América Latina ha hecho muchos progresos en su marco de política, lo que ha sido extremadamente útil para responder a los problemas externos”, dijo.
“Por fortuna, parece que las instituciones financieras clave no tenían inversiones significativas en el sector de hipotecas de riesgo en Estados Unidos”, añadió.
El colapso de esos valores con el aumento de la morosidad causó el terremoto financiero que sacudió los mercados el año pasado y que sigue haciendo retumbar la tierra.
América Latina tiene suerte de no verse afectada por el lado financiero, pero sí lo sentirá a través del comercio, por la menor demanda de sus productos en Estados Unidos y Europa, alertó Johnson, aunque aclaró que el Fondo ya había descontado ese impacto en sus cálculos de octubre.
Pese a la bajada de ritmo en las maquinarias económicas en los países desarrollados, el Fondo cree que se mantendrán estables los precios de las materias primas, que son una exportación clave de América Latina.
En todo caso, la región experimentará una ralentización, al pasar de un crecimiento del 5,4% en 2007 -0,5 puntos porcentuales más que lo augurado por el Fondo en octubre- al 4,3% este año.
El organismo no ofreció estimativas por países, algo que hará durante su asamblea en abril.
A nivel mundial, la economía del planeta crecerá este año un 4,1%, tres décimas menos que lo calculado inicialmente por el Fondo.
La caída se debe casi exclusivamente a la desaceleración en las economías avanzadas, causada por la “tensión” e “incertidumbre” que agarrotan a los mercados financieros, según el organismo.
En Estados Unidos, el Fondo constató que los problemas en el sector inmobiliario se han extendido al resto de la economía, donde las manufacturas, el empleo y el consumo han perdido dinamismo.
Por ello, redujo en cuatro décimas su previsión de crecimiento para el país, hasta dejarla en el 1,5% para 2008.
El período más difícil serán los seis primeros meses de este año, cuando la economía andará por la cuerda floja y registrará un crecimiento que no llegará al uno%, aunque no caerá en el abismo de la recesión, según Johnson.
En la segunda mitad de 2008, la actividad repuntará gracias a un plan de estímulo fiscal que el Congreso prevé aprobar en las próximas semanas, de acuerdo con el Fondo, que apoya esa medida.
Un golpe similar al estadounidense encajará la zona euro, pues su economía este año se expandirá un 1,6%, en lugar del 2,1 que el Fondo había augurado previamente.
En cambio, China seguirá su ascenso meteórico y crecerá este año un 10%, tan solo una décima menos que lo estimado inicialmente.
En el terreno financiero, la situación sigue sombría. Una desaceleración más acentuada en Estados Unidos podría hacer que las suspensiones de pagos, concentradas hasta ahora en las hipotecas de mayor riesgo, se multipliquen en otros tipos de préstamos, alertó el FMI.
A eso, Johnson añadió el viejo enemigo de la inflación, que calificó como un “riesgo grave” mundial, dado el alto valor del crudo y la fuerte demanda en Asia.
Las autoridades monetarias tendrán que sopesar cómo responder a la presión de los precios en un momento en el que la economía del planeta baja la marcha.
Johnson no les envidió el trabajo. “No es fácil ser gobernador de un banco central en estas circunstancias”, reconoció.
Fondo estima que región se verá afectada comercialmente por el empeoramiento de las condiciones de crédito mundial
Washington
EFE
Las turbulencias financieras de los últimos meses no harán mella en el crecimiento de América Latina, que alcanzará un 4,3% este año, pese a que caerá la demanda en los países avanzados, según el FMI.
El organismo actualizó ayer los pronósticos que había adelantado en octubre, desde cuando las cosas han ido de mal en peor en los mercados financieros.
El Fondo Monetario Internacional (FMI) constató el empeoramiento en las condiciones de crédito mundial, lo que para Estados Unidos y Europa se traducirá en una rebaja muy importante de su crecimiento.
En cambio, la institución no tocó sus cálculos para América Latina. En una rueda de prensa, Simon Johnson, el economista jefe del Fondo Monetario Internacional (FMI), explicó el porqué.
“América Latina ha hecho muchos progresos en su marco de política, lo que ha sido extremadamente útil para responder a los problemas externos”, dijo.
“Por fortuna, parece que las instituciones financieras clave no tenían inversiones significativas en el sector de hipotecas de riesgo en Estados Unidos”, añadió.
El colapso de esos valores con el aumento de la morosidad causó el terremoto financiero que sacudió los mercados el año pasado y que sigue haciendo retumbar la tierra.
América Latina tiene suerte de no verse afectada por el lado financiero, pero sí lo sentirá a través del comercio, por la menor demanda de sus productos en Estados Unidos y Europa, alertó Johnson, aunque aclaró que el Fondo ya había descontado ese impacto en sus cálculos de octubre.
Pese a la bajada de ritmo en las maquinarias económicas en los países desarrollados, el Fondo cree que se mantendrán estables los precios de las materias primas, que son una exportación clave de América Latina.
En todo caso, la región experimentará una ralentización, al pasar de un crecimiento del 5,4% en 2007 -0,5 puntos porcentuales más que lo augurado por el Fondo en octubre- al 4,3% este año.
El organismo no ofreció estimativas por países, algo que hará durante su asamblea en abril.
A nivel mundial, la economía del planeta crecerá este año un 4,1%, tres décimas menos que lo calculado inicialmente por el Fondo.
La caída se debe casi exclusivamente a la desaceleración en las economías avanzadas, causada por la “tensión” e “incertidumbre” que agarrotan a los mercados financieros, según el organismo.
En Estados Unidos, el Fondo constató que los problemas en el sector inmobiliario se han extendido al resto de la economía, donde las manufacturas, el empleo y el consumo han perdido dinamismo.
Por ello, redujo en cuatro décimas su previsión de crecimiento para el país, hasta dejarla en el 1,5% para 2008.
El período más difícil serán los seis primeros meses de este año, cuando la economía andará por la cuerda floja y registrará un crecimiento que no llegará al uno%, aunque no caerá en el abismo de la recesión, según Johnson.
En la segunda mitad de 2008, la actividad repuntará gracias a un plan de estímulo fiscal que el Congreso prevé aprobar en las próximas semanas, de acuerdo con el Fondo, que apoya esa medida.
Un golpe similar al estadounidense encajará la zona euro, pues su economía este año se expandirá un 1,6%, en lugar del 2,1 que el Fondo había augurado previamente.
En cambio, China seguirá su ascenso meteórico y crecerá este año un 10%, tan solo una décima menos que lo estimado inicialmente.
En el terreno financiero, la situación sigue sombría. Una desaceleración más acentuada en Estados Unidos podría hacer que las suspensiones de pagos, concentradas hasta ahora en las hipotecas de mayor riesgo, se multipliquen en otros tipos de préstamos, alertó el FMI.
A eso, Johnson añadió el viejo enemigo de la inflación, que calificó como un “riesgo grave” mundial, dado el alto valor del crudo y la fuerte demanda en Asia.
Las autoridades monetarias tendrán que sopesar cómo responder a la presión de los precios en un momento en el que la economía del planeta baja la marcha.
Johnson no les envidió el trabajo. “No es fácil ser gobernador de un banco central en estas circunstancias”, reconoció.