Falta preparación para tiempos difíciles
Redacción La República redaccion@larepublica.net | Lunes 05 mayo, 2008
Independientemente de las circunstancias de ambas naciones, los mandatarios George W. Bush y Oscar Arias han coincidido en que “se avecinan tiempos difíciles” para la economía global y que ningún país quedará exento de sus impactos, según señala una nota de LA REPUBLICA hoy.
La desaceleración en la economía estadounidense, el constante incremento en los precios del crudo y ahora la amenaza de una crisis alimentaria se han confabulado y vaticinan momentos convulsos en todo el mundo, puntualiza la nota.
Pero este anuncio, por sí solo, no hace más que incrementar una incertidumbre, un temor en los costarricenses que podría llevarlos a no tomar las medidas adecuadas para intentar paliar la crisis sino, por el contrario, a adoptar las menos idóneas o ninguna.
Ante la situación se hacen indispensables estrategias y políticas gubernamentales así como acertadas decisiones individuales.
No obstante, Costa Rica carece a la fecha de un plan de contingencia que minimice el impacto de las principales crisis que afectan al mundo. En cambio, economías como Panamá y El Salvador parecen estar más preparadas para enfrentarlas.
Es imperativo ante la situación que se avecina que se ponga en acción un plan que coloque al país en la mejor situación posible para superarla y a las personas en un aceptable grado de seguridad sobre la forma en que deben prepararse y actuar.
No es conveniente anunciar malos momentos sin plantear al mismo tiempo las medidas tomadas o por tomar para mitigar sus consecuencias.
Es, en efecto, necesario llamar la atención sobre las actuales crisis mundiales y la forma en que impactarán al país, pero esto debe hacerse paralelamente a la forma en que se actuará para hacerles frente sin que afecten demasiado a los costarricenses.
Es indispensable prepararse para los anunciados momentos convulsos en la economía global y la circunstancia no admite retrasos ni improvisaciones de última hora. Es, más bien, momento para actuar sin demora y sin equívocos dejando de lado cualquier otro interés que no sea la procura de una calidad de vida aceptable para todos.