Ferocidad caracteriza al cartel La Familia
| Martes 14 julio, 2009
Grupo es señalado como amo y señor en Michoacán, México
Ferocidad caracteriza al cartel La Familia
Narcotraficantes lanzaron ofensiva el fin de semana ante arresto de uno de sus líderes
México
AFP
El cártel mexicano de “La Familia Michoacana”, que el fin de semana atacó ocho puestos policiales con un saldo de cuatro muertos, incluidos tres uniformados, se considera depositario de una peculiar “justicia divina” que lleva al extremo la ferocidad contra sus enemigos.
Tras el arresto de uno de sus líderes, Arnoldo Rueda, alias La Minsa, y un frustrado operativo para rescatarlo, comandos atacaron estaciones policiales en las ocho principales ciudades del estado de Michoacán (oeste), incluida Morelia, la capital, mostrando una elevada capacidad de movilización y poder de fuego.
La Familia, formado en 2006 tras una escisión entre las organizaciones La Empresa y Los Zetas, cohesiona a sus integrantes con mensajes místicos que parecen surgidos de un pacífico predicador, aunque el grupo se ha mostrado implacable con sus rivales, apelando a los más violentos métodos, a tal punto que es considerado como uno de los cárteles más feroces de México.
“Si algún día sientes ganas, muchas ganas de llorar, háblame, no prometo hacerte reír, pero puedo llorar contigo. Si algún día (te) sientes triste, búscame, no prometo alegrarte el día. Si algún día quieres contar con alguien, ven corriendo a mí que tal vez yo te pueda escuchar, mi amigo”, dice uno de los mensajes internos firmado por El más loco.
Ese pensamiento forma parte de una serie utilizada de manera motivacional para los integrantes del grupo, que fue hallada durante un allanamiento de las fuerzas de seguridad a uno de sus miembros, al que tuvo acceso la AFP.
El más loco es al parecer el líder del grupo, Nazario Moreno González, quien integra una lista junto a los máximos capos del narcotráfico mexicano, por quienes el gobierno ofrece una recompensa de unos $2 millones.
“Muchachos, ánimo y nunca le tengan miedo a nada ni a nadie, al contrario hay que vencer los obstáculos con valor y decisión, siempre pensando en el éxito porque sólo los perdedores no lo enfrentan”, dice El más loco, quien en la organización predica los valores familiares y la abstinencia de drogas.
Sin embargo, esos pensamientos espirituales contrastan con la irrupción de La Familia en el escenario de la violencia ligada al narcotráfico, cuando en octubre de 2006 un comando arrojó cinco cabezas humanas en la pista de baile de un bar, que estaban acompañadas de un mensaje.
La Familia no mata por paga, no mata mujeres, no mata inocentes, sólo muere quien debe morir. Sépalo toda la gente; esto es justicia divina”, decía el denominado “narcomensaje” de este grupo criminal, que incluso llegó a publicar remitidos en periódicos.
El grupo es señalado como amo y señor en Michoacán, donde ha formado una red de complicidades con fuerzas de seguridad locales e incluso alcaldes, y ha extendido su influencia a otros estados, lo que se considera uno de los motivos del alto nivel de violencia que adquirió la guerra entre los cárteles.
Desesperación
Los ataques de cárteles de las drogas son una “reacción desesperada” a los “golpes” asestados por el gobierno, dijo el lunes el presidente mexicano, Felipe Calderón, al referirse a ocho asaltos a bases policiales lanzados el fin de semana por el grupo criminal de La Familia.
“Sabemos que estas reacciones desesperadas y violentas responden a los severos golpes que ha dado el gobierno a la delincuencia organizada”, dijo Calderón, sin mencionar el nombre del grupo delictivo, durante un acto con campesinos mexicanos.
El fin de semana, el cartel La Familia lanzó ocho ataques contra puestos de la Policía Federal mexicana (PFP) en el estado de Michoacán (oeste), que dejaron cuatro muertos.
Ferocidad caracteriza al cartel La Familia
Narcotraficantes lanzaron ofensiva el fin de semana ante arresto de uno de sus líderes
México
AFP
El cártel mexicano de “La Familia Michoacana”, que el fin de semana atacó ocho puestos policiales con un saldo de cuatro muertos, incluidos tres uniformados, se considera depositario de una peculiar “justicia divina” que lleva al extremo la ferocidad contra sus enemigos.
Tras el arresto de uno de sus líderes, Arnoldo Rueda, alias La Minsa, y un frustrado operativo para rescatarlo, comandos atacaron estaciones policiales en las ocho principales ciudades del estado de Michoacán (oeste), incluida Morelia, la capital, mostrando una elevada capacidad de movilización y poder de fuego.
La Familia, formado en 2006 tras una escisión entre las organizaciones La Empresa y Los Zetas, cohesiona a sus integrantes con mensajes místicos que parecen surgidos de un pacífico predicador, aunque el grupo se ha mostrado implacable con sus rivales, apelando a los más violentos métodos, a tal punto que es considerado como uno de los cárteles más feroces de México.
“Si algún día sientes ganas, muchas ganas de llorar, háblame, no prometo hacerte reír, pero puedo llorar contigo. Si algún día (te) sientes triste, búscame, no prometo alegrarte el día. Si algún día quieres contar con alguien, ven corriendo a mí que tal vez yo te pueda escuchar, mi amigo”, dice uno de los mensajes internos firmado por El más loco.
Ese pensamiento forma parte de una serie utilizada de manera motivacional para los integrantes del grupo, que fue hallada durante un allanamiento de las fuerzas de seguridad a uno de sus miembros, al que tuvo acceso la AFP.
El más loco es al parecer el líder del grupo, Nazario Moreno González, quien integra una lista junto a los máximos capos del narcotráfico mexicano, por quienes el gobierno ofrece una recompensa de unos $2 millones.
“Muchachos, ánimo y nunca le tengan miedo a nada ni a nadie, al contrario hay que vencer los obstáculos con valor y decisión, siempre pensando en el éxito porque sólo los perdedores no lo enfrentan”, dice El más loco, quien en la organización predica los valores familiares y la abstinencia de drogas.
Sin embargo, esos pensamientos espirituales contrastan con la irrupción de La Familia en el escenario de la violencia ligada al narcotráfico, cuando en octubre de 2006 un comando arrojó cinco cabezas humanas en la pista de baile de un bar, que estaban acompañadas de un mensaje.
La Familia no mata por paga, no mata mujeres, no mata inocentes, sólo muere quien debe morir. Sépalo toda la gente; esto es justicia divina”, decía el denominado “narcomensaje” de este grupo criminal, que incluso llegó a publicar remitidos en periódicos.
El grupo es señalado como amo y señor en Michoacán, donde ha formado una red de complicidades con fuerzas de seguridad locales e incluso alcaldes, y ha extendido su influencia a otros estados, lo que se considera uno de los motivos del alto nivel de violencia que adquirió la guerra entre los cárteles.
Desesperación
Los ataques de cárteles de las drogas son una “reacción desesperada” a los “golpes” asestados por el gobierno, dijo el lunes el presidente mexicano, Felipe Calderón, al referirse a ocho asaltos a bases policiales lanzados el fin de semana por el grupo criminal de La Familia.
“Sabemos que estas reacciones desesperadas y violentas responden a los severos golpes que ha dado el gobierno a la delincuencia organizada”, dijo Calderón, sin mencionar el nombre del grupo delictivo, durante un acto con campesinos mexicanos.
El fin de semana, el cartel La Familia lanzó ocho ataques contra puestos de la Policía Federal mexicana (PFP) en el estado de Michoacán (oeste), que dejaron cuatro muertos.