"Estado con lo suyo y privados con lo demás"
Redacción La República redaccion@larepublica.net | Lunes 15 noviembre, 2010
“Estado con lo suyo y privados con lo demás”
En una visita la país, la semana pasada, el ex mandatario panameño valoró positivamente a Costa Rica y augura mejoras para la región centroamericana.
Hace dos décadas a usted se le criticó por intentar tomar decisiones para allanar el camino a una Panamá próspera, ¿cuál fue esa visión?
Fueron varias cosas. Sacar el mejor provecho a la posición geográfica que goza el país, mejorar la infraestructura, garantizar la prestación de servicios, enfocarse en las exportaciones y abrir definitivamente las puertas a la banca exterior.
Para muchas personas, esos temas no debían abordarse, pero el tiempo se ha encargado de mostrar que no estábamos equivocados.
¿Podría puntualizar cuáles son los pasos básicos que ha dado Panamá, en busca de mejores pastizales?
Para obtener un buen desempeño económico no existe una receta; pero sí debe tomarse en cuenta que hay elementos que deben ser prioritarios. Garantizar la prestación de los mejores servicios, capacitar la mejor fuerza de trabajo, ofrecer la mejor infraestructura y estar al día tecnológicamente, deben ser las piedras angulares.
Esa podría ser una tarea menos complicada para naciones ricas, pero en el caso de las que no lo son, ¿cómo cubrir esas necesidades?
Ningún país con limitaciones económicas debe tratar de hacerlo todo, porque no podrá. El Estado debe enfocarse en hacer lo que puede, lo demás debe dejarlo en manos de empresas y organizaciones que tienen todo el expertise en gerencia y ejecución de proyectos.
Hay una gran divergencia de criterios entre quienes promueven la modernización del Estado y aquellos que opinan que no debe actualizarse su funcionamiento. En medio de esta disputa, está la producción agrícola, ¿qué debe ser prioridad o cómo pueden avanzar ambos frentes?
El mismo desarrollo de la infraestructura puede acarrear migraciones aceleradas, que de no regularse, pueden ser peligrosas. En forma paralela al desarrollo vial, por ejemplo, deben generarse opciones de trabajo que absorban esa mano de obra migrante; así no habrá un golpe directo a las economías urbanas.
Usted menciona la valoración del costo-beneficio como prioritaria, ¿rige esto toda actividad?
Así es. Ese ejercicio debe hacerse en todos los casos; por ejemplo, si el tránsito en una carretera ofrece un retorno que permite su autofinanciamiento, entonces la gran inversión que hay que hacer al inicio, no debe hacerse con fondos públicos. No toda la infraestructura debe construirla el Estado; eso permite destinar recursos a obra social, que además debe ser prioritaria.
Hablando de recursos públicos, ¿cuánta diferencia puede hacer en una economía, el cobro eficiente de impuestos?
Mucha. Un país como Chile es el ejemplo perfecto. Ellos llevan ya más de 25 años de haber lanzado una campaña de concienciación, de tributar correcta y puntualmente. Ahora, cosechan los frutos de lo que ya es una cultura.
Luis Alberto Muñoz
lmunoz@larepublica.net
Ernesto Villalobos
evillalobos@larepublica.net
En una visita la país, la semana pasada, el ex mandatario panameño valoró positivamente a Costa Rica y augura mejoras para la región centroamericana.
Hace dos décadas a usted se le criticó por intentar tomar decisiones para allanar el camino a una Panamá próspera, ¿cuál fue esa visión?
Fueron varias cosas. Sacar el mejor provecho a la posición geográfica que goza el país, mejorar la infraestructura, garantizar la prestación de servicios, enfocarse en las exportaciones y abrir definitivamente las puertas a la banca exterior.
Para muchas personas, esos temas no debían abordarse, pero el tiempo se ha encargado de mostrar que no estábamos equivocados.
¿Podría puntualizar cuáles son los pasos básicos que ha dado Panamá, en busca de mejores pastizales?
Para obtener un buen desempeño económico no existe una receta; pero sí debe tomarse en cuenta que hay elementos que deben ser prioritarios. Garantizar la prestación de los mejores servicios, capacitar la mejor fuerza de trabajo, ofrecer la mejor infraestructura y estar al día tecnológicamente, deben ser las piedras angulares.
Esa podría ser una tarea menos complicada para naciones ricas, pero en el caso de las que no lo son, ¿cómo cubrir esas necesidades?
Ningún país con limitaciones económicas debe tratar de hacerlo todo, porque no podrá. El Estado debe enfocarse en hacer lo que puede, lo demás debe dejarlo en manos de empresas y organizaciones que tienen todo el expertise en gerencia y ejecución de proyectos.
Hay una gran divergencia de criterios entre quienes promueven la modernización del Estado y aquellos que opinan que no debe actualizarse su funcionamiento. En medio de esta disputa, está la producción agrícola, ¿qué debe ser prioridad o cómo pueden avanzar ambos frentes?
El mismo desarrollo de la infraestructura puede acarrear migraciones aceleradas, que de no regularse, pueden ser peligrosas. En forma paralela al desarrollo vial, por ejemplo, deben generarse opciones de trabajo que absorban esa mano de obra migrante; así no habrá un golpe directo a las economías urbanas.
Usted menciona la valoración del costo-beneficio como prioritaria, ¿rige esto toda actividad?
Así es. Ese ejercicio debe hacerse en todos los casos; por ejemplo, si el tránsito en una carretera ofrece un retorno que permite su autofinanciamiento, entonces la gran inversión que hay que hacer al inicio, no debe hacerse con fondos públicos. No toda la infraestructura debe construirla el Estado; eso permite destinar recursos a obra social, que además debe ser prioritaria.
Hablando de recursos públicos, ¿cuánta diferencia puede hacer en una economía, el cobro eficiente de impuestos?
Mucha. Un país como Chile es el ejemplo perfecto. Ellos llevan ya más de 25 años de haber lanzado una campaña de concienciación, de tributar correcta y puntualmente. Ahora, cosechan los frutos de lo que ya es una cultura.
Luis Alberto Muñoz
lmunoz@larepublica.net
Ernesto Villalobos
evillalobos@larepublica.net