Estanflación amenazaría con volver
| Martes 18 diciembre, 2007
Estanflación amenazaría con volver
Washington- La economía mundial enfrenta tanto el riesgo de una recesión como de una inflación más rápida.
El crecimiento global este trimestre y el próximo puede ser el más lento en cuatro años, en tanto la inflación podría ser la más acelerada en un decenio, dicen economistas de JPMorgan Chase & Co.
El peor bajón del mercado de la vivienda en Estados Unidos en 16 años, junto con una restricción del crédito por parte de los bancos, ha llevado la mayor economía del mundo “cerca de una parálisis”, según el ex presidente de la Reserva Federal, Alan Greenspan. Al mismo tiempo, el crecimiento rápido en China y otros mercados emergentes está haciendo subir los precios de la energía y la comida en todo el mundo.
“Lo que hay por delante es un periodo de estanflación —crecimiento lento o ninguno combinado con una inflación creciente— en las economías avanzadas”, dice Joachim Fels, coeconomista jefe global de Morgan Stanley en Londres.
El economista Martin Feldstein de la Universidad de Harvard está entre quienes dicen que sería apenas un caso moderado de lo que el mundo soportó en la década de 1970 y comienzos de la de 1980, cuando los precios del petróleo aumentaron diez veces, lo que hizo subir el desempleo y la inflación a más de 10%. Aun así, supone un dilema para la Fed y otros bancos centrales mientras pugnan por decidir qué problema deberían encarar primero.
La manera en que respondan incidirá en buena parte en determinar cuál peligro demuestra ser el mayor: el desplome de la economía global o precios en aumento en todo el mundo.
Por ahora, los operadores en los mercados de futuros están apostando que la Fed seguirá concentrada en apoyar el crecimiento, aun cuando la más reciente lectura gubernamental de la inflación la semana pasada mostró que los precios del consumidor subieron en noviembre a su ritmo más rápido en más de dos años.
En las negociaciones de ayer, los inversionistas estimaron una probabilidad de 76% de otra reducción de un cuarto de punto porcentual en la tasa referencial de la Fed para préstamos de intradía en enero, frente a 100% el 13 de diciembre. Las acciones prolongaron su peor caída semanal en un mes por la preocupación de que la economía de Estados Unidos se desacelerará. Los pagarés del Tesoro avanzaron.
“Los bancos centrales no tienen tanta flexibilidad como les gustaría, con el aumento de la inflación y la desaceleración de la demanda”, dice David Hensley, director de coordinación económica global de JP Morgan Chase en Nueva York. Su equipo vaticina un crecimiento global de 2,4% este trimestre y el próximo y una inflación de 3,5%.
Ello dista de los malos viejos días hace más de una generación, cuando el crecimiento del mundo se desaceleró apenas a 0,7% en 1982 en tanto la inflación tenía un ritmo anual de 13,7%, según datos compilados por el Fondo Monetario Internacional.
“Las cantidades ahora son muy diferentes de lo que eran entonces”, dijo Feldstein en una entrevista del 14 de diciembre. “No hemos vuelto a las tasas de inflación muy altas que teníamos a finales de la década de 1970 y comienzos de la de 1980, afortunadamente”.
Aun así, nada menos que una autoridad como el propio Greenspan expresa preocupación. En declaraciones al programa “This Week” de ABC que se emitió ayer, el ex presidente de la Fed dijo que un periodo “notable desinflación” está concluyendo. “Estamos comenzando a tener no una estanflación, sino sus síntomas tempranos”, dijo.
“Este es un ambiente de política monetaria mucho más duro de lo que he experimentado”, dijo Greenspan al Wall Street Journal el 14 de diciembre. Durante los primeros 11 meses de este año, los precios al consumidor subieron a un ritmo anual de 4,2%. Ello es un alza de 2,5% para todo el 2006 y, de mantenerse en diciembre, sería la mayor tasa en 17 años.
No es tan solo una preocupación de Estados Unidos. La inflación en Europa subió el mes pasado a su ritmo anual más rápido desde mayo del 2001, aumentando 3,1% según los costos de los alimentos se dispararon.
Washington- La economía mundial enfrenta tanto el riesgo de una recesión como de una inflación más rápida.
El crecimiento global este trimestre y el próximo puede ser el más lento en cuatro años, en tanto la inflación podría ser la más acelerada en un decenio, dicen economistas de JPMorgan Chase & Co.
El peor bajón del mercado de la vivienda en Estados Unidos en 16 años, junto con una restricción del crédito por parte de los bancos, ha llevado la mayor economía del mundo “cerca de una parálisis”, según el ex presidente de la Reserva Federal, Alan Greenspan. Al mismo tiempo, el crecimiento rápido en China y otros mercados emergentes está haciendo subir los precios de la energía y la comida en todo el mundo.
“Lo que hay por delante es un periodo de estanflación —crecimiento lento o ninguno combinado con una inflación creciente— en las economías avanzadas”, dice Joachim Fels, coeconomista jefe global de Morgan Stanley en Londres.
El economista Martin Feldstein de la Universidad de Harvard está entre quienes dicen que sería apenas un caso moderado de lo que el mundo soportó en la década de 1970 y comienzos de la de 1980, cuando los precios del petróleo aumentaron diez veces, lo que hizo subir el desempleo y la inflación a más de 10%. Aun así, supone un dilema para la Fed y otros bancos centrales mientras pugnan por decidir qué problema deberían encarar primero.
La manera en que respondan incidirá en buena parte en determinar cuál peligro demuestra ser el mayor: el desplome de la economía global o precios en aumento en todo el mundo.
Por ahora, los operadores en los mercados de futuros están apostando que la Fed seguirá concentrada en apoyar el crecimiento, aun cuando la más reciente lectura gubernamental de la inflación la semana pasada mostró que los precios del consumidor subieron en noviembre a su ritmo más rápido en más de dos años.
En las negociaciones de ayer, los inversionistas estimaron una probabilidad de 76% de otra reducción de un cuarto de punto porcentual en la tasa referencial de la Fed para préstamos de intradía en enero, frente a 100% el 13 de diciembre. Las acciones prolongaron su peor caída semanal en un mes por la preocupación de que la economía de Estados Unidos se desacelerará. Los pagarés del Tesoro avanzaron.
“Los bancos centrales no tienen tanta flexibilidad como les gustaría, con el aumento de la inflación y la desaceleración de la demanda”, dice David Hensley, director de coordinación económica global de JP Morgan Chase en Nueva York. Su equipo vaticina un crecimiento global de 2,4% este trimestre y el próximo y una inflación de 3,5%.
Ello dista de los malos viejos días hace más de una generación, cuando el crecimiento del mundo se desaceleró apenas a 0,7% en 1982 en tanto la inflación tenía un ritmo anual de 13,7%, según datos compilados por el Fondo Monetario Internacional.
“Las cantidades ahora son muy diferentes de lo que eran entonces”, dijo Feldstein en una entrevista del 14 de diciembre. “No hemos vuelto a las tasas de inflación muy altas que teníamos a finales de la década de 1970 y comienzos de la de 1980, afortunadamente”.
Aun así, nada menos que una autoridad como el propio Greenspan expresa preocupación. En declaraciones al programa “This Week” de ABC que se emitió ayer, el ex presidente de la Fed dijo que un periodo “notable desinflación” está concluyendo. “Estamos comenzando a tener no una estanflación, sino sus síntomas tempranos”, dijo.
“Este es un ambiente de política monetaria mucho más duro de lo que he experimentado”, dijo Greenspan al Wall Street Journal el 14 de diciembre. Durante los primeros 11 meses de este año, los precios al consumidor subieron a un ritmo anual de 4,2%. Ello es un alza de 2,5% para todo el 2006 y, de mantenerse en diciembre, sería la mayor tasa en 17 años.
No es tan solo una preocupación de Estados Unidos. La inflación en Europa subió el mes pasado a su ritmo anual más rápido desde mayo del 2001, aumentando 3,1% según los costos de los alimentos se dispararon.