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Escándalo del siglo alcanza a Lula

EFE | Miércoles 12 diciembre, 2012




Escándalo del siglo alcanza a Lula

La sombra del escándalo de corrupción que juzga la Corte Suprema de Brasil volvió a proyectarse ayer sobre el expresidente Luiz Inácio Lula da Silva, acusado por uno de los reos de haber avalado todo y de obtener "beneficios personales".
El nombre de Lula, quien no estuvo entre los 36 acusados del llamado "juicio del siglo", sobre corruptelas ocurridas durante su primer mandato, surgió otra vez en medio del escándalo después de que el periódico Estado de Sao Paulo publicó ayer una comprometedora declaración del publicista Marcos Valerio Fernandes, condenado a 40 años de cárcel.
El diario dice haber obtenido una declaración de Fernandes ante el Ministerio Público, prestada el pasado 24 de septiembre, en la cual dijo que Lula no sólo "sabía de todo", sino que además lo avaló y obtuvo beneficios económicos "personales" de las corruptelas.
Estado de Sao Paulo dice que la declaración duró tres horas y media y consta en un documento de trece páginas, en el que Fernandes asegura que el gobernante Partido de los Trabajadores (PT) pagó los $2 millones 2 que le cobró su abogado, Marcelo Leonardo, en el "juicio del siglo".
También asegura haber sido amenazado de muerte por Paulo Okamoto, un hombre de la mayor confianza de Lula y quien actualmente es uno de los directores del instituto fundado por el expresidente en 2011, tras entregar el poder a Dilma Rousseff, su pupila política y también del PT.
Asimismo, Fernandes declara que recibió aval del PT para discutir con la firma lusa Portugal Telecom una aportación de siete millones de dólares para esa formación, por lo que viajó a Lisboa en 2005 para negociar con el entonces presidente de la empresa, Miguel Horta.
El diario dice que Fernandes confesó que se reunía en el Palacio presidencial de Planalto con el exministro de la Presidencia José Dirceu y con el entonces tesorero del PT Delubio Soares, ambos ya condenados, y que al menos en una ocasión estuvo en la sede del Gobierno con Lula, quien "le dio el ok a las negociaciones".
Del mismo modo, asegura que en 2003 hizo dos depósitos, uno de ellos $49.250  de hoy, en las cuentas de Freud Godoy, un antiguo empleado de seguridad de Lula, pero que ese dinero era en realidad para pagar "gastos personales" del exmandatario.
El asunto tuvo inmediata repercusión en París, donde coinciden Lula y Rousseff, quien inició ayer una visita de Estado a Francia.
En una de sus primeras actividades, Rousseff participó con su homólogo francés, Francois Hollande, en un foro organizado por el Instituto Lula, y según la prensa local, los periodistas brasileños que cubren la visita buscaron en vano algún comentario suyo.
Quien sí habló sobre el asunto en París fue Okamoto, que negó haber amenazado a Fernandes. "No tengo motivos para desearle ningún mal", dijo el director del Instituto Lula, según la prensa local.
El presidente del PT, Rui Falcao, también le salió al paso a las nuevas acusaciones, las rechazó con "vehemencia" y afirmó que no son más que "una sucesión de mentiras".
Agregó que se trata de "un nuevo intento por incriminar a Lula y criminalizar al PT" y sostuvo que nace de "alguien condenado y que intenta reducir sus penas con calumnias".
La oposición, sin embargo, demandó al Ministerio Público que inicie una "inmediata investigación" sobre la responsabilidad de Lula, pues cuenta "con todos los elementos necesarios", según dijo el presidente del Partido Popular Socialista (PPS), Roberto Freire.

Brasilia/EFE

 

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