Errores pasados nos pasan la factura
En el pasado se impidió al ICE seguir aumentando la producción de energía hidroeléctrica a pesar de hacerlo en forma acertada y eficiente. Hoy pagamos la factura por ello
Redacción La República redaccion@larepublica.net | Lunes 20 septiembre, 2010
Un buen generador de energía hidroeléctrica, como es Costa Rica, no debería estar en este momento en situación de tener que aumentar su producción termoeléctrica a causa de un incremento en la demanda y por la disminución del caudal de los ríos y embalses por cambios en el clima.
Ambas cosas eran previsibles. El inicio de una recuperación en la economía lógicamente aumenta la demanda de energía y el conocido fenómeno El Niño, se sabía que podría significar menor caudal para la producción de energía a base de agua.
Tanto las irregularidades climáticas como los aumentos en la demanda energética son factores que probablemente continuarán definiendo las cosas en esta materia y obligan a tomar medidas.
En un país como el nuestro, que ha sido tan buen generador de energía limpia aprovechando los caudales de agua, esto no debería ser un problema si se hubiera continuado con el ritmo y la previsión que en un tiempo se tuvo.
Sin embargo, en un momento dado se impidió al Instituto Costarricense de Electricidad su posibilidad de seguir aumentando la producción de este tipo de energía a pesar de que era algo en lo cual el país había demostrado ser acertado y eficiente.
Hoy, al tener que incrementar la generación por medio de diésel y keroseno, que se deben importar, esto se verá reflejado en un aumento en los costos de producción y por lo tanto en los del consumidor final, como es lógico.
Costa Rica no tendría por qué verse abocada a problemas de este tipo en la actualidad. Con solo que se hubiera permitido al país continuar con la acertada producción de energía limpia que venía haciendo hubiera estado incluso en condiciones de exportarla.
Es necesario poner al día al país en materia energética y hacerlo por medio de alternativas limpias. Esto no solo es posible sino que se enmarca dentro de la necesidad de no contaminar a la vez que garantiza la satisfacción adecuada de la demanda y la buena marcha de la economía y la calidad de vida en general.