España ofrece fondo para agua potable
| Sábado 10 noviembre, 2007
Rodríguez Zapatero español anunció la instalación de una base de emergencias en Centroamérica
España ofrece fondo para agua potable
Uruguay ha puesto ya en marcha papelera, reavivando polémica con Argentina
Santiago de Chile
EFE
España anunció el viernes la creación de un “Fondo para el agua” al que destinará $1.500 millones, así como la instalación en Panamá de una base para distribuir ayuda de emergencia en Centroamérica y un plan de seguridad para esta región, dotado con $105 millones.
Esos fueron los principales anuncios realizados por el jefe del Ejecutivo español, José Luis Rodríguez Zapatero, en la XVII Cumbre Iberoamericana, en la que España tuvo que salir al paso de las críticas del presidente venezolano, Hugo Chávez, a la patronal española y al ex presidente José María Aznar.
En la sesión plenaria de la cumbre, Zapatero se comprometió a ayudar a Latinoamérica a lograr uno de los objetivos del milenio, reducir a la mitad para 2015 el número de personas sin acceso al agua potable en la región.
Zapatero mostró su satisfacción por que las cumbres iberoamericanas hayan pasado “de las musas al teatro” y hayan dejado atrás los discursos para poner en marcha iniciativas concretas de desarrollo.
Entre estas iniciativas se sitúan las ofrecidas por España para Centroamérica en el desayuno que mantuvieron el Rey y el jefe del Gobierno con los presidentes de esta región.
Una de ellas permitirá a España disponer de un hangar con capacidad para sesenta toneladas en Panamá, donde se mantendrá una reserva de emergencia preparada para atender con rapidez las necesidades tras un desastre natural en Centroamérica.
Junto a esta medida, el programa centroamericano de seguridad diseñado por España abarcará un periodo de cinco años y buscará luchar contra la violencia de género y la juvenil y combatir la impunidad por delitos violentos.
La plenaria de la cumbre fue el escenario en el que el Rey Juan Carlos llamó la atención a los veintidós países participantes sobre las desigualdades “lacerantes e injustas” que persisten en la región y que consideró que son el gran desafío de futuro para Iberoamérica.
El incidente verbal de la jornada para la delegación española estuvo protagonizado por Hugo Chávez, quien en su discurso tachó de “fascista” al ex-presidente español Jose María Aznar hasta en tres ocasiones y acusó a la patronal española de estar entre quienes apoyaron el golpe de Estado que le derrocó en 2002 durante 48 horas.
El ministro español de Exteriores, Miguel Angel Moratinos, decidió mantener una entrevista con su homólogo venezolano, Nicolás Maduro, para trasladarle el malestar español ante esas palabras.
La delegación española también se vio implicada en el conflicto que enfrenta a Argentina y Uruguay por la instalación en este país de una empresa papelera.
El Rey aceptó en la última cumbre ejercer de “facilitador” entre los dos países y, tras un año sin acuerdo, el viernes se reunió con la presidenta electa de Argentina, Cristina Fernández Kirchner y con el presidente uruguayo, Tabaré Vázquez.
A pesar de que Uruguay ha puesto ya en marcha la papelera y eso ha reactivado la polémica, España se mostró dispuesta a seguir manteniendo el papel de facilitador siempre que las partes lo requieran y con el objetivo de “achicar las diferencias y ensanchar los acuerdos”.
De forma paralela a la cumbre, Zapatero mantuvo una serie de entrevistas bilaterales con los presidentes de Ecuador, Rafael Correa; Perú, Alan García; y Costa Rica, Oscar Arias.
Los dos últimos elogiaron el compromiso español para la creación de un “Fondo para el Agua”, mientras que Zapatero trasladó al presidente ecuatoriano su deseo de que se aclare en breve y a satisfacción de ambas partes la situación de Repsol en su país tras el decreto que ha modificado el reparto de los beneficios extraordinarios del petróleo.
Antes de concluir la jornada, el presidente del Gobierno mantuvo un encuentro con la presidenta de Chile y anfitriona de la cumbre, Michelle Bachelet.
España ofrece fondo para agua potable
Uruguay ha puesto ya en marcha papelera, reavivando polémica con Argentina
Santiago de Chile
EFE
España anunció el viernes la creación de un “Fondo para el agua” al que destinará $1.500 millones, así como la instalación en Panamá de una base para distribuir ayuda de emergencia en Centroamérica y un plan de seguridad para esta región, dotado con $105 millones.
Esos fueron los principales anuncios realizados por el jefe del Ejecutivo español, José Luis Rodríguez Zapatero, en la XVII Cumbre Iberoamericana, en la que España tuvo que salir al paso de las críticas del presidente venezolano, Hugo Chávez, a la patronal española y al ex presidente José María Aznar.
En la sesión plenaria de la cumbre, Zapatero se comprometió a ayudar a Latinoamérica a lograr uno de los objetivos del milenio, reducir a la mitad para 2015 el número de personas sin acceso al agua potable en la región.
Zapatero mostró su satisfacción por que las cumbres iberoamericanas hayan pasado “de las musas al teatro” y hayan dejado atrás los discursos para poner en marcha iniciativas concretas de desarrollo.
Entre estas iniciativas se sitúan las ofrecidas por España para Centroamérica en el desayuno que mantuvieron el Rey y el jefe del Gobierno con los presidentes de esta región.
Una de ellas permitirá a España disponer de un hangar con capacidad para sesenta toneladas en Panamá, donde se mantendrá una reserva de emergencia preparada para atender con rapidez las necesidades tras un desastre natural en Centroamérica.
Junto a esta medida, el programa centroamericano de seguridad diseñado por España abarcará un periodo de cinco años y buscará luchar contra la violencia de género y la juvenil y combatir la impunidad por delitos violentos.
La plenaria de la cumbre fue el escenario en el que el Rey Juan Carlos llamó la atención a los veintidós países participantes sobre las desigualdades “lacerantes e injustas” que persisten en la región y que consideró que son el gran desafío de futuro para Iberoamérica.
El incidente verbal de la jornada para la delegación española estuvo protagonizado por Hugo Chávez, quien en su discurso tachó de “fascista” al ex-presidente español Jose María Aznar hasta en tres ocasiones y acusó a la patronal española de estar entre quienes apoyaron el golpe de Estado que le derrocó en 2002 durante 48 horas.
El ministro español de Exteriores, Miguel Angel Moratinos, decidió mantener una entrevista con su homólogo venezolano, Nicolás Maduro, para trasladarle el malestar español ante esas palabras.
La delegación española también se vio implicada en el conflicto que enfrenta a Argentina y Uruguay por la instalación en este país de una empresa papelera.
El Rey aceptó en la última cumbre ejercer de “facilitador” entre los dos países y, tras un año sin acuerdo, el viernes se reunió con la presidenta electa de Argentina, Cristina Fernández Kirchner y con el presidente uruguayo, Tabaré Vázquez.
A pesar de que Uruguay ha puesto ya en marcha la papelera y eso ha reactivado la polémica, España se mostró dispuesta a seguir manteniendo el papel de facilitador siempre que las partes lo requieran y con el objetivo de “achicar las diferencias y ensanchar los acuerdos”.
De forma paralela a la cumbre, Zapatero mantuvo una serie de entrevistas bilaterales con los presidentes de Ecuador, Rafael Correa; Perú, Alan García; y Costa Rica, Oscar Arias.
Los dos últimos elogiaron el compromiso español para la creación de un “Fondo para el Agua”, mientras que Zapatero trasladó al presidente ecuatoriano su deseo de que se aclare en breve y a satisfacción de ambas partes la situación de Repsol en su país tras el decreto que ha modificado el reparto de los beneficios extraordinarios del petróleo.
Antes de concluir la jornada, el presidente del Gobierno mantuvo un encuentro con la presidenta de Chile y anfitriona de la cumbre, Michelle Bachelet.