Es hora de análisis serio
| Lunes 05 diciembre, 2011
Es hora de análisis serio
Mucho agradezco el profesionalismo del Director de LA REPUBLICA, don Luis Alberto Muñoz, quien ante mi preocupación por una injusta referencia en el buen editorial del 18 de los corrientes, rectificó editorialmente para no hacer recaer en la administración 1998-2002 “el gran retroceso que nuestra nación ha tenido en la última década”. ¡Qué bueno que haya directores de medios con tanta solvencia personal!
El análisis “Pierde Costa Rica - País rezagado por estancamiento político y cultural” publicado en LA REPUBLICA el pasado 17, nos debe preocupar por la forma tan acelerada en la cual ha mejorado el producto por habitante en Panamá y Uruguay por encima del nuestro, tratándose de tres países con situaciones muy similares al respecto en 2006, y con población y otras condiciones parecidas. Coincido plenamente con ese análisis de los Srs. Fred Blaser y Bernal Rodríguez de que por muchos años en este siglo Costa Rica "ha permanecido en una condición de indecisión abrumadora (que) ha tenido el efecto de causar un gran retroceso económico”.
Analizar los mismos datos para 1998-2002 muestra resultados diferentes: Costa Rica creció más aceleradamente que esos otros dos países, según las mismas cifras del Banco Mundial (en 1998-2002 nuestro PIB per cápita creció 4,8%, en Panamá 1,7% y en Uruguay decreció 1,6%). Lo mismo ocurre aunque con menor ventaja para Costa Rica si el periodo se alarga a 1998-2006.
Esa llamada de atención nos debe convocar a una reflexión creativa, máxime en las difíciles circunstancias financieras, de empleo y económicas que viven los países europeos y Estados Unidos, que incluso amenazan con una nueva recesión.
La opinión pública refleja inquietudes similares.
El New York Times del 25 de octubre revela una encuesta que señala la desconfianza más alta respecto al gobierno estadounidense jamás medida. Un 89% desconfía que el gobierno haga lo correcto, un 74% afirma que su país va en una dirección equivocada, un 46% desaprueba la gestión del Presidente Obama y un 84% la del Congreso.
También la opinión pública costarricense revela una gran desconfianza. La encuesta de CID Gallup publicada por LA REPUBLICA en setiembre y octubre pasados indica que el 79% considera que el país va por un rumbo equivocado y es pesimista sobre el rumbo del país. Solo un 34% señala como buena o muy buena la labor de la Presidenta y únicamente un 23% tiene confianza en los diputados. Un 45% considera que el gobierno no arranca, y un 27% cree que el país estará peor cuando termine esta administración.
Las circunstancias son bien diferentes en ambos países. Las naciones ricas han estado sufriendo una fuerte pulmonía desde finales de 2007 con la Gran Recesión que aún las afecta seriamente en empleo y demanda agregada, mientras la mayoría de los países emergentes padecimos una fuerte gripe en 2009, de la cual se libraron los BRIC, y desde 2010 volvimos a crecer de manera mucho más satisfactoria.
¿Por qué entonces la similitud en la desconfianza de los costarricenses ante los actores políticos y ante el futuro con la que prevalece en Estados Unidos, si las circunstancias son diferentes?
Sobre estos temas y su relevancia para el bienestar nacional me propongo compartir en las próximas semanas con mis compatriotas
Miguel Angel Rodríguez
Ex Presidente de la República
Ex Secretario General de la OEA
Mucho agradezco el profesionalismo del Director de LA REPUBLICA, don Luis Alberto Muñoz, quien ante mi preocupación por una injusta referencia en el buen editorial del 18 de los corrientes, rectificó editorialmente para no hacer recaer en la administración 1998-2002 “el gran retroceso que nuestra nación ha tenido en la última década”. ¡Qué bueno que haya directores de medios con tanta solvencia personal!
El análisis “Pierde Costa Rica - País rezagado por estancamiento político y cultural” publicado en LA REPUBLICA el pasado 17, nos debe preocupar por la forma tan acelerada en la cual ha mejorado el producto por habitante en Panamá y Uruguay por encima del nuestro, tratándose de tres países con situaciones muy similares al respecto en 2006, y con población y otras condiciones parecidas. Coincido plenamente con ese análisis de los Srs. Fred Blaser y Bernal Rodríguez de que por muchos años en este siglo Costa Rica "ha permanecido en una condición de indecisión abrumadora (que) ha tenido el efecto de causar un gran retroceso económico”.
Analizar los mismos datos para 1998-2002 muestra resultados diferentes: Costa Rica creció más aceleradamente que esos otros dos países, según las mismas cifras del Banco Mundial (en 1998-2002 nuestro PIB per cápita creció 4,8%, en Panamá 1,7% y en Uruguay decreció 1,6%). Lo mismo ocurre aunque con menor ventaja para Costa Rica si el periodo se alarga a 1998-2006.
Esa llamada de atención nos debe convocar a una reflexión creativa, máxime en las difíciles circunstancias financieras, de empleo y económicas que viven los países europeos y Estados Unidos, que incluso amenazan con una nueva recesión.
La opinión pública refleja inquietudes similares.
El New York Times del 25 de octubre revela una encuesta que señala la desconfianza más alta respecto al gobierno estadounidense jamás medida. Un 89% desconfía que el gobierno haga lo correcto, un 74% afirma que su país va en una dirección equivocada, un 46% desaprueba la gestión del Presidente Obama y un 84% la del Congreso.
También la opinión pública costarricense revela una gran desconfianza. La encuesta de CID Gallup publicada por LA REPUBLICA en setiembre y octubre pasados indica que el 79% considera que el país va por un rumbo equivocado y es pesimista sobre el rumbo del país. Solo un 34% señala como buena o muy buena la labor de la Presidenta y únicamente un 23% tiene confianza en los diputados. Un 45% considera que el gobierno no arranca, y un 27% cree que el país estará peor cuando termine esta administración.
Las circunstancias son bien diferentes en ambos países. Las naciones ricas han estado sufriendo una fuerte pulmonía desde finales de 2007 con la Gran Recesión que aún las afecta seriamente en empleo y demanda agregada, mientras la mayoría de los países emergentes padecimos una fuerte gripe en 2009, de la cual se libraron los BRIC, y desde 2010 volvimos a crecer de manera mucho más satisfactoria.
¿Por qué entonces la similitud en la desconfianza de los costarricenses ante los actores políticos y ante el futuro con la que prevalece en Estados Unidos, si las circunstancias son diferentes?
Sobre estos temas y su relevancia para el bienestar nacional me propongo compartir en las próximas semanas con mis compatriotas
Miguel Angel Rodríguez
Ex Presidente de la República
Ex Secretario General de la OEA