Falta de tecnología afecta a suplidores nacionales
Redacción La República redaccion@larepublica.net | Martes 06 noviembre, 2007
Empresas extranjeras realizan solo el 10% de sus compras a firmas locales
Falta de tecnología afecta a suplidores nacionales
• Compañías en el país deben invertir importantes sumas para cumplir con estándares de firmas extranjeras
• Empresarios costarricenses admiten que exigencias de internacionales superan estándares locales
Israel Aragón
iaragon@larepublica.net
La falta de la tecnología necesaria para satisfacer las exigencias de los clientes, problemas en las cadenas de abastecimiento y un limitado control en los procesos son las principales deficiencias que presentan la empresas costarricenses para operar como suplidoras de compañías internacionales.
En ese sentido, las empresas en zonas francas realizan solo un 10% de sus compras de materiales a empresas locales, mientras que el resto lo importan.
Asimismo, durante el año pasado en Costa Rica se generaron negocios por $3,9 millones, fruto de encadenamientos con firmas internacionales instaladas en el país.
Sin embargo, estas cifras no crecen de forma paralela a la inversión extranjera directa en el país, que durante el último año aumentó un 71% y alcanzó los $1.469 millones.
Estas son parte de las preocupaciones expresadas por algunas de las empresas participantes del Segundo Foro Intercambio de Empresas Suplidoras, organizado por la Promotora de Comercio Exterior con el objetivo de fomentar encadenamientos entre la industria local y las empresas extranjeras.
“Los procesos de encadenamientos exitosos toman décadas, y las iniciativas del país al respecto apenas llevan seis años. Uno de los mejores ejemplos es Singapur, y llevan más de 40 años fomentando encadenamientos productivos”, dijo al respecto Timothy Scott, director ejecutivo de la Asociación de Zonas Francas.
Los empresarios consideran que los requerimientos de calidad de las multinacionales son muy superiores a los usados en la industria nacional, por lo que las empresas locales que desean convertirse en suplidoras de extranjeras deben recorrer un largo proceso de capacitación e inversión en mejoras de sus procesos y productos.
Algunos empresarios consideran que cuentan con la ventaja de la distancia, lo cual facilita mucho el transporte y reduce los tiempos de espera. Así lo sostuvo Verónica Lacayo, gerente de Suplidores de Vitec Group, empresa especializada en elaborar trípodes.
“Al estar tan cerca se hace más barato, pues no hay que pagar fletes y uno puede tener lo que busca en una hora. Sin embargo, presentan serias deficiencias de confiabilidad en el control de procesos, distribución y en ocasiones no cuentan con la tecnología requerida”, afirmó Lacayo, cuya empresa se abastece de casi 30 compañías suplidoras locales.
Para Daniel Keller, del nacional Grupo Fema, las exigencias de las firmas internacionales ayudan a subir los estándares de calidad de las empresas locales, “porque en Costa Rica no se acostumbran las exigencias que tienen otros países. Las empresas extranjeras siempre piden certificaciones ISO y sistemas de empaque más rigurosos”, expresó.
Otros representantes del sector toman en cuenta el “problema de mentalidad” que existe en el país. Así lo manifiesta Angela García, gerente general de Aka Precisión, quien considera que para satisfacer los requerimientos del mercado internacional los costarricenses “deben superar barreras a las que están acostumbrados e invertir en capacitación y equipo para satisfacer las exigencias del cliente”.
Falta de tecnología afecta a suplidores nacionales
• Compañías en el país deben invertir importantes sumas para cumplir con estándares de firmas extranjeras
• Empresarios costarricenses admiten que exigencias de internacionales superan estándares locales
Israel Aragón
iaragon@larepublica.net
La falta de la tecnología necesaria para satisfacer las exigencias de los clientes, problemas en las cadenas de abastecimiento y un limitado control en los procesos son las principales deficiencias que presentan la empresas costarricenses para operar como suplidoras de compañías internacionales.
En ese sentido, las empresas en zonas francas realizan solo un 10% de sus compras de materiales a empresas locales, mientras que el resto lo importan.
Asimismo, durante el año pasado en Costa Rica se generaron negocios por $3,9 millones, fruto de encadenamientos con firmas internacionales instaladas en el país.
Sin embargo, estas cifras no crecen de forma paralela a la inversión extranjera directa en el país, que durante el último año aumentó un 71% y alcanzó los $1.469 millones.
Estas son parte de las preocupaciones expresadas por algunas de las empresas participantes del Segundo Foro Intercambio de Empresas Suplidoras, organizado por la Promotora de Comercio Exterior con el objetivo de fomentar encadenamientos entre la industria local y las empresas extranjeras.
“Los procesos de encadenamientos exitosos toman décadas, y las iniciativas del país al respecto apenas llevan seis años. Uno de los mejores ejemplos es Singapur, y llevan más de 40 años fomentando encadenamientos productivos”, dijo al respecto Timothy Scott, director ejecutivo de la Asociación de Zonas Francas.
Los empresarios consideran que los requerimientos de calidad de las multinacionales son muy superiores a los usados en la industria nacional, por lo que las empresas locales que desean convertirse en suplidoras de extranjeras deben recorrer un largo proceso de capacitación e inversión en mejoras de sus procesos y productos.
Algunos empresarios consideran que cuentan con la ventaja de la distancia, lo cual facilita mucho el transporte y reduce los tiempos de espera. Así lo sostuvo Verónica Lacayo, gerente de Suplidores de Vitec Group, empresa especializada en elaborar trípodes.
“Al estar tan cerca se hace más barato, pues no hay que pagar fletes y uno puede tener lo que busca en una hora. Sin embargo, presentan serias deficiencias de confiabilidad en el control de procesos, distribución y en ocasiones no cuentan con la tecnología requerida”, afirmó Lacayo, cuya empresa se abastece de casi 30 compañías suplidoras locales.
Para Daniel Keller, del nacional Grupo Fema, las exigencias de las firmas internacionales ayudan a subir los estándares de calidad de las empresas locales, “porque en Costa Rica no se acostumbran las exigencias que tienen otros países. Las empresas extranjeras siempre piden certificaciones ISO y sistemas de empaque más rigurosos”, expresó.
Otros representantes del sector toman en cuenta el “problema de mentalidad” que existe en el país. Así lo manifiesta Angela García, gerente general de Aka Precisión, quien considera que para satisfacer los requerimientos del mercado internacional los costarricenses “deben superar barreras a las que están acostumbrados e invertir en capacitación y equipo para satisfacer las exigencias del cliente”.