Famosos se apuntan al vientre de alquiler
Redacción La República redaccion@larepublica.net | Martes 03 mayo, 2011
Famosos se apuntan al vientre de alquiler
Por motivos personales o profesionales, se deciden por ese sistema frente al embarazo tradicional o la adopción
Dispuestos a ser padres, cueste lo que cueste, cada vez son más los famosos que recurren a los vientres de alquiler para tener descendencia sin pasar por el embarazo, una moda a la que se habría sumado también el español Miguel Bosé.
El cantante de “Amante bandido”, de 55 años, anunció que fue recientemente padre de dos niños que, según su amiga la periodista Mercedes Milá, fueron gestados en Estados Unidos por ese procedimiento, el mismo al que quiere recurrir la veterana Zsa Zsa Gabor.
La actriz de 94 años, muy débil de salud, busca ahora tomar prestado el útero de otra mujer para su próxima maternidad junto con su esposo Frederic von Anhalt, de 67, con el objeto de conseguir un heredero que lleve su apellido, ya que su única hija, Francesca, es Hilton como su padre, el magnate hotelero Conrad Hilton, bisabuelo de Paris Hilton.
Estos casos están dejando de ser una rareza entre los ricos y famosos que, por motivos personales o profesionales, se deciden por ese sistema frente al embarazo tradicional o la adopción, fórmula preferida por Brad Pitt y Angelina Jolie, o por Sandra Bullock.
A sus 37 años, la también actriz Elizabeth Banks (“Virgen a los 40”, 2005), fue madre por primera vez en marzo, después de que el embrión se hubiera gestado en otra mujer.
“El único verdadero obstáculo que he encarado en mi vida es que soy estéril. Tras años intentando quedarme embarazada sin éxito, nuestro viaje nos llevó hasta un vientre de alquiler: hacemos un ‘pastel de bebé’ y lo cocemos en el ‘horno’ de otra mujer”, escribió en su blog.
Poco meses antes, en diciembre, la ganadora de un Oscar Nicole Kidman y su marido, Keith Urban, ambos de 43 años, dieron la bienvenida a su familia a su segunda hija biológica, nacida en Nashville, en Tennessee, la primera fecundada in vitro en el útero de una extraña.
Un año antes que ellos, Sarah Jessica Parker, de 46 años, y Matthew Broderick, de 49, anunciaron al mundo que eran padres de dos gemelas al cabo de nueve meses de gestación ajenos a la protagonista de “Sex and the City” (“Sexo en Nueva York”), quien confesó posteriormente que la emoción que sintió al conocer a sus hijas fue “diferente” por el proceso, pero “extraordinaria”.
La lista de parejas conocidas que han recurrido en los últimos cinco años a los vientres de alquiler en Estados Unidos incluye al actor Dennis Quaid y su mujer, Kimberly, a la actriz Angela Basset y su marido, Courtney B. Vance, o al actor de “Frasier” Kelsey Grammer y su esposa, Camille, todos los cuales fueron padres de mellizos.
Detrás de esos partos se encuentran empresas especializadas en “crear familias”, tal y como proclama la compañía californiana Center for Surrogate Parenting, donde se buscan mujeres dispuestas a prestar su útero y se ofrecen alternativas a parejas, ya sean heterosexuales u homosexuales, que quieran tener hijos.
Esa fue la clínica contratada por el cantante Elton John y su compañero sentimental, David Furnish, para convertirse en padres de un niño el pasado 25 de diciembre, en su caso, con el óvulo de una donante.
Por un proceso similar pasó el actor de “How I Met Your Mother” (“Cómo conocí a vuestra madre”) Neil Patrick Harris, que fue papá de gemelos junto con su pareja David Burtka en octubre de 2010, lo mismo que el cantante puertorriqueño Ricky Martin en 2008, quien ejerce la paternidad de sus dos hijos en solitario.
Los costos de un embarazo en un vientre de alquiler rondan por término medio los $60 mil, aunque la cantidad puede ascender por encima de los $100 mil en función de la tarifa de la madre gestora, los requerimientos médicos y otros cuidados.
Uno de los artistas pioneros en recurrir a estos servicios fue el difunto “rey del pop” Michael Jackson, que fue padre del menor de sus hijos, Prince Michael II, apodado Blanket, que hoy tiene nueve años, gracias a un embarazo que se gestó, según los tabloides británicos, en el seno de una enfermera de origen hispano.
Los Angeles/ EFE
Por motivos personales o profesionales, se deciden por ese sistema frente al embarazo tradicional o la adopción
Dispuestos a ser padres, cueste lo que cueste, cada vez son más los famosos que recurren a los vientres de alquiler para tener descendencia sin pasar por el embarazo, una moda a la que se habría sumado también el español Miguel Bosé.
El cantante de “Amante bandido”, de 55 años, anunció que fue recientemente padre de dos niños que, según su amiga la periodista Mercedes Milá, fueron gestados en Estados Unidos por ese procedimiento, el mismo al que quiere recurrir la veterana Zsa Zsa Gabor.
La actriz de 94 años, muy débil de salud, busca ahora tomar prestado el útero de otra mujer para su próxima maternidad junto con su esposo Frederic von Anhalt, de 67, con el objeto de conseguir un heredero que lleve su apellido, ya que su única hija, Francesca, es Hilton como su padre, el magnate hotelero Conrad Hilton, bisabuelo de Paris Hilton.
Estos casos están dejando de ser una rareza entre los ricos y famosos que, por motivos personales o profesionales, se deciden por ese sistema frente al embarazo tradicional o la adopción, fórmula preferida por Brad Pitt y Angelina Jolie, o por Sandra Bullock.
A sus 37 años, la también actriz Elizabeth Banks (“Virgen a los 40”, 2005), fue madre por primera vez en marzo, después de que el embrión se hubiera gestado en otra mujer.
“El único verdadero obstáculo que he encarado en mi vida es que soy estéril. Tras años intentando quedarme embarazada sin éxito, nuestro viaje nos llevó hasta un vientre de alquiler: hacemos un ‘pastel de bebé’ y lo cocemos en el ‘horno’ de otra mujer”, escribió en su blog.
Poco meses antes, en diciembre, la ganadora de un Oscar Nicole Kidman y su marido, Keith Urban, ambos de 43 años, dieron la bienvenida a su familia a su segunda hija biológica, nacida en Nashville, en Tennessee, la primera fecundada in vitro en el útero de una extraña.
Un año antes que ellos, Sarah Jessica Parker, de 46 años, y Matthew Broderick, de 49, anunciaron al mundo que eran padres de dos gemelas al cabo de nueve meses de gestación ajenos a la protagonista de “Sex and the City” (“Sexo en Nueva York”), quien confesó posteriormente que la emoción que sintió al conocer a sus hijas fue “diferente” por el proceso, pero “extraordinaria”.
La lista de parejas conocidas que han recurrido en los últimos cinco años a los vientres de alquiler en Estados Unidos incluye al actor Dennis Quaid y su mujer, Kimberly, a la actriz Angela Basset y su marido, Courtney B. Vance, o al actor de “Frasier” Kelsey Grammer y su esposa, Camille, todos los cuales fueron padres de mellizos.
Detrás de esos partos se encuentran empresas especializadas en “crear familias”, tal y como proclama la compañía californiana Center for Surrogate Parenting, donde se buscan mujeres dispuestas a prestar su útero y se ofrecen alternativas a parejas, ya sean heterosexuales u homosexuales, que quieran tener hijos.
Esa fue la clínica contratada por el cantante Elton John y su compañero sentimental, David Furnish, para convertirse en padres de un niño el pasado 25 de diciembre, en su caso, con el óvulo de una donante.
Por un proceso similar pasó el actor de “How I Met Your Mother” (“Cómo conocí a vuestra madre”) Neil Patrick Harris, que fue papá de gemelos junto con su pareja David Burtka en octubre de 2010, lo mismo que el cantante puertorriqueño Ricky Martin en 2008, quien ejerce la paternidad de sus dos hijos en solitario.
Los costos de un embarazo en un vientre de alquiler rondan por término medio los $60 mil, aunque la cantidad puede ascender por encima de los $100 mil en función de la tarifa de la madre gestora, los requerimientos médicos y otros cuidados.
Uno de los artistas pioneros en recurrir a estos servicios fue el difunto “rey del pop” Michael Jackson, que fue padre del menor de sus hijos, Prince Michael II, apodado Blanket, que hoy tiene nueve años, gracias a un embarazo que se gestó, según los tabloides británicos, en el seno de una enfermera de origen hispano.
Los Angeles/ EFE