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Encuentran tesoro de pintora tica

| Martes 26 noviembre, 2013


Sydney y Denis Glover muestran dos de las 60 pinturas encontradas bajo la cama de la artista en la Florida, Estados Unidos. Cortesía Julia Cumes / La República


CULTURA

Encuentran tesoro de pintora tica

Dos obras se encuentran ya en el museo de Boston, donde compartirán muros con la luminosidad barroca de Velázquez, el postimpresionista Van Gogh y con el conservadurismo religioso de El Greco y Miguel Ángel

Un tesoro oculto dejó la pintora de origen costarricense, Doris Lindo Lewis, encontrado por su hija única, Sydney Glover, mientras limpiaba la casa propiedad de su madre en Florida, Estados Unidos.
Es un accidental descubrimiento en la historia del arte moderno, que comienza con el nacimiento de una niña en el centro de San José, cuyo recorrido finaliza gloriosamente en la solemnidad del majestuoso Museo de Boston y con la admiración del Museo Metropolitano de Nueva York.
Doris Lindo Lewis nació a un costado del parque Morazán en 1909, en la casona de su tío abuelo Cecil Lindo, hoy bar Key Largo. Tuvo como vecinos al entonces presidente de la República don Cleto González Víquez y al cafetalero Max Gurdián.
En los inicios de 1900, la imaginación de la pequeña se alimentaba de las celebraciones josefinas: el parque Morazán era el lugar de las retretas musicales y los bailongos de fin de año.
Pudo ser testigo ingenua de los sobresaltos financieros para concluir la construcción del ferrocarril al Atlántico, debido a la sociedad creada por su tío Cecil con el neoyorquino Minor Keith. Finalmente vivió en West Palm Beach, Florida, donde murió a los 86 años en 1995.
En 1919, luego de una corta temporada en Estados Unidos, la artista y sus padres deciden volver a Costa Rica.
Al regreso, su progenitor fallece de “gripe epidémica”, por lo que su madre se la lleva a Jamaica donde habita en otra propiedad de los Lindo. “Nunca vuelve a Costa Rica”, dijo Sydney Glover a MAGAZINE, desde Massachusetts, Estados Unidos, donde reside.
Como en una película de romance y tragedia, el escritor inglés Malcom Lowry escribió su más famosa carta de amor a Doris Lindo, compuesta de 30 páginas y donada por la familia al Harry Ransom Center de la Universidad de Texas, en donde se exhibe.
La no emancipación del poeta, atada a su amor platónico por la pintora, aceleraría su alcoholismo, llevándolo a morir en Inglaterra en 1957.
Es con el anglo-jamaiquino Edward Henriquez que Lindo se casa en 1937, viven 12 años en La Habana, Cuba, donde crece Sydney.
Hoy, el Museo de Arte Metropolitano de Nueva York ha iniciado la valoración fotográfica de su arte. “El gran motor para restaurarlas y darlas a conocer ha sido mi esposo, Denis Glover”, declaró Sydney; 60 es el total de pinturas halladas.
En 2012, durante el evento “In Wonderland” del prestigioso Museo de Los Ángeles, las obras de Lindo colgaron al lado de las de Frida Kahlo y Lee Miller.
La Universidad de Yale acaba de anunciar su deseo de adquirir parte de la colección y el museo “Corcoran Gallery”, uno de los más prestigiosos de Washington DC, examinará las obras la próxima semana.
El Museo de Finas Artes de Boston (MFA) adquirió dos de sus obras “Mamscape” y “Out of Time and Place”, ambas expresan el surrealismo de una artista de quien apenas se inicia el conocimiento su historia.

Créditos: Colaboró la periodista Cate Mc Quaid del The Boston Globe

Ricardo Sossa
sossa@larepublica.net

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