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Escocia, oportunidad de oro

Dinia Vargas dvargas@larepublica.net | Miércoles 17 julio, 2013


En 2002 fue el último año que el Abierto Británico se detuvo en el Muirfield Golf Club, que es un campo de 18 hoyos. PAUL ELLIS-AFP/LA REPÚBLICA


Escocia, oportunidad de oro

El Abierto Británico de golf comienza este jueves en Muirfield

La temporada de golf tiene su tercera gran parada del año y para ello toca volar a suelo británico, es Escocia, es Muirfield, uno de los campos menos complicado en que se rota el Abierto Británico.
El Abierto regresa a Muirfield por decimosexta vez desde 1892, su trayecto consiste en dos giros completos en direcciones opuestas, de modo que los golfistas enfrentan el viento en toda dirección al final de cada jornada. Este campo es probablemente más previsible que los demás.
En Muirfield-Gullane, East Lothian, aterrizaron ya los mejores jugadores del mundo, donde el jueves todos comienzan con la misma ilusión de levantar el domingo la Jarra de Clarete, un premio que se puede decir que le cayó del cielo hace un año al veterano Ernie Els, hoy el campeón defensor.
Hoy quién se llevará la victoria en un “Grande” es todo un acertijo. Nada más basta con mirar los datos y resalta que en el último lustro, 18 golfistas han ganado los 20 grandes torneos y ninguno de ellos fue Tiger Woods.
Aquellos que han luchado por inaugurar su palmarés con un “Majors” tienen a las puertas una nueva oportunidad de oro. Ya que si se mira los hechos de los últimos años, el campeón podría ser cualquiera. Darren Clarke ganó en su quincuagésimo cuarto intento. Keegan Bradley se impuso en el primero. Rory McIlroy ganó a los 22 años y Els a los 42.
Woods, ganador de 14 “Grandes”, siempre será favorito, a pesar de todo. Su sequía en “Grand Slam” suma ya cinco años. Después de un mes de no jugar por una lesión en el codo izquierdo durante el Abierto de Estados Unidos.
También reaparecerá en una de las canchas que más lo ha visto sufrir, en su última parada ahí en 2002 tiró 81 golpes. “Pero aquella tarde”, recuerda Tiger, “fueron las peores condiciones en que he jugado jamás. Entre otras cosas porque nos sorprendió a todos. Descendieron de golpe las temperaturas 10 o 12 grados y a muchos de los jugadores nos agarró en el campo solo con la ropa de juego y el traje de agua. Recuerdo que era imposible hasta abrir los paraguas del viento que hacía”.
Otra incógnita es Rory McIlroy, número dos del mundo, y que sigue sin encontrar su juego desde que cambió de patrocinar a Nike. Aparece además Phil Mickelson quien ganó el fin de semana en el Viejo Continente o hasta el incombustible Els que en Europa casi siempre hace magia.
La Jarra busca dueño desde mañana en Escocia.

Dinia Vargas
dvargas@larepublica.net







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