Estatismo choca con mercado en debate eléctrico
Redacción La República redaccion@larepublica.net | Miércoles 27 mayo, 2015
Sector privado debe competir en generación eléctrica, dicen lectores de LA REPÚBLICA
Estatismo choca con mercado en debate eléctrico
Gobierno insiste en monopolio de facto del ICE
El sector privado debe hacer un papel mayor en la generación eléctrica, dicen casi dos tercios de los lectores de LA REPÚBLICA
En este sentido, ellos coinciden con la mayoría de los opositores en la Asamblea, que creen que se reduciría el costo de la electricidad, al duplicarse la cantidad de energía generada por las empresas privadas.
El Gobierno por su parte, apoyado por el Frente Amplio, insiste en mantener el monopolio de facto del ICE en el sector eléctrico.
Mientras tanto, los costarricenses pagan los costos más altos de la región para el desarrollo de los proyectos eléctricos.
El sector privado debe tener un papel mayor en la generación eléctrica, dicen casi dos tercios de los lectores de LA REPÚBLICA, en un sondeo celebrado el lunes pasado.
En este sentido, ellos coinciden con la mayoría de los opositores en la Asamblea, que creen que se reduciría el costo de la electricidad, al duplicarse al 30% de la producción, la cantidad generada por las empresas privadas.
Se trata de una coalición de opositores conformada por 32 diputados, sobre todo de Liberación Nacional, Unidad Social Cristiana y Movimiento Libertario.
Además, con un alto mayor de generación eficiente, Costa Rica podría encontrar un importante negocio en la exportación de electricidad al resto de la región.
Ya existe la opción de la transmisión eléctrica entre todos los países, mediante la entrada en operación el año pasado del Sistema de Interconexión Eléctrica de los Países de América Central.
El Gobierno por su parte, apoyado por el Frente Amplio, insiste en mantener el monopolio de facto del ICE en el sector eléctrico, que implica la continuación del tope del 15% de la generación total.
Esto en la práctica mantendría el casi monopolio del ICE, incluso porque ningún proyecto privado puede ser mayor a 50 MW, un tamaño pequeño para la mayoría de los inversionistas.
Unos 22 congresistas apoyan al ICE, que por su parte defiende su posición, en lo que a la eficiencia se refiere.
“El recurso hídrico que dispone el país es importante pero proviene de ríos pequeños a escala mundial que hace que su utilización sea más costosa. Además, todos los proyectos impulsados por el ICE hacen un manejo muy riguroso ambiental y social, en congruencia con las políticas sostenibles del país. Ello implica inversiones importantes en esas áreas”, manifestó Carlos Obregón, presidente ejecutivo del ICE.
Mientras tanto, los costarricenses pagan alrededor de un tercio más que sus homólogos en la región, en lo que se refiere a los proyectos hidroeléctricos recién construidos o en proceso de desarrollo.
Se trata de un promedio de $4,6 millones por megavatio (MW) instalado en Costa Rica, en comparación con $3,5 millones en el resto de Centroamérica, de acuerdo con los datos de cada país.
Esta cifras ni siquiera toman en cuenta el caso más preocupante de los últimos años —el de Balsa Inferior, cuyo costo ascendió a $8,7 millones por MW.
“Lamentablemente vemos que los proyectos instalados en Costa Rica tienen una inversión por kilovatio instalado mucho más alta que en países vecinos como Colombia, Ecuador y Panamá. Esto es un factor que al final incide en las tarifas eléctricas. Por supuesto que no es razonable que se incorporen proyectos al plan de expansión que aprueba el ICE con costos tan altos”, apuntó Carlos Montenegro, subdirector ejecutivo de la Cámara de Industrias.
El debate ideológico sobre la energía tendría poca importancia durante un tiempo, si el ICE completara la planta hidroeléctrica de Diquis, con unos 650 MW, al resolver varias disputas con la población indígena local.
Con Diquis, así como con los 300 MW de la planta Reventazón, que debe entrar en operación el año entrante, la capacidad energética nacional quedaría en unos 3,5 MW, comparado con la actual de tan solo 2,5 MW.
Si además hay poco incremento en la demanda para la fuerza eléctrica, tal como ha sido el caso de los últimos tres años, no habría necesidad durante hasta una década de una fuerte participación privada.
Por otro lado, la generación eficiente privada sería importante en el mediano plazo, si Diquis no avanzara, o si el incremento de la demanda volviera a sus niveles de casi el 5% anual, como ha sido durante los últimos años.
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