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EDITORIAL


Faltaron campañas educativas

Redacción La República redaccion@larepublica.net | Lunes 16 marzo, 2009


Editorial


Si bien en Costa Rica la Constitución Política, leyes y decretos regulan lo relacionado con la propiedad intelectual, la realidad es que en el país hay importante actividad de la llamada “piratería”.

No obstante, la entrada en vigencia del Cafta viene a producir un drástico cambio en esta situación al endurecer fuertemente el castigo para quienes violen la ley mediante esa práctica, ya que ahora podrían ir a la cárcel de cuatro a seis años, lo que significa que además no tendrían la posibilidad de acogerse a ejecución condicional de la pena.

Esto ya ha producido cambios en la actividad comercial de algunos practicantes de la piratería aunque otros continúan realizándola, según informa LA REPUBLICA hoy.

El tema y la aplicación misma de la ley en este caso son de gran complejidad y ya se ha iniciado una serie de opiniones encontradas al respecto. No pareciera estar clara y mucho menos para la totalidad de los costarricenses la amplitud de aspectos que abarca el tema de la propiedad intelectual y las posibles violaciones a la ley por su irrespeto.

Ante la proximidad de la entrada en vigencia de estas nuevas regulaciones debió existir una importante campaña educativa dirigida a la población y total claridad acerca de cuáles actos serían castigados con las nuevas sanciones y cuáles podrían considerarse excepciones como el mencionado caso de quien fotocopia un libro de texto como única forma de poder utilizarlo para estudiar ya sea por el elevado precio del original o porque esté agotado.

La condición de quien se encuentra en el caso que acabamos de mencionar es muy distinta de quien realiza copias ilegalmente de cualquier material para el comercio. Son innumerables los casos en que podría existir ambigüedad y especialmente para una población que no ha sido educada para conocer y comprender todos los alcances de la nueva ley.

Los cambios que lleven a este país a dar pasos hacia un modelo de desarrollo existente en otros, no pueden darse únicamente mediante la aprobación de nuevas leyes y sus respectivas sanciones, sino que esto debe acompañarse de procesos educativos. Solo así las transformaciones serán sólidas, sin mayores problemas, de manera fluida y sin conflictos.







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