Estrategia aeroespacial de Putin inspirada en la era soviética
| Sábado 01 diciembre, 2007
Estrategia aeroespacial de Putin inspirada en la era soviética
Moscú- Camina con un bastón y tiene dificultades para oír. Aun así, a los 95 años, Boris Chertok, ex subjefe de diseño de la oficina soviética que puso en órbita al primer satélite Sputnik hace 50 años, todavía tiene opiniones fuertes sobre la evolución del programa espacial de Rusia.
Chertok dice que los cambios de libre mercado instituidos por el presidente Boris Yeltsin tras la caída de la Unión Soviética fueron desastrosos para la ciencia rusa. “Necesitamos restaurar lo que hemos perdido a lo largo de 15 años de reformas destructivas”, dice Chertok, cuyo propio nombre alguna vez fue secreto de estado. “La economía de mercado es incapaz de concretar programas nacionales a gran escala como los vuelos a la luna”.
El presidente Vladimir Putin está prestando atención. Lanzó un nuevo programa para convertir a Rusia en una potencia científica y tecnológica en cohetería espacial y misilística -—áreas en las que tenía excelencia en la época soviética— y en media docena de otros rubros científicos.
Al frente de la iniciativa está el viceprimer ministro primero Sergei Ivanov, quien, como su jefe, es un ex agente del servicio de inteligencia conocido como KGB. En los próximos 10 años, Ivanov quiere gastar por lo menos $60 mil millones de los ingresos récord que está recibiendo el país por las exportaciones de gas y petróleo para convertir a Rusia en un titán mundial en el campo tecnológico.
“Estamos consolidando activos y concentrando la atención del Gobierno en industrias de alta tecnología: energía nuclear, espacio, nanotecnología, aviación y astilleros”, dijo Ivanov a la prensa el 15 de octubre tras asistir a una reunión sobre energía nuclear.
El Gobierno asignó 674 mil millones de rublos ($27.400 millones) para energía nuclear, 246 mil millones de rublos para tecnología aeroespacial, 149.400 millones para electrónica y 130 mil millones para nanotecnología, la manipulación de partículas menores de una milmillonésima de metro.
El Ministerio de Economía dice que la meta es capturar el 10% del mercado global de tecnología de la información y equipos de oficina para el 2020, cuyo valor se estima en $750 mil millones en el 2007.
Una brusca declinación en el financiamiento estatal para ciencia y educación desde 1991 hizo más difícil la carrera para alcanzar a Occidente. “Si no salvamos la brecha para el 2015, entonces en el futuro cercano, nuestros competidores extranjeros no sólo podrán sacarnos del mercado mundial de la alta tecnología sino también del mercado interno”, dijo Sergei Chemezov, recientemente designado jefe de la estatal Russian Technologies Corp., y estrecho aliado de Putin, en una reunión de la industria el 28 de septiembre.
Otro obstáculo es la falta de interés en las carreras técnicas por parte de la gente joven, dice el ex cosmonauta Alexander Volkov, quien estaba circunnavegando la Tierra en la estación orbital Mir el 26 de diciembre de 1991, cuando se disolvió la Unión Soviética.
“Hemos desperdiciado nuestras mejores mentes”, dijo Volkov, de 59 años, ahora retirado. “Cuando se les preguntaba antes sobre su futura profesión, decían que querían ser científicos, geólogos, cosmonautas. Ahora quieren ser empresarios. Es dinero, dinero, dinero”.
Para Putin e Ivanov, el espacio sigue siendo una alta prioridad. Anatoly Perminov, jefe de la Agencia Espacial Federal, le dijo a la agencia de noticias RIA Novosti que gastó 24.400 millones de rublos ($1 mil millones) en el 2007 en la Estación Espacial Internacional y otros proyectos. La National Aeronautics and Space Administration de Estados Unidos (NASA) gastó $16.200 millones.
El Gobierno ruso está implementando un programa para invertir 305 mil millones de rublos en su programa espacial desde el 2006 hasta el 2015, según el sitio de Internet de la entidad. Planea enviar un hombre a la luna para el 2025 --eso será 56 años después que lo hizo Estados Unidos-- y en Marte después del 2035.
En un nivel más práctico, Rusia está gastando 9.900 millones de rublos en el 2007 para convertir su sistema satelital de navegación global (Glonass) en un competidor del estadounidense U.S. Global Positioning System (GPS). Rusia planea tener cobertura global con 24 satélites en órbita para el 2010.
Para el 2015, dice Yuriy Urlichich, jefe del instituto de Investigación Ruso de Fabricación de Instrumentos Espaciales, Glonass venderá decenas de miles de millones de dólares en servicios anualmente a operadores de equipos de comunicaciones móviles en todo el mundo.
Hay otros obstáculos que enfrenta Rusia en su campaña por convertirse en líder en tecnología. Uno es el fracaso del Gobierno en invertir lo suficiente en investigación y desarrollo y en apoyo a los científicos jóvenes, dice Sergey Kolesnikov, vicepresidente de la comisión de educación y ciencia de la Duma del Estado, la cámara baja del parlamento.
“Gastamos alrededor de 200 mil rublos por científico por año, mientras que los países desarrollados gastan lo mismo... pero en dólares”, dice Kolesnikov, refiriéndose al salario, equipos y materiales. “Si usted no quiere alimentar su propia ciencia, estará alimentando la de otro”.
Desde principios de la década de 1990, Rusia ha nutrido a Europa y Estados Unidos con al menos 30 mil emigrantes con títulos en matemática, ingeniería y ciencia, dice Alexander Khlunov, jefe del departamento de política científica, técnica y de innovación en el Ministerio de Ciencia y Educación. Los graduados en ciencia que continúan su educación en instituciones estatales rusas ganan apenas 1 mil rublos mensuales, según Vasily Popov, profesor del Instituto Estatal Voronezh.
Putin e Ivanov están tratando de acelerar el cambio mediante la construcción de parques industriales de tecnología de la información, una idea que Putin llevó a Rusia de un viaje a Bangalore, India, en el 2004. La construcción de entre siete y 10 parques en ciudades rusas comenzará en el 2008, dijo el ministro de tecnología de la Información y Comunicaciones, Leonid Reiman.
Las empresas locales y extranjeras que se localicen en estos parques obtendrán exenciones impositivas. Más de 200 ya han expresado interés incluyendo a Cisco Systems Inc., Hewlett- Packard Co., Intel Corp. e International Business Machines Corp., dijo el ministerio.
Por ahora, Rusia está muy rezagada en cuanto a tecnología de la información. Se ubicaba en el lugar 48, detrás de India y Filipinas, en un ranking de la edición de julio de Economist Intelligence Unit que midió la capacidad de los países de sostener un ambiente competitivo en tecnología de la información.
Moscú- Camina con un bastón y tiene dificultades para oír. Aun así, a los 95 años, Boris Chertok, ex subjefe de diseño de la oficina soviética que puso en órbita al primer satélite Sputnik hace 50 años, todavía tiene opiniones fuertes sobre la evolución del programa espacial de Rusia.
Chertok dice que los cambios de libre mercado instituidos por el presidente Boris Yeltsin tras la caída de la Unión Soviética fueron desastrosos para la ciencia rusa. “Necesitamos restaurar lo que hemos perdido a lo largo de 15 años de reformas destructivas”, dice Chertok, cuyo propio nombre alguna vez fue secreto de estado. “La economía de mercado es incapaz de concretar programas nacionales a gran escala como los vuelos a la luna”.
El presidente Vladimir Putin está prestando atención. Lanzó un nuevo programa para convertir a Rusia en una potencia científica y tecnológica en cohetería espacial y misilística -—áreas en las que tenía excelencia en la época soviética— y en media docena de otros rubros científicos.
Al frente de la iniciativa está el viceprimer ministro primero Sergei Ivanov, quien, como su jefe, es un ex agente del servicio de inteligencia conocido como KGB. En los próximos 10 años, Ivanov quiere gastar por lo menos $60 mil millones de los ingresos récord que está recibiendo el país por las exportaciones de gas y petróleo para convertir a Rusia en un titán mundial en el campo tecnológico.
“Estamos consolidando activos y concentrando la atención del Gobierno en industrias de alta tecnología: energía nuclear, espacio, nanotecnología, aviación y astilleros”, dijo Ivanov a la prensa el 15 de octubre tras asistir a una reunión sobre energía nuclear.
El Gobierno asignó 674 mil millones de rublos ($27.400 millones) para energía nuclear, 246 mil millones de rublos para tecnología aeroespacial, 149.400 millones para electrónica y 130 mil millones para nanotecnología, la manipulación de partículas menores de una milmillonésima de metro.
El Ministerio de Economía dice que la meta es capturar el 10% del mercado global de tecnología de la información y equipos de oficina para el 2020, cuyo valor se estima en $750 mil millones en el 2007.
Una brusca declinación en el financiamiento estatal para ciencia y educación desde 1991 hizo más difícil la carrera para alcanzar a Occidente. “Si no salvamos la brecha para el 2015, entonces en el futuro cercano, nuestros competidores extranjeros no sólo podrán sacarnos del mercado mundial de la alta tecnología sino también del mercado interno”, dijo Sergei Chemezov, recientemente designado jefe de la estatal Russian Technologies Corp., y estrecho aliado de Putin, en una reunión de la industria el 28 de septiembre.
Otro obstáculo es la falta de interés en las carreras técnicas por parte de la gente joven, dice el ex cosmonauta Alexander Volkov, quien estaba circunnavegando la Tierra en la estación orbital Mir el 26 de diciembre de 1991, cuando se disolvió la Unión Soviética.
“Hemos desperdiciado nuestras mejores mentes”, dijo Volkov, de 59 años, ahora retirado. “Cuando se les preguntaba antes sobre su futura profesión, decían que querían ser científicos, geólogos, cosmonautas. Ahora quieren ser empresarios. Es dinero, dinero, dinero”.
Para Putin e Ivanov, el espacio sigue siendo una alta prioridad. Anatoly Perminov, jefe de la Agencia Espacial Federal, le dijo a la agencia de noticias RIA Novosti que gastó 24.400 millones de rublos ($1 mil millones) en el 2007 en la Estación Espacial Internacional y otros proyectos. La National Aeronautics and Space Administration de Estados Unidos (NASA) gastó $16.200 millones.
El Gobierno ruso está implementando un programa para invertir 305 mil millones de rublos en su programa espacial desde el 2006 hasta el 2015, según el sitio de Internet de la entidad. Planea enviar un hombre a la luna para el 2025 --eso será 56 años después que lo hizo Estados Unidos-- y en Marte después del 2035.
En un nivel más práctico, Rusia está gastando 9.900 millones de rublos en el 2007 para convertir su sistema satelital de navegación global (Glonass) en un competidor del estadounidense U.S. Global Positioning System (GPS). Rusia planea tener cobertura global con 24 satélites en órbita para el 2010.
Para el 2015, dice Yuriy Urlichich, jefe del instituto de Investigación Ruso de Fabricación de Instrumentos Espaciales, Glonass venderá decenas de miles de millones de dólares en servicios anualmente a operadores de equipos de comunicaciones móviles en todo el mundo.
Hay otros obstáculos que enfrenta Rusia en su campaña por convertirse en líder en tecnología. Uno es el fracaso del Gobierno en invertir lo suficiente en investigación y desarrollo y en apoyo a los científicos jóvenes, dice Sergey Kolesnikov, vicepresidente de la comisión de educación y ciencia de la Duma del Estado, la cámara baja del parlamento.
“Gastamos alrededor de 200 mil rublos por científico por año, mientras que los países desarrollados gastan lo mismo... pero en dólares”, dice Kolesnikov, refiriéndose al salario, equipos y materiales. “Si usted no quiere alimentar su propia ciencia, estará alimentando la de otro”.
Desde principios de la década de 1990, Rusia ha nutrido a Europa y Estados Unidos con al menos 30 mil emigrantes con títulos en matemática, ingeniería y ciencia, dice Alexander Khlunov, jefe del departamento de política científica, técnica y de innovación en el Ministerio de Ciencia y Educación. Los graduados en ciencia que continúan su educación en instituciones estatales rusas ganan apenas 1 mil rublos mensuales, según Vasily Popov, profesor del Instituto Estatal Voronezh.
Putin e Ivanov están tratando de acelerar el cambio mediante la construcción de parques industriales de tecnología de la información, una idea que Putin llevó a Rusia de un viaje a Bangalore, India, en el 2004. La construcción de entre siete y 10 parques en ciudades rusas comenzará en el 2008, dijo el ministro de tecnología de la Información y Comunicaciones, Leonid Reiman.
Las empresas locales y extranjeras que se localicen en estos parques obtendrán exenciones impositivas. Más de 200 ya han expresado interés incluyendo a Cisco Systems Inc., Hewlett- Packard Co., Intel Corp. e International Business Machines Corp., dijo el ministerio.
Por ahora, Rusia está muy rezagada en cuanto a tecnología de la información. Se ubicaba en el lugar 48, detrás de India y Filipinas, en un ranking de la edición de julio de Economist Intelligence Unit que midió la capacidad de los países de sostener un ambiente competitivo en tecnología de la información.