Escapan a crisis hoteles boutique
Redacción La República redaccion@larepublica.net | Lunes 27 agosto, 2012
Mantienen buenas ocupaciones todo el año
Escapan a crisis hoteles boutique
Hoteleros modifican concepto a necesidades de los clientes
La baja en la ocupación hotelera de los últimos años, producto de la crisis económica mundial, parece no afectar significativamente a los hoteles boutique nacionales.
Esto se justifica por ocupaciones cercanas al 75% durante todo el año en algunos de estos hoteles, de los mejores del mundo en esta categoría.
Un hotel boutique es descrito como de pequeño tamaño, con lujos únicos y bajo un espacio de intimidad con todas las comodidades. Su punto más fuerte es la atención personalizada.
Justamente la transformación de estas características en reglas para los hoteles boutique nacionales, es lo que les ha permitido mantenerse y crecer en popularidad en los últimos años.
Su agrupación en una pequeña cadena, Small Distinctive Hotels, permite su promoción y cooperación, que también es clave para su crecimiento.
La norma en la mayoría de estos hoteles es la de dos o tres empleados por habitación que estén preocupados constantemente por la experiencia del huésped.
La afectación ocupacional ha sido mínima. Entre los años 2008 y 2009 —los más agudos de la crisis— se registraron bajas ocupacionales de entre un 15% y un 25%.
Las claves para mantenerse estables en tiempos difíciles son diversas dentro de lo que han ingeniado los hoteles para atraer más clientes.
Las tarifas especiales para nacionales, los pases de un día y el acceso a playas “privadas” (poca entrada de gente particular, puesto que no puede negarse el acceso público a una playa) son de los atractivos ofrecidos por estos hoteles.
El perfeccionamiento de la oferta, convirtiendo cada una de las habitaciones en un lugar peculiar, es oxígeno puro para el huésped más exigente del mercado.
Hotel Villa Caletas, por ejemplo, tiene siete distintas habitaciones temáticas con todas las comodidades.
En la ciudad, uno de los hoteles boutique más importantes, el Grano de Oro, apuesta a los atractivos turísticos de la capital para llevar clientes a sus habitaciones.
En tanto, el hotel Arena del Mar ofrece a los clientes guías para la sostenibilidad en toda la estructura y senderos para acceder a dos playas.
La promoción del destino en Internet es el nuevo aliado de estas opciones de alojamiento, particularmente por el ahorro en costos que esto les significa.
Aunque la parte más grande de la publicidad corresponde a las agencias de viaje, el uso de redes sociales y páginas web crece dentro de los oferentes.
La mayoría de los turistas que visitan estos hoteles son de Estados Unidos, principalmente de ciudades como Nueva York, Chicago y Los Angeles.
Se estima que el 90% de los huéspedes viene de ese país; el restante 10% se reparte entre nacionales y europeos.
El tipo de cliente que visita estos hoteles tiene alto poder adquisitivo, realiza en promedio estadías de cuatro o cinco días y gasta mucho dinero en el lugar.
El mercado turístico nacional de hoteles boutique, expuesto en vitrina como destino exótico, de naturaleza y de aventura, compite con los países del Caribe, Brasil y Ecuador por sus características.
Entre los retos que enfrenta el sector preocupan los inversores de bienes raíces que ofrecen condominios a extranjeros en la zona de Guanacaste a buenos precios.
Esto afecta de alguna manera el negocio, puesto que saltan algunas de las regulaciones a las que tiene que someterse un hotel.
Otro de los perjuicios percibidos por los hoteleros boutique es el paradigma turístico que experimenta actualmente Guanacaste.
La llegada de vuelos charter al aeropuerto Daniel Oduber como parte de la oferta de “todo incluido” de las grandes cadenas hoteleras, hace que estas concentren la mayoría de los clientes.
Por último, los hoteleros señalan que varios sitios de hoteles en Internet se postulan como de tipo boutique, cuando realmente no cumplen con los estándares de calidad necesarios para autodenominarse como tal.
Jeffry Garza
jgarza@larepublica.net
Escapan a crisis hoteles boutique
Hoteleros modifican concepto a necesidades de los clientes
Esto se justifica por ocupaciones cercanas al 75% durante todo el año en algunos de estos hoteles, de los mejores del mundo en esta categoría.
Un hotel boutique es descrito como de pequeño tamaño, con lujos únicos y bajo un espacio de intimidad con todas las comodidades. Su punto más fuerte es la atención personalizada.
Justamente la transformación de estas características en reglas para los hoteles boutique nacionales, es lo que les ha permitido mantenerse y crecer en popularidad en los últimos años.
Su agrupación en una pequeña cadena, Small Distinctive Hotels, permite su promoción y cooperación, que también es clave para su crecimiento.
La norma en la mayoría de estos hoteles es la de dos o tres empleados por habitación que estén preocupados constantemente por la experiencia del huésped.
La afectación ocupacional ha sido mínima. Entre los años 2008 y 2009 —los más agudos de la crisis— se registraron bajas ocupacionales de entre un 15% y un 25%.
Las claves para mantenerse estables en tiempos difíciles son diversas dentro de lo que han ingeniado los hoteles para atraer más clientes.
Las tarifas especiales para nacionales, los pases de un día y el acceso a playas “privadas” (poca entrada de gente particular, puesto que no puede negarse el acceso público a una playa) son de los atractivos ofrecidos por estos hoteles.
El perfeccionamiento de la oferta, convirtiendo cada una de las habitaciones en un lugar peculiar, es oxígeno puro para el huésped más exigente del mercado.
Hotel Villa Caletas, por ejemplo, tiene siete distintas habitaciones temáticas con todas las comodidades.
En la ciudad, uno de los hoteles boutique más importantes, el Grano de Oro, apuesta a los atractivos turísticos de la capital para llevar clientes a sus habitaciones.
En tanto, el hotel Arena del Mar ofrece a los clientes guías para la sostenibilidad en toda la estructura y senderos para acceder a dos playas.
La promoción del destino en Internet es el nuevo aliado de estas opciones de alojamiento, particularmente por el ahorro en costos que esto les significa.
Aunque la parte más grande de la publicidad corresponde a las agencias de viaje, el uso de redes sociales y páginas web crece dentro de los oferentes.
La mayoría de los turistas que visitan estos hoteles son de Estados Unidos, principalmente de ciudades como Nueva York, Chicago y Los Angeles.
Se estima que el 90% de los huéspedes viene de ese país; el restante 10% se reparte entre nacionales y europeos.
El tipo de cliente que visita estos hoteles tiene alto poder adquisitivo, realiza en promedio estadías de cuatro o cinco días y gasta mucho dinero en el lugar.
El mercado turístico nacional de hoteles boutique, expuesto en vitrina como destino exótico, de naturaleza y de aventura, compite con los países del Caribe, Brasil y Ecuador por sus características.
Entre los retos que enfrenta el sector preocupan los inversores de bienes raíces que ofrecen condominios a extranjeros en la zona de Guanacaste a buenos precios.
Esto afecta de alguna manera el negocio, puesto que saltan algunas de las regulaciones a las que tiene que someterse un hotel.
Otro de los perjuicios percibidos por los hoteleros boutique es el paradigma turístico que experimenta actualmente Guanacaste.
La llegada de vuelos charter al aeropuerto Daniel Oduber como parte de la oferta de “todo incluido” de las grandes cadenas hoteleras, hace que estas concentren la mayoría de los clientes.
Por último, los hoteleros señalan que varios sitios de hoteles en Internet se postulan como de tipo boutique, cuando realmente no cumplen con los estándares de calidad necesarios para autodenominarse como tal.
jgarza@larepublica.net