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Esquina Epicúrea

| Viernes 28 diciembre, 2007




Esquina Epicúrea

Carta al Niño
Alfredo Echeverría
Consultor Hotelero Grupo HRS
echeverria.alfredo@gmail.com

Un año más se va y nos queda mucho con lo que regocijarnos en términos gastronómicos. Sin embargo, si algo deseara para este año que toca las puertas, escribiría una carta imaginaria (y atrasada) al Niño, y le pediría mejor servicio en los restaurantes y no el mediocre que recibimos una y otra vez. También, inspiración para los propietarios, con el fin de que se concentren primero en la atención al cliente y después “en la plata”, y capacitación para los administradores, con la que entiendan que no son los costos los que mantienen un restaurante sino la satisfacción de los clientes.
Por otro lado, pediría que aquellos propietarios que pregonan en sus campañas automáticas eslóganes trillados como “el mejor servicio”, “la mejor experiencia”, “servicio personalizado”, “una experiencia inolvidable” y muchos otros conocidos, estén realmente atentos al cumplimiento de esas promesas de servicio, y que se atrevan a ofrecer una garantía o compensación por “incumplimiento de las expectativas creadas”.

Asimismo, solicitaría que los nuevos dueños de restaurantes pidan ayuda antes de lanzarse al mercado, ya que el haber visitado muchos y famosos recintos alimentarios en el mundo, no los hace verdaderos conocedores del negocio, ni tampoco les permite ostentar un título profesional. También, pediría iluminación para que entiendan que la industria de los restaurantes tiene sus propias leyes y particularidades, más allá de los libros de texto o teorías de la administración de empresas, y que por lo tanto, es necesario controlar los acontecimientos y detalles “en el recinto mismo”, y que ni la dirección ni los aspectos morales y de inspiración pueden ser delegados.

Por último, pediría que los empleados (colaboradores) se sometan a prácticas de negocios consistentes, y que se den cuenta de que si aceptan responsabilidades por encima de su capacidad o autoridad real, están cometiendo un suicidio profesional, por lo que deben solicitar ayuda a sus jefes.

Buen provecho y hasta el próximo año.







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